Finalizamos la serie de artículos sobre dopaje en el deporte, un tema siempre interesante para muchos y que se puso de moda recientemente por la Operación Galgo. Leer todas las entregas.

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Pioneros de la coca y la cocaína
 
El clomifeno tiene dos indicaciones atractivas para los deportistas: cuenta con propiedades antiestrogénicas y gonadotrópicas, es decir, evita la posible feminización por la aromatización de esteroides y estimula la producción de gonadotropinas, y consiguientemente la de testosterona. Por tanto, se utiliza para normalizar el sistema hormonal tras la administración de anabolizantes. El clomifeno actúa directamente sobre la pituitaria para generar más gonadotropinas, y en algunos aspectos resulta similar a la HCG. No obstante, varios estudios afirman que es más eficaz para este propósito, ya que el clomifeno contribuye a restablecer la normalidad hormonal y la HCG no. En clínica se utiliza para inducir la ovulación cuando existen trastornos a este nivel, y las indicaciones que señala su presentación comercial son: infertilidad femenina (por fallo en la ovulación) y masculina. Los posibles efectos adversos son: dilatación ovárica, parto múltiple, dolor abdominal o pélvico, vómitos, urticaria, erupciones, problemas de visión, sensibilidad a la luz, mareos, insomnios, depresión y aumento de peso. Existe en farmacias españolas, y es de administración oral.

El cyclofenil es otro producto parecido a los dos anteriores. Es antiestrogénico y eleva la producción de testosterona gracias a su acción sobre la hormona luteinizante. Es menos popular que los otros debido a su elevado precio, si bien a comienzos de los años noventa uno de los gurúes del culturismo, Bill Philips, se dedicó a pregonar sus virtudes en numerosos artículos, e incluso lo presentaba como un suplemento natural, lo cual no es cierto. No se comercializa en España.

 

Prohormonas: DHEA, pregnenolona y androstenediona

Se trata de sustancias que pueden generar una mayor producción de andrógenos por ser precursores de la testosterona, es decir, el cuerpo fabrica esta hormona a partir de ellas. Hace unos años fueron muy populares y se les atribuía todo tipo de efectos beneficiosos. Antes se conseguían en establecimientos de nutrición para deportistas, pero en la actualidad está prohibida su venta y sólo pueden comprarse en tiendas on line de Internet. 

La DHEA (dehidroepiandrosterona) es una hormona suprarrenal que se convierte en testosterona al final de una serie de conversiones orgánicas, pero también en estrógenos (hormonas femeninas), lo cual perjudica el rendimiento. Además de sus pretendidas propiedades anabólicas, casi todos los laboratorios fabricantes la lanzaron al mercado como un suplemento milagroso para aumentar la energía, quemar grasa, prevenir el cáncer y combatir el Alzheimer. Sin embargo, no existe evidencia científica para ninguna de estas afirmaciones.

La pregnenolona es precursora de las hormonas esteroideas y se convierte en DHEA, la cual se convierte en androstenediona, que por fin da lugar a testosterona y estrógenos. Como es un paso anterior a la DHEA, se le puede aplicar lo que hemos dicho de ésta.

La androstenediona es producida por las glándulas suprarrenales, los ovarios (en las mujeres) y los testículos (en los hombres). Ya hemos dicho que el cuerpo convierte la DHEA en androstenediona, y finalmente la androstenediona en testosterona. El problema es que también da lugar a la formación de estrógenos, y su conversión a una u otra hormona no depende de nuestra voluntad.

En conclusión, no hay evidencia que pruebe la eficacia ergogénica de las prohormonas (1). Además, existen posibles efectos secundarios, como por ejemplo la disminución del HDL, el colesterol bueno.

 

Advertencia: describimos productos comercializados por laboratorios legales, no drogas prohibidas. El propósito de este artículo es informar sobre las sustancias dopantes que utilizan los deportistas, no recomendar ninguna de ellas. Tan sólo citamos principios activos, sin marcas concretas, a fin de evitar hacer publicidad de medicamentos con receta. No fomentamos el uso de drogas deportivas y estamos en contra del consumo no responsable.

 

Referencias

(1) Estudios que niegan o ponen en duda la utilidad de estos productos:

Brown G A et alia: “Testosterona prohormone supplements”. Med Sci Sports Exerc. 2006 Aug;38(8):1451-61.

Ziegenfuss, T.N et alia: “Effects of prohormone supplementation in humans: a review”.  Can J Appl Physiol 27(6): 574-591.

Powers MF: “The safety and efficacy of anabolic steroid precursors: what is the scientific evidence”. J Athletic Train. 2004;37(3):300-305.

Douglas S. King et alia: “Effect of Oral Androstenedione on Serum Testosterone and Adaptations to Resistance Training in Young Men”. JAMA. 1999;281:2020-2028.

 

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