Las autoridades de Australia han informado este jueves de que se encuentra estudiando la posibilidad de convertirse en el cuarto país del mundo en exportar cannabis para uso terapéutico, una medida que tiene como objetivo introducirse en el mercado a nivel global.
 
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El mercado del cannabis en Australia es pequeño dado que el uso recreativo de esta droga aún está prohibido en el país. Sin embargo, el Gobierno espera que tras la aprobación del uso de ésta con fines medicinales la legalización de las exportaciones aumenten significativamente la producción.
 
“Nuestro objetivo está muy claro: queremos darles a los agricultores y productores la mejor oportunidad de convertirse en el principal exportador de cannabis medicinal del mundo”, ha aseverado el ministro de Sanidad, Greg Hunt, en relación con un mercado que ronda los 55.000 millones de dólares (45.000 millones de euros).
 
Peter Crock, presidente ejecutivo de Cann Group, que cultiva marihuana para uso medicinal, ha señalado que la producción se ha visto obstaculizada a nivel nacional debido a la limitada demanda presentada por los pacientes australianos.
 
“Aunque los demandantes australianos están aumentando, continúan siendo pocos”, ha insistido Crock. “Poder exportar nos permitirá tener la escala para aumentar la producción”, ha añadido.
 
La propuesta del Gobierno australiano deberá pasar por el Parlamento en febrero. El principal partido de la oposición, los laboristas, han sugerido que darán el visto bueno a la medida.
 
El uso recreativo del cannabis sigue estando prohibido en Australia, país que autorizó su uso terapéutico en 2016, algo que también hicieron otros como Canadá, Israel y una mayoría de estados de Estados Unidos.
 

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.