Hace unos cuantos años, unas pocas compañías nos sorprendieron con un nuevo tipo de semillas de marihuana, capaz de realizar su ciclo completo en unos dos meses aproximadamente, poco se sabía entonces de ellas y su genética, los más atrevidos sospechaban que las Rudelaris (uno de los tres tipos de cannabis), tenían mucho que ver en la gestación de este nuevo tipo de semillas. Podríamos definir la variedad Rudelaris como una planta originada en el paralelo 50-55 en Rusia, tipificada por la autofloración de la planta, basada en su edad y no en el patrón de iluminación.
A continuación podréis leer la historia de este tipo de semillas en auge hoy por hoy, también describiré las posibles ventajas y desventajas de su cultivo, desde mi más humilde punto de vista y experiencia personal.
Historia de las Autoflorecientes
Se piensa que el origen de esta variedad proviene de unas zonas concretas, en las cuales, la climatología del lugar, sobretodo el frio, la nieve y las pocas horas de luz que hay en estos lugares (Rusia, Siberia, Asia Central….), provocan que las plantas deban terminar su ciclo en los tres o cuatro meses buenos que pueda haber en estas zonas. La necesidad de perpetuar la especie ha provocado estos cambios en las variedades de marihuana, que en tan poco tiempo son capaces de producir flores y semillas correctamente.
En 1924, botánicos soviéticos describieron el cannabis Rudelaris como mala hierba, ya que los niveles de THC eran prácticamente nulos y las producciones de fibra y papel escasísimas. Pero si tenían una propiedad que ningún tipo ni subtipo de cannabis tenía, independencia de crecer y florecer con unas escasas horas de luz, sin seguir un fotoperiodo específico, algo increíble verdad, yo lo definiría como, pura supervivencia.
Pasaron los años hasta llegar a la década de los 70, en la cual, algunos cultivadores y pioneros en el sector de la cría cannábica de esos tiempos, empezaron a estudiar la posibilidad de aprovechar las características tan peculiares de las Rudelaris, mezclándolas con variedades de cannabis con un alto contenido en THC. Los resultados fueron espectaculares, se obtuvieron híbridos con un gran porcentaje de THC, rapidez de floración, estaturas más que discretas y una espectacular resistencia al frio y muchos tipos de enfermedades o plagas. Los primeros trabajos sobre este nuevo tipo de híbridos fueron desarrollados por Ernest Small, de Argriculture Canadá.
Los años han ido pasando, y las investigaciones sucediéndose unas a las otras, con un más que positivo resultado, aunque hace escasos años que se comercializaron las variedades autoflorecientes, estas tienen un éxito cosechado solo equiparable al éxito de las semillas feminizadas. En un principio teníamos poco donde elegir, teníamos la White Dwarf, de Budha Seeds, tan cristalina y penetrante, o esa famosa Lowryder y sus aromas, y una pequeña selección más de variedades (Speed Devil, Red Dwarf…). Hoy en día hay todo tipo de autoflorecientes, para todos los gustos y preferencias, ¿por qué esta obsesión, tan buenas son este tipo de semillas?, a continuación repasaremos las principales ventajas y desventajas de las semillas autoflorecientes y daremos algún consejillo para explotarlas al máximo.
Ventajas
Yo pienso que la principal ventaja de este tipo de semillas es que, pueden estar listas para cosechar en tan solo 2 meses, mientras que otro tipo de semillas tardaran el triple o más.
Son perfectas para cultivos donde priorizamos la discreción ante todo, ya que estas no suelen sobrepasar el metro de altura, mientras que cualquier variedad de cannabis normal, con unos cuidados más que básicos te superara los dos metros.
Otra ventaja fundamental de las autoflorecientes es que, al no seguir un fotoperiodo lunar, las puedes cultivar en cualquier lugar, sea cual sea la estación del año, aunque sí es cierto que se recomienda, al menos en España ponerlas a partir de Abril, cuando las horas de luz hayan aumentado lo suficiente como para poder producir una cosecha decente.
Fundamentalmente estas son sus principales ventajas, aunque una vez las tenemos por mano son sencillas de cultivar, no es oro todo lo que reluce, también tienes una serie de inconvenientes que de producirse podrían ser fatales para la cosecha final.
Desventajas
Para mí, personalmente una de sus desventajas es el alto coste que tienen estas semillas comparadas con las feminizadas, y ya ni hablar si las comparamos con semillas regulares de toda la vida.
La baja producción que tienen frente a semillas que siguen un fotoperiodo lunar, aunque sí es cierto que cada vez están produciendo más y mejor.
Lo propensas que son a estresarse, y su corto periodo de crecimiento, nos obligan a cultivarlas correctamente y apenas sin fallos, si no queremos producir una miseria.
Para obtener resultaos óptimos, las horas de luz deben superar las 16 horas, siendo 20 horas lo recomendado por los fabricantes ya que al estar a 20/4, su metabolismo se acelera considerablemente y se pueden sacar muy buenas cosechas, a menos horas de luz, menos producción.
Básicamente estas son sus principales ventajas y desventajas, a continuación redactaremos una pequeña guía de autoayuda para cultivar este tipo de semillas.
Como cultivar autoflorecientes
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de cultivar variedades autoflorecientes será, el lugar donde las pondremos, yo recomiendo maceteros de unos 11 litros, los más profundos posibles aunque sean estrechos, también podemos usar bolsas de plástico hechas a propósito para el cultivo. Recomiendo germinarlas directamente en el lugar definitivo donde estarán, evitando así un posible estrés, cosa que debemos impedir a toda costa con las autoflorecientes, y más en sus primeras semanas de vida, ya que de estar estresadas, probablemente las plantas no superen los 10 cm de altura. Las plantas de autofloración agradecerán abundante agua, aunque nunca llegaremos a encharcar el sustrato.
Una vez tenemos germinadas nuestras plantas, y en su tiesto definitivo, debemos concentrarnos en que los próximos 25 días de su corta vida vivan como puras reinas, ya que, la fase de crecimiento será lo que marcará la diferencia de una buena cosecha a un desastre, recomiendo no excedernos con el nitrógeno, ya que este tipo de plantas lo retiene demasiado, y entrar en plena floración con un exceso de nitrógeno no es nada bueno, (lo digo por experiencia). Aproximadamente a los 20 días de vida las plantas mostraran sus primeras pre flores, momento en que pasaremos a abonar con algún estimulante de la floración.
El fotoperiodo que sigan las plantas es fundamental, al no seguir un fotoperiodo lunar cuanto más horas de luz reciban, mejores resultados tendremos, siendo recomendable por los fabricantes un fotoperiodo de 20/4, nunca deberían tener menos de 12 horas de luz, ya que de darse el caso su metabolismo se resentiría considerablemente, y crecerán y maduraran mucho menos que en el caso anterior.
Una vez están floreciendo, básicamente seguiremos las pautas que seguiríamos con una variedad normal, nada de trasplantes ni podas, dejar a las plantas su periodo de sequia entre riego, nunca sin dejar que se seque del todo el sustrato, ya que estaríamos provocando un estrés hídrico, y abonar cuando sea necesario.
Básicamente, siguiendo estas pautas, cuando las plantas tengas entre 75 y 90 días, dependiendo de la variedad, tendremos la cosecha lista para cortar. Según hayamos tratado a nuestras plantas obtendremos unos resultados u otros, de ello depende el esfuerzo que hayamos puesto en ellas, aunque los resultados siempre suelen ser positivos, siempre que hayan tenido unas condiciones óptimas en su cultivo. Hoy por hoy se están desarrollando variedades autoflorecientes con una alta producción y mayor tamaño. Aprovechemos todo esto para cultivar nuestra hierba, ya que continuamente se descubren nuevas cosas para que podamos obtener nuestra marihuana sin necesidad de comprarla, y eso señores, es lo que nos hace hacercarnos cada dia más a la normalización de esta maravillosa planta.
Ultimos consejos
Ya para terminar el articulo, escribiremos los consejillos más básicos para cultivar este tipo de plantas, aunque el mejor de todos es que cultivéis, ya que como dijo un sabio: “A cultivar se aprende cultivando”.
Cualquier transplante fuera de hora o un exceso de fertilizante mermará considerablemente la cosecha.
Se recomienda usar maceteros de más de 10 litros.
La temperatura ambiental y las horas de luz que reciban las plantas seran fundamentales para un correcto desarrollo.
Cuanto mejor sea el sustrato utilizado, mejores serán los resultados.
Al estar listas en tan poco tiempo el daño que pudiera hacer alguna plaga es minimo, recomendando usar algún preventivo antiplagas natural, que nos permita tener contralada la plaga pero sin que el insecticida sea tan fuerte que la destruya por completo, ya que podríamos estresar la planta.
El consumo de fertilizantes en variedades autoflorecientes es mínimo, recomiendo usar la mitad de la dosis recomendada por el fabricante, de esta manera tendremos un flujo constante de nutrientes pero no excesivo.
Siguiendo estos consejos en unos 75 días tendremos la planta lista para cosechar, se recomienda usar una lupa para observar los tricomas y decidir el momento óptimo para su cosecha.
El último consejo que os daré es que sequéis bien la hierba y hagáis un consumo responsable de ella, ya que como se dice por mi pueblo, la avaricia rompe el saco.
Acerca del autor
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.