Psilocibina, MDMA y ketamina: un nuevo enfoque para entender sus efectos y desarrollar tratamientos psiquiátricos

Un equipo de científicos ha dado un paso clave en la comprensión de los psicodélicos y otras drogas psicoactivas. En un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature Communications, los investigadores han desarrollado una innovadora técnica basada en imágenes cerebrales y aprendizaje automático para clasificar sustancias como la psilocibina (presente en los «hongos mágicos»), la MDMA (conocida popularmente como éxtasis) o la ketamina.

El método permite observar en alta resolución cómo estas sustancias modifican la actividad del cerebro, lo que podría ayudar a diseñar nuevos tratamientos para trastornos como la depresión, la ansiedad o el estrés postraumático.

¿Cómo funciona este nuevo sistema de clasificación?

Hasta ahora, las drogas psicodélicas y psicoactivas se clasificaban principalmente por sus efectos en la percepción o en el comportamiento. Sin embargo, este estudio propone un enfoque diferente: analizar directamente su impacto en la actividad neuronal. Para ello, los investigadores midieron la expresión del gen c-Fos, que actúa como un «interruptor» que se enciende cuando una neurona se activa.

Se seleccionaron ocho sustancias para la investigación:

  1. Psilocibina – Un psicodélico clásico que actúa sobre los receptores de serotonina.
  2. Ketamina – Un anestésico con efectos disociativos, utilizado como antidepresivo en algunos tratamientos.
  3. MDMA – Más conocida como éxtasis, con efectos estimulantes y empatógenos.
  4. 5-MeO-DMT – Un potente alucinógeno natural presente en ciertas plantas y en el veneno del sapo Bufo alvarius.
  5. 6-fluoro-DET – Un compuesto químicamente similar a los psicodélicos, pero sin efectos alucinógenos.
  6. Fluoxetina (Prozac) en dosis aguda – Un antidepresivo inhibidor de la recaptación de serotonina.
  7. Fluoxetina en tratamiento crónico – Para evaluar sus efectos a largo plazo en el cerebro.
  8. Solución salina – Utilizada como grupo de control.

A continuación, los científicos administraron estas sustancias a ratones y, dos horas después, analizaron sus cerebros mediante microscopios de fluorescencia avanzados. Posteriormente, utilizaron modelos de inteligencia artificial para interpretar los datos y comparar los efectos de cada droga.

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Resultados sorprendentes: diferencias y similitudes entre los psicodélicos

Uno de los hallazgos más llamativos del estudio fue que el modelo de inteligencia artificial pudo identificar con un 67% de precisión qué droga se había administrado a cada ratón, una cifra muy por encima del 12,5% esperado por azar.

Pero los resultados más interesantes surgieron al comparar drogas entre sí:

  • Psilocibina vs. 5-MeO-DMT – Aunque ambas son psicodélicas y actúan sobre los mismos receptores, su activación en diferentes regiones del cerebro permitió diferenciarlas con un 95% de precisión.
  • Psilocibina vs. MDMA – La MDMA mostró un patrón de activación cerebral completamente distinto, confirmando que no es un psicodélico clásico, sino más bien un «entactógeno», que refuerza las emociones y la conexión social.
  • Psilocibina vs. ketamina – A pesar de sus diferencias en mecanismo de acción, ambos compuestos tienen en común su capacidad para promover la plasticidad neuronal, lo que refuerza su potencial en el tratamiento de la depresión.
  • 6-fluoro-DET vs. psicodélicos clásicos – Este compuesto, aunque químicamente similar a la psilocibina, no provocó una activación neuronal significativa en las regiones asociadas con los efectos alucinógenos, lo que lo convierte en un posible candidato para fármacos sin los efectos perceptivos de los psicodélicos tradicionales.

Un avance clave para el desarrollo de nuevos tratamientos psiquiátricos

El creciente interés en los psicodélicos como herramientas terapéuticas ha generado la necesidad de métodos más precisos para evaluar sus efectos en el cerebro. La psilocibina, por ejemplo, está en ensayos clínicos avanzados como tratamiento para la depresión resistente, mientras que la ketamina ya ha sido aprobada en algunos países para tratar la depresión grave.

Sin embargo, un obstáculo importante en la investigación de nuevos fármacos es la falta de herramientas que permitan predecir con precisión sus efectos. Este estudio ofrece un enfoque innovador que podría acelerar la identificación de nuevas moléculas con potencial terapéutico, evitando el costoso y largo proceso de ensayo y error.

Además, estos hallazgos refuerzan la idea de que los psicodélicos y ciertos antidepresivos comparten mecanismos de acción, lo que abre la puerta a futuras investigaciones sobre cómo mejorar su eficacia y minimizar sus efectos secundarios.

Blindfolded psycho woman in bed, psychedelic

¿Qué significa esto para el futuro de la psiquiatría?

Estamos ante un descubrimiento que podría cambiar la forma en que diseñamos y evaluamos nuevos tratamientos para trastornos mentales. No solo permite entender mejor cómo funcionan los psicodélicos en el cerebro, sino que también ofrece una herramienta práctica para desarrollar fármacos más seguros y eficaces.

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En los próximos años, es probable que veamos un auge en el desarrollo de «psicodélicos de nueva generación», diseñados específicamente para maximizar sus beneficios terapéuticos y reducir efectos secundarios no deseados. Estudios como este son fundamentales para garantizar que esta nueva era en la psiquiatría se base en la mejor ciencia disponible.

El futuro de la salud mental y las sustancias psicodélicas

La clasificación de drogas basada en imágenes cerebrales de alta resolución y aprendizaje automático representa un paso adelante en la neurociencia y la farmacología. Este método no solo ayuda a comprender mejor los efectos de los psicodélicos, sino que también puede revolucionar la manera en que diseñamos nuevos tratamientos para la salud mental.

Con el auge del interés en la psilocibina, la MDMA y la ketamina como potenciales medicamentos psiquiátricos, este tipo de investigaciones nos acerca a un futuro en el que los tratamientos serán más personalizados, seguros y eficaces.

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Acerca del autor

Raúl del Pino es un destacado psiconauta, escritor y autoridad en sustancias psicoactivas, especialmente psicodélicos.

Fundador de www.psiconautica.org en 1996, el primer portal en lengua hispana sobre drogas, se ha enfocado en los Estados Modificados de Conciencia y la Psicología Transpersonal. Autor del libro "MDMA, sexo y tantra", Raúl combina rigor científico con introspección personal, explorando la relación entre psicoactivos, sexualidad y prácticas espirituales. Su trabajo contribuye significativamente a la comprensión y uso responsable de sustancias psicoactivas.