por: Dolores Pérez

En estos tiempos que corren, en que cada vez cuesta más llegar a fin de mes y en los que todo el mundo anda hipotecado de por vida, no cabe duda de que para que una familia pueda vivir medianamente bien, ambos cónyuges tienen que trabajar

 

fuera de casa aún a costa de sacrificar cosas primordiales como la educación de los hijos. A las ocho de la mañana, si no antes, quien más y quien menos tiene que depositar a sus hijos en manos ajenas que seguramente no siempre serán las mejores.

Aparte del problema moral y afectivo que esto pueda conllevar, que no seré yo quien entre a juzgarlo, más tarde o más temprano esto nos acarreará una larga serie de inconvenientes.

No nos engañemos, los abuelos hacen lo que pueden, y son eso, abuelos, y su obligación es la de consentir un poco a los nietos y no la de educar, ya lo hicieron con nosotros lo mejor que supieron. La escuela, la verdad se implica poco en la educación de los niños, y cuando lo hace no siempre acierta, les enseña eso si; seguramente muchos aprenderán matemáticas, lengua, ingles…, materias que les serán muy útiles en la vida, pero que no les enseñaran a vivir. Otra «gran educadora» de nuestros días es la televisión. Y esta si que se las trae, la escasa programación infantil que emiten las cadenas televisivas, la suelen dar a horas peregrinas en las que los niños no están en casa, por otra parte es bastante vomitiva, casi tanto como el resto de programación. Esto que en un adulto no representa problema alguno porque tiene la capacidad de desenchufar el aparato, en un niño si lo es, un niño se traga todo lo que sale de la caja tonta sin chistar, así no es de extrañar que algunos sean verdaderos especialistas en grandes hermanos y sandeces semejantes.

Alguien se pregunta qué ocurrirá dentro de veinte años, cuando estos niños de hoy tengan el poder del mundo en sus manos.

Yo, y hablo como madre, tengo la sensación de que estaremos gobernados por auténticos gilipollas, consumistas, sin valores, sin autoridad moral, sin personalidad, sin imaginación…

Ya sé, parece que no van a ser muy distintos de los que nos gobiernan hoy en día, y ahí esta el quid de la cuestión ¿queremos que nuestros hijos sean como todos ellos? ¿Queremos una sociedad tan necia?

Pongamos un ejemplo, en materia de drogas ¿qué clase de información se esta dando a los niños?

El gobierno gasta miles de euros en campañas que llegan a nuestros hijos de la forma antes descrita mediante la televisión y la comunidad escolar. Campañas que adoctrinan pero no enseñan, que asustan, pero aumentan el morbo de lo prohibido, que les inculcan el «simplemente di no», pero no les explican por qué diantre tienen que decir no. Algo parecido a lo que ocurría hace treinta años cuando en los colegios de curas y monjas nos hablaban del pecado, y nos aterrorizaban con los horrores del infierno.

Yo he visto en una escuela de primaria acudir un policía para dar una charla en el día de la lucha contra el tabaco y unos de los argumentos que esgrimía con total desfachatez en contra del consumo de dicha sustancia es que con el dinero que papá y mamá se gastan al año en tabaco, podían llevar a sus hijos a un parque temático situado en París y disfrutar toda la familia de unas maravillosas vacaciones.

Dudo que ese señor estuviera capacitado para hablar sobre ese tema, y me irrita sobremanera que cobre un sueldo que sale de los impuestos que pagamos todos, por decir estupideces y someter a niños tan pequeños a semejante chantaje emocional.

Otro ejemplo para morirse de risa, si no fuera por la gravedad del asunto, es el de una joven psicóloga que acudió a un grow-shop para preguntar si la marihuana tenía algo bueno, porque tenía que dar una charla en un instituto y el guión que le habían dado sólo hablaba mal del asunto

En la comunidad de Madrid, la Conserjería de Educación en colaboración con la Conserjería de Sanidad, planea para el próximo curso escolar un programa educativo sobre sexo, drogas y alimentación, con el fin de informar a los adolescentes en los institutos que deseen participar en este proyecto. Los libros y videos serán facilitados por la comunidad y cada centro decidirá que docente imparte las clases. En este proyecto también colabora la fundación de ayuda contra la drogadicción. Se pretende informar a los más jóvenes de cómo el alcohol y los estupefacientes pueden destrozar su vida.

O sea, más de lo mismo. No van a ser personas especializadas en la materia las que informen a los chicos sino un profesor del centro que dependiendo de su mentalidad, de su educación , de su actitud ante la vida o simplemente de cómo se encuentre ese día , les contará la película de una manera o de otra.

Señores gobernantes; ¿no se dan ustedes cuenta de que en veinte años haciendo campañas de este tipo no han conseguido otra cosa que disparar año tras año el consumo de drogas, y no sólo eso, sino que cada vez es menor la edad de inicio? ¿No se dan cuenta de que algo esta pasando con nuestros niños, que estamos fallando desde la base y en esto, entremos todos y sálgase el que pueda?

Estoy convencida de que los padres consumidores de alcohol, tabaco, cannabis o cualquier otra sustancia , o simplemente aquellos que creemos en la libertad individual de cada uno, los convencidos de que muchos de los problemas que ocasionan las drogas se evitarían con la legalización de las mismas, no queremos que nuestros hijos sean consumidores porque sí, queremos que se les enseñe a ser capaces de elegir por si mismos, a usar sin abusar, que se les dé toda la información, pero toda , que se les trate como a adultos en construcción que es lo que son y no como a simples marionetas.

La confederación nacional de asociaciones de padres y madres de escuelas laicas (CONCAPA) distribuye una revista PMADRES, en la que suelen aparecer artículos sobre distintas sustancias con una información bastante aceptable, pero llega a muy poca gente, lo ideal sería hacer algo para poder llegar a una gran mayoría.

En este punto creo que las asociaciones antiprohibicionistas o de estudios sobre el cannabis u otras sustancias tendrían mucho que decir, siendo como es uno de sus fines ofrecer una información veraz sobre estas materias se deberían tomar cartas en el asunto y si el gobierno no cuenta con las asociaciones, que las asociaciones no cuenten con el gobierno; Hay muchas formas de ofrecer la información, desde las Concejalías de Educación de los ayuntamientos, hasta las asociaciones de padres y madres (AMPAS) de los centros educativos, que suelen ser mas receptivas con todo aquello que se refiere a la educación de los chavales . Es una idea, pero creo que no sería difícil entre todas las asociaciones cannábicas crear un panfleto informativo con la información que consideremos más correcta y distribuirlo por las escuelas, u ofrecer a los asesores médicos de las asociaciones para dar charlas objetivas y veraces a los chicos.

Si la desinformación está entrando por determinados canales, aprovechemos esos mismos canales para contrarrestarla, ya sé que es imposible plantearse una campaña televisiva, ni la asociación cannábica más grande podría permitirse cinco segundos de publicidad en televisión, pero si podemos servirnos de los programas a los que son invitados distintos representantes del movimiento asociativo cannábico.

Lo cierto es que somos muchas cabezas pensantes y estoy segura que juntos podemos dar con alguna clave para conseguirlo.
Como madre adicta a la nicotina no me gustaría que mi hijo siguiera mis pasos, por la esclavitud que supone ser adicto a cualquier sustancia.
Sólo espero que si algún día lo hace sea por su propia voluntad, y consecuentemente, no por el resentimiento causado por no haber ido a conocer al pato Donald.

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