A FLOR DE PIEL
La industria cosmética reconoce desde hace casi un siglo los beneficios del Cannabis. Raramente los aplica, más por prejuicio que por practicidad: los reemplaza con productos que a la larga resultan agresivos y hasta contraproducentes. Diversas cremas y ungüentos preparados al calor del hogar son óptimos a fin de aventajarle el golpe al invierno.
Por la Dra. Andrea C. Mindlin (farmacéutica, UBA)
Primera línea de defensa contra los embates tantos meteorológicos como los propios de la contaminación, la piel humana –tan delicada, tan fina, tan suave- debe arreglárselas con mayores dispositivos defensivos que el cuero de los reptiles o la pelambre de los otros mamíferos. Entre toda esta piel, hay algunos sectores que se encuentran singular y peligrosamente expuestos, tanto a la furia de los elementos como a la de sus desaprensivos poseedores: la planta del pié, las palmas de las manos, los genitales y, claro, el rostro. Una parte del cuerpo no es lo mismo que otra y cada una merece cuidados especiales. Estos de formulan de adentro hacia afuera (mediante el régimen alimentario, la vida sana –o no tanto) como de afuera hacia adentro (cremas y emplastos que protegen, nutren o modifican las propiedades naturales de la dermis). En el paroxismo de la ecología interna, el ideal (que como tal jamás se cumple) implica combinar ambos, hasta encontrar un equilibrio –siempre delicado- que se corrobora mediante el simple chequeo de lo que se conoce como buen y saludable aspecto. El antiguo sistema de la prueba y el error es por lo común el más utilizado, de modo que cada cual va experimentando sucesivos métodos a ver cuál le resulta mejor.
Si bien tal metodología puede resultar adecuada, recurrir a la ciencia permite reducir los errores tanto como multiplicar los aciertos, sistematizar la experiencia y proponer una modalidad que hace del rigor, eficacia. Confiar en los profesionales, en efecto, da mejores resultados que aventurarse en improvisaciones. Y la primera en enterarse de ello es, desde ya, la vapuleada ciencia. Cuando se accede a publicaciones científicas en algún journal, paper, magazine o tesis, no es raro encontrar alguna nota o referencia sobre algún estudio efectuado sobre el Cannabis Sativa. Aparecen reiteraciones de un manojo de textos ya muy conocidos por los especialistas y otros sumamente innovadores. Pero una cosa es cierta: el Cannabis Sativa produce una inmensa e insaciable curiosidad en el mundo científico. Y esto no es nuevo.
Ya en 1841 El doctor escocés W.B. O’Shaunghnessy, tras trabajar en India lleva el cannabis a la medicina occidental. En los siguientes cincuenta años, cientos de artículos y trabajos médicos son escritos sobre los beneficios del cannabis. De ahí en adelante, los científicos no paran de hacer investigaciones de esta planta que lleva en su interior un laboratorio natural, fuente de numerosas moléculas de las cuales cada vez se sabe más y se descubren nuevos usos beneficiosos. En 1860: se hace un estudio oficial sobre “cannabis y salud”, dirigido por la sociedad médica del Estado de Ohio. En 1870: el cannabis aparece en la Farmacopea de los Estados Unidos como medicina para varias enfermedades y en 1990 la importantísima revista Nature publica el descubrimiento de receptores de THC en el cerebro humano.
Para que veamos la credibilidad que tiene en el mundo científico la marihuana y especialmente sus compuestos llamados genéricamente cannabinoles, elaborados en el interior de sus fibras cual laboratorio multinacional. Como se sabe, tales sustancias abarcan un generoso arco que va desde las que pueden ser empleadas para tratamientos del dolor hasta aquellas idóneas para combatir el acné, llegando incluso a los paliativos del cáncer de piel.
La cabeza, de afuera hacia adentro
Los investigadores descubrieron que el THC (delta 9 tetrahidrocanabinol) tiene en el cerebro humano receptores, donde el primero funcionaría como una llave maestra y los segundos como cerraduras, para decirlo en forma didáctica, para que luego se desencadene una serie de reacciones. Sobre este principio, fue entonces, que un tal Rafael Mechoulam se empezó a preguntar cómo el cerebro humano (animal, recuérdese) tenía receptores para una sustancia de origen vegetal. Siguió estudiando el tema hasta descubrir que en la sesera habita una pequeña molécula de ácido graso, que imita todas las acciones de la marihuana. La denominada anandamida, del sánscrito ananda, “el que trae bendición y tranquilidad interna”.
En el año 1997 Daniele Piomelli y Nephi Stella, de la Universidad de California, descubrieron otro lípido en ciertas regiones del cerebro, el 2-araquidonoil glicerol, (2-AG), aún más abundante que la anandamida. Ambos compuestos se consideran los principales canabinoides endógenos, es decir cannabinoles que fabrica el propio cuerpo o endocannabinoides.
En esta carrera por cuidar la piel, ya que es el órgano tanto más extenso como expuesto del cuerpo humano, los científicos buscan denodadamente estudiar los componentes de la piel y aquello que necesita para su correcta conservación.
Es bien sabido que la sustancia psicoactiva es el THC, aquella que desata esa agradable sensación, tan popularizada. Menos visibles, detectables y eficaces resultan los más de sesenta cannabinoides que tampoco le van a la zaga. La mayoría pertenecen a una de las diez subclases o tipos principales, de los cuales los más abundantes son los de los tipos cannabigerol (CBG), cannabicromeno (CBC), cannabidiol (CBD), Δ9-THC y cannabinol (CBN). La presencia de cannabinoides varía según la variedad del cannabis y, por lo general, se encuentran en una planta solamente tres o cuatro cannabinoles, que para nuestra sorpresa fabrica el propio cuerpo humano y estos serian justamente los responsables del cuidado de la piel.
Para sustentar estos descubrimientos, en un ensayo inscripto en la Federation of American Societies for Experimental Biology (FASEB, Federación de la Sociedades Americanas para la Biología Experimental), científicos de Hungría, Gran Bretaña y Alemania hicieron un estudio clínico en donde comprobaron que nuestro cuerpo fabrica sustancias similares al THC, los famosos Endocanabinoles.
En esta senda, es el Dr. Toma Biró de la Universidad Bethesda, California, quien sostiene que una crema tópica tanto de THC como de los mencionados endocanabinoles, podría tener propiedades curativas para los incómodos barritos y espinillas cutáneas (tan usuales no sólo en la adolescencia sino emergentes asimismo luego de algún desarreglo gastronómico),a la sequedad severa, propia de la excesiva exposición al sol o al frío intenso y, hasta para él, podría ser de gran utilidad para el cáncer de piel. Sin embargo sería una lástima utilizar el THC, que además, extraído en alcohol (el llamado Green Dragon) tiene una concentración del 70% ¡¡¡vaya si pega!!! En consecuencia, si no queremos usar THC para las cremas, bien podemos usar el aceite de cannabis, que aunque contiene trazas indetectables de THC, posee multitud de propiedades muy beneficiosas para la piel como sostener su tersura y elasticidad juvenil.
Otras de las ventajas de estas cremas son que sirven tanto para pieles grasas o pieles muy secas. Pero veamos que define una piel grasa y que define una piel seca.
Grasas versus secos
La primera consiste en una manifestación de la dermis que se caracteriza por la acumulación excesiva de sebo. Aparte de resultar antiestética cuando se halla algo saturada de grasa aparece en partes muy visibles, como la frente, la barbilla y la nariz. Tiene consecuencias negativas para la salud tanto del cabello como de la misma piel, produciendo en el cuero cabelludo seborrea o pieles con acné y todas sus manifestaciones principales: granos, puntos negros etc.
Las causas principales de la piel grasa son hormonales y alimenticias. Las razones hormonales no son tan fáciles de manejar pero las alimenticias sí: una alimentación sana y balanceada, tal como dicen todos los comerciales de comida envasada, podrá ayudar al cuidado de la piel grasa. Lo aconsejable es evitar ingerir alimentos envasados, comer mucha fruta, verdura y tomar mucha agua y además aquí viene otra vez la benéfica semilla de Cannabis Sativa: el aceite además de usarse en cosméticos se aplica en la alimentación, donde tiene un aporte de veintitrés ácidos grasos esenciales. Es lo que llaman las nuevas tendencias alimentarias un nutracéutico, porque tiene un valor nutricional pero además aporta, por ejemplo, vitaminas como la E, en donde se puede reemplazar perfectamente y sin ningún riesgo a un producto farmacéutico.
Además, recordemos que la piel tiene colesterol (no siempre es perjudicial) en su composición, casi en un 20%, el cual es fundamental para mantener la elasticidad de la misma. Lo importante es de dónde provenga el colesterol que ingerimos para que mantenga la piel sana y que no produzca un daño a nivel arterial. Para ello es importante consumir productos como el aceite de Cannabis, una fuente de colesterol natural, no animal y saludable. La sección gastronómica de CM suele dar cuenta de este crucial aspecto.
En cuanto a la piel seca es una manifestación que se caracteriza por falta de humedad. Parece obvio por más, que jamás sea redundante insistir en que la piel seca muestra con frecuencia irritación, zonas con escamas y se agrieta con facilidad, en especial en la frente y debajo de los ojos, generando arrugas. Por cierto, se trata de una textura fina con poros pequeños y la persona que posee este tipo de piel siente, cuando se limpia el rostro, cierta tirantez. Su ventaja radica que no suele tener problemas de acné ni de granos, pero debe tener cuidado que no se agriete.
Entre las causas de la piel seca tenemos:
Mal funcionamiento de las glándulas sebáceas que no producen suficiente fluidos para lubricar la piel.
Exposición excesiva al sol, mar, piscinas y sequedad ambiental
Herencia
Alimentación inadecuada y especialmente deficiente en vitaminas y zinc.
Uso de productos para la limpieza facial demasiados agresivos.
Hay también pieles mixtas, es decir en una zona de la cara tienen piel grasa, por ejemplo en mejillas y mentón, y alrededor de los ojos y la zona naso labial, piel seca. Los varones al afeitarse y las mujeres al depilarse aumentan si no agravan semejante cuadro.
Saber: una cuestión de piel
Si bien el tipo de piel es importante para saber acerca del correcto cuidado de la misma, todos los tipos de pieles merecen que se disponga de un especial cuidado de los climas extremos, excesivo frío, excesivo calor, climas muy ventosos y de la polución.
En climas muy fríos, donde los ambientes están muy calefaccionados, los cuales también afectan la piel, la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior es un factor que perjudica la salud de la piel.
Tanto se tenga una piel seca, grasa o mixta hay que cuidarla de los climas extremos, obviamente de diferente manera según la piel que se tenga.
Si se tiene una piel grasa, que tiene menor perdida de agua, lo conveniente es usar una crema liviana que tenga un 2 % de aceite de cannabis durante el día y hacer una buena limpieza de cutis durante la noche. Si se tiene piel seca, que es el tipo de piel más propenso a perder agua y sufrir resequedad, lo conveniente es usar una crema de día más nutritiva, con un 5% de aceite de cannabis. También se torna imperioso efectuar una buena limpieza de cutis nocturna. Pero después de hacerla, lo recomendable es colocar directamente el aceite de cannabis en el rostro y por la mañana lavar la cara con un jabón neutro que también puede estar formulado con aceite de Cannabis,
Si se tiene una piel mixta, es bastante efectivo usar una crema de día con un 2% o 5% de aceite de Cannabis, mientras que por la noche, después de una buena limpieza facial, es preciso colocar aceite de Cannabis puro en las zonas cuya piel es seca, como puede ser alrededor de los ojos.
Otro punto a tener en cuenta es que con la llegada del hostil invierno, si bien hay que seguir usando cremas, hay que cuidar una porción de piel que a veces no tenemos en cuenta y que se daña y envejece como cualquier otra parte de nuestro rostro como son los labios, fuente inagotable de variadas satisfacciones, usando bálsamos labiales.
La piel de los labios es muy delicada pues el estrato córneo, una de las capas de la piel, es una zona muy delgada. A ello hay que sumarle el hecho de que los labios no tienen glándulas sudoríparas (productoras de sudor) y presentan muy pocas glándulas sebáceas (productoras de grasa), de manera que los agentes externos los agreden más fácilmente al hallarse notablemente menos protegida, produciendo una deshidratación que, en muchos casos, puede dar lugar a una descamación.
Entonces, ¿qué condiciones ha de poseer un eficaz bálsamo labial? Los hay de todos los tipos: el mas sencillo es la manteca de cacao, o la manteca de Karite, que si bien ambas van a ser una efectiva barrera grasa para evitar la perdida de agua, no aportan otros cuidados que necesitan los labios.
El bendito aceite de cannabis, como hemos ya mencionado, tiene una alta cantidad de vitamina E, que es un regenerador tisular, tal cual, como cuando uno tiene una herida necesita que se cicatrice para que esas células que sufren una destrucción se reconstituyan. En ese complejo proceso bioquímico interviene la vitamina E pues la piel de los labios, al ser tan sensible y estar expuesta a condiciones extremas de frío, necesita ser regenerada. Se puede elaborar un bálsamo labial casero extemporáneo, lo que significa que se debe preparar y usar en no mas de una semana de confeccionado. Si se lo conserva en la heladera, mejor: la idea es hacer algo casero, natural y que no contenga conservantes, que generalmente consisten en tan complejos agresivos compuestos químicos.
Se le puede agregar a la manteca de Cacao o a la manteca de Karité una proporción del magnífico óleo mediante la siguiente maniobra: ponemos en un recipiente diez gramos (10 g.) de manteca de cacao por cada cuatro (4 g.) de cera de abeja. Se calienta al baño María, hasta que quede totalmente líquido y todo fundido: Se le deja reposar y antes de que se solidifique, añadimos aceite de Cannabis, a razón de cinco mililitros (5 ml.) por cada diez gramos (10 g.) de manteca de cacao. Si hay voluntad y coquetería, es factible añadir unas gotas de esencia de vainilla a fin de otorgarle un aroma suplementario.
Con estas recetas se puede hacer frente al frío, que por muy cruel que sea, también es muy romántico, disfrutar de una buena taza de café con un rico dulce hecho con manteca cannábica, y a humectar los labios con aceite de cannabis para usarlos como cada uno manda. Hablar nunca daña los labios, pero en tales circunstancias tampoco es demasiado necesario.
Acerca del autor
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.