Uno de los componentes más importantes de cualquier cultivo es el sustrato, ya que constituye el medio en el que se desarrollará la masa radicular y del que las plantas obtendrán agua, oxígeno y nutrientes.

A la hora de elegirlo deberemos tener en cuenta factores como el modo y frecuencia con que regaremos, la forma y cantidad en que aplicaremos el fertilizante y hasta el tipo de plantas que cultivaremos. Así como en artículos anteriores hablamos de la ventilación y la iluminación del cuarto de cultivo, en este tocaremos el tema de los sustratos y veremos las distintas propiedades que pueden tener, así como algunos de los más utilizados para plantar cannabis.

El término sustrato se refiere a cualquier tipo de material que utilicemos para rellenar nuestras macetas o contenedores de cultivo y que, en resumidas cuentas, actúa como sustituto del suelo. Su origen puede ser biológico o sintético y constituye el medio de soporte en el que se desarrollan las raíces, aportándoles aire y humedad. El sustrato puede o no contener nutrientes útiles para el desarrollo vegetal y proporcionar una mayor o menor cantidad de agua y oxígeno según sus características.

Propiedades físicas de los sustratos

Las características físicas de los sustratos son de suma importancia ya que, mientras que las químicas se pueden modificar, estas no, y por ello suelen ser las más consideradas en la elección de los mismos. Por tanto, les prestaremos especial atención, sobre todo si preparamos nuestra propia mezcla de sustratos. A continuación, explico algunas de las más relevantes.

Tamaño de las partículas: El tamaño medio de las partículas que forman un sustrato es muy importante, ya que será en gran medida lo que determine el resto de las propiedades físicas de este. Hay que tener en cuenta que, a medida que aumenta la dimensión de las partículas, también lo hace el número de poros, disminuyendo así la retención de agua.

El sustrato puede o no contener nutrientes útiles para el desarrollo vegetal y proporcionar una mayor o menor cantidad de agua y oxígeno

Espacio poroso total: Es el espacio que no está ocupado por partículas orgánicas o minerales y que  por tanto podrá estarlo por agua o aire. Mientras que los microporos son los encargados de retener el agua, los macroporos permiten la correcta aireación del medio de cultivo. Cabe la posibilidad de algunos poros se encuentren en el interior de las partículas, sin conexión con el exterior, por lo que estos no serían efectivos. A este fenómeno se le conoce como porosidad ocluida y reduce la porosidad efectiva del sustrato. Por ejemplo, en el caso de la perlita contamos con aproximadamente un 80% de porosidad efectiva frente a más o menos un 95% de porosidad total.

Capacidad de aireación: Es la proporción de aire que contiene el sustrato después de haber sido saturado con agua y dejado drenar. Esta propiedad es muy importante, ya que va ser la que permita la oxigenación del medio radicular.

Capacidad de retención de agua: Se refiere a la cantidad de agua que es capaz de retener el sustrato una vez ha drenado. Si esta es excesiva y el sustrato queda inundado, la oxigenación de las raíces se vería dificultada y podemos tener problemas de podredumbre en la masa radicular. Por otra parte, si retiene muy poca, tendremos que regar con mucha frecuencia. La capacidad total de retención es la suma del agua fácilmente disponible (puede ser absorbida por la planta sin demasiado esfuerzo), el agua de reserva y el agua difícilmente disponible (no puede ser extraída del sustrato por las raíces porque no tienen fuerza suficiente).

Pila de turba: Pila de turba en Escocia, autor: Maclomhair

Propiedades químicas

Los sustratos también tienen una serie de características químicas que pueden afectar a las plantas si no son las adecuadas. En las siguientes líneas describo algunas de las más importantes.

Capacidad de intercambio catiónico (CIC): Se refiere a la capacidad de retención de nutrientes del medio de cultivo. Esta depende principalmente del pH y del contenido de materia orgánica. Una CIC alta es característica de los sustratos orgánicos. Dependiendo del tipo de cultivo que queramos llevar a cabo, utilizaremos esta clase de materiales que son químicamente activos y que participan en la alimentación de las plantas actuando como reserva de nutrientes, o bien podemos optar por los sustratos inertes que tiene una CIC baja y no participan en el proceso de absorción de nutrientes sino que solo actúan como soporte de planta.

pH: Dado que el desarrollo vegetal puede verse afectado en condiciones de exceso de alcalinidad o acidez, es importante corregirlas si detectamos que esto está ocurriendo. El pH influye en la solubilidad de los nutrientes en el agua por lo que si está en unos niveles inadecuados puede dificultar la absorción de los mismos por parte de la raíz. Por lo general, los sustratos orgánicos tienen una mayor capacidad para mantenerlo constante.

Disponibilidad de nutrientes: La disponibilidad de nutrientes es prácticamente nula en la inmensa mayoría de los sustratos inertes. Sin embargo, si elegimos un sustrato orgánico, tendremos que adaptar las aplicaciones de fertilizante a la mezcla escogida.

Salinidad: Se refiere a la cantidad de sales minerales del sustrato. En los sustratos inertes la salinidad es prácticamente nula, mientras que en sustratos orgánicos puede elevarse un poco. Este es un parámetro que deberemos vigilar durante todo el cultivo, ya que con el uso de fertilizantes podrían acumularse en el sustrato las sales minerales. Si esto sucede, las plantas dejarán de alimentarse correctamente y la producción se verá afectada. En los casos en los que la salinidad del sustrato es muy elevada, las plantas expulsan agua pasivamente por proceso osmótico en lugar de absorberla y se deshidratan.

Arlita: Corte transversal de la arlita donde se observa su porosidad.

Principales sustratos empleados en el cultivo de cannabis

La elección del sustrato constituye una decisión importante ya que determinará en gran medida la forma de riego y fertilización. Si cultivamos en maceta, es importante emplear una buena mezcla de sustrato que sea esponjosa y aireada. También deberemos utilizar algún material para colocar en el fondo del contenedor que permita drenar el exceso de agua y tenga una gran capacidad de aireación por tal de evitar la podredumbre radicular. La arcilla expandida es ideal para este fin, ya que tiene una baja capacidad de retención de agua y una gran capacidad de aireación. Es un sustrato inerte con pH de entre 5 y 7. Estas características también la hacen ideal para el cultivo hidropónico, previo lavado para quitarle pequeñas partículas que puedan obstruir los goteros.

También es muy utilizada en el cultivo hidropónico de cannabis la lana de roca, un sustrato químicamente inerte que presenta una excelente relación entre la capacidad de aireación y la de retención de agua. Tiene un pH alcalino al principio (alrededor de 7) que puede ser corregido fácilmente sumergiendo los slabs o tacos en una solución acuosa con pH de entre 4,5 y 5 durante 24 horas.

Cultivo en coco

Otro sustrato inerte muy utilizado en el cultivo de cannabis (normalmente mezclado con otros) es la perlita. Posee una elevada porosidad y una capacidad de retención de agua de hasta cinco veces su peso por lo que resulta ideal para fijar la humedad al medio de cultivo. Su pH está entre 7 y 7,5, parámetro que deberemos controlar durante todo el cultivo, ya que aun siendo un material inerte, si el pH de la solución nutritiva es inferior a 5 (valor poco recomendable para el cannabis), podría disolverse el aluminio que contiene. Cabe recordar que este es un material fitotóxico que causa un efecto adverso en los vegetales.

La vermiculita es otro de los materiales que podemos encontrar en algunas mezclas comerciales de sustratos. Puede retener hasta 350 litros de agua por metro cúbico y tiene una buena aireación. Su C.I.C. es elevada y contiene hasta un 8% de potasio y un 12% de magnesio asimilables.

Todos los sustratos hasta ahora explicados son de origen sintético, ya que se obtienen mediante la exposición de diversos materiales a altas temperaturas. Sin embargo, los de origen orgánico también tienen una gran importancia en el cultivo de cannabis y muy posiblemente sean los más utilizados. Uno de ellos, muy apreciado por sus excelentes resultados, es la fibra de coco. Se trata de un material liviano y muy esponjoso con una porosidad total superior al 93%. Es capaz de conservar una cantidad de agua aceptable y tiene una buena aireación. Su pH ligeramente elevado y posee una capacidad media de retención de nutrientes. Además, puedes utilizarlo como único sustrato, fertilizando con productos específicos para el cultivo de marihuana en este medio; o bien mezclarlo con turbas para mejorar la aireación de las mismas.

Por último, el sustrato orgánico más empleado en las mezclas comerciales específicas para cannabis es la turba. Se forma naturalmente a partir de la acumulación de restos vegetales en zonas lacustres a lo largo de siglos y se puede clasificar en varios tipos según su origen. Las turbas bajas o negras tienen un alto grado de descomposición y una capacidad de aireación bastante baja, lo que las hace inapropiadas para el cultivo de cannabis por sí solas, ya que se compactan bastante. Las turbas altas o rubias tienen un menor grado de putrefacción y una porosidad y capacidad de aireación superior, por lo que son ideales para cultivar marihuana. La turba negra puede mejorar su calidad mediante un proceso de congelación a través del cual se obtiene la llamada turba de jardinería. Esta también se emplea mucho en la marihuana, ya que suele ser el principal componente de muchas mezclas comerciales específicas. Por lo general, estos materiales tienen una buena capacidad de intercambio catiónico por lo que retendrán parte de los nutrientes del agua de riego.

Arlita

Las mezclas preparadas que encontramos normalmente en los grow shops suelen estar compuestas de más de un 50% de distintas turbas mezcladas. Además, también suelen llevar perlita y algo de humus de lombriz para favorecer el crecimiento, aunque algunas incorporan guano de murciélago, trichoderma u otros optimizadores del sustrato.

En el artículo anterior mencione que haría un pequeño cultivo SCROG en esta serie de artículos y os describí brevemente el cuarto de cultivo. Pues bien, hoy toca hablar del sustrato empleado: arcilla expandida como drenaje para colocar en el fondo de una maceta once litros y una mezcla de sustratos del tipo light mix. En el próximo artículo hablaremos de los nutrientes y os contaré como avanza el SCROG después de las primeras podas y riegos con fertilizante. Hasta pronto y buenos humos.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.