En los últimos años se ha desarrollado el interés por una alimentación sana y equilibrada. Para los nutricionistas el cáñamo se ha presentado como una fuente proteínica vegetal de importancia. Existe tofu, hamburguesas, cerveza, barritas energéticas, harinas, aceites, piensos realizados con cáñamo.

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Las semillas de cannabis contienen un 30% en aceite, un 25% en proteínas y el resto son fibras, vitaminas y minerales. Los niveles de THC apenas existen, por lo tanto, las semillas de cannabis no “colocan” y son un alimento sano (Herer, 1999:38).

Aceites para uso culinario

Las semillas de cáñamo fueron uno de los primeros granos utilizados en China, hace más de 5000 años, junto con la cebada, mijo y sojas. Las semillas eran trituradas en la comida, asadas enteras o cocinadas con gachas de avena. Los monjes durante la Edad Media tenían que comer tres veces al día comida elaborada con semillas de cáñamo. Antiguamente los campesinos comían mantequilla de cáñamo. Estos campesinos eran más fuertes ante cualquier enfermedad que la gente de la nobleza. Entre las clases sociales más altas estaba mal visto comer cáñamo, ya que este era el alimento consumido por las clases sociales más bajas. Desde 1545, el rey Felipe II ordenó que se cultivara cáñamo por todo su imperio para abastecer a los habitantes de comida, además de las medicinas más importantes para combatir la fiebre, la epilepsia y cataplasmas para el reumatismo. Los australianos sobrevivieron a dos largas épocas de hambre en el siglo XIX utilizando únicamente las semillas del cáñamo como proteínas y sus hojas para forraje. Hasta comienzos del siglo XX era muy común el uso de los cañamones para hacer sopas, papillas y gachas.

Para extraer aceite vegetal de alto valor nutritivo la semilla de cáñamo se prensa, pues este contiene la mayor proporción de ácidos grasos vegetales. Su color es de un verde oscuro, su olor profundo y su sabor agradable. Este aceite de cáñamo es la base de nuestro sistema inmunológico y reducen el colesterol de las arterias. También ayuda a mejorar los síntomas de la artritis. También está recetado a personas con problemas de digestión.

El cannabis molido, producto secundario resultante de la extracción de aceite de la semilla, es una especie de harina que contiene la proteína de mejor calidad. En ella nos encontramos cascarillas de las semillas, restos de granos machacados y restos de aceite. Con esta harina se puede germinar, moler y cocinar con él (se utiliza para la elaboración de pasteles, pan y guisos). La proteína de la semilla de la marihuana es una de las proteínas vegetales más completas y más aprovechables que existen.

Comida de pájaros

Los cañamones eran el principal alimento tanto para los pájaros en libertad como para los pájaros domésticos antes de 1937. Los pájaros la preferían a cualquier otra semilla. Antes de la Prohibición, en 1937, se vendieron al por menor en Estados Unidos aproximadamente dos millones de kilogramos cañamones para pájaros. Cuando se le da a un pájaro semillas de cáñamo mezclada con otros tipos de semillas, la primera que el pájaro se come son las de cáñamo. Si se alimentan con cañamones los pájaros en libertad viven más tiempo y tienen más crías que los pájaros en cautiverio.

Muchos carnívoros en estado salvaje comen pájaros y huevos. Los pájaros que viven en libertad son esenciales en la cadena trófica alimenticia, pero están disminuyendo su número debido, entre otras cosas, -una de ellas son los pesticidas petroquímicos- a la falta de cañamones. Si comieran cañamones, los pájaros vivirían entre un 10%- 20% más, tendrían más crías y su plumaje tendría más brillo y grasa.

Con anterioridad a 1937, había más de 10 millones de hectáreas en los Estados Unidos donde crecía el cannabis de forma espontánea. Cientos de millones de pájaros se alimentaban de estas semillas de cáñamo, hasta que el gobierno de los Estados Unidos comenzó su política de total erradicación del eslabón más importante en esta cadena alimenticia. El Ejecutivo Federal, inconsciente de estos peligros biocidas que amenazan toda forma de vida, continúa esta descabellada política de exterminar, tanto aquí como en otros lugares el cannabis.

Los Omega 3 y 6

Desde hace tiempo, los expertos en dietética hablan de la necesidad de incluir en nuestras comidas grasas no saturadas, sobre todo los ácidos grasos llamados linoleicos (o también llamados Omega 6), y alfa-linoleico (llamados Omega 3). Las semillas de cáñamo son ricas en estos nutrientes. Contienen un 30% de aceite, en su mayoría Omega 6 y Omega 3 en la relación de 3 a 1. Lo que se considera óptimo para la salud humana y es el único recurso vegetal que posee esta relación.

Existe un obstáculo para comercializar las semillas de cáñamo, sobre todo en los EE.UU. Las semillas tienen que estar esterilizadas, es decir, que no puedan brotar, este proceso les quita frescura a las semillas y también contenido nutritivo. Las semillas de cannabis que entran en los EEUU deben fumigarse con metilbromido, cosa que no es muy ecológica ni muy sana.

Los ácidos linoleicos y los linolénicos son los responsables de producir energía a través de la comida y de que esa energía se distribuya por todo el cuerpo. Los ácidos grasos esenciales juegan un papel importante en el crecimiento, la vitalidad y el estado de ánimo. Estos ácidos están involucrados en la transmisión de oxígeno a los pulmones y de aquí a todas las células del cuerpo. Son esenciales para mantener oxígeno en las membranas de las células donde éste actúa de barrera para impedir todo tipo de virus y bacterias que no llegan a desarrollarse ante la presencia de oxígeno. El ácido linoléico y el linolénico tienen la función de transportar sustancias como las toxinas a la superficie de la piel, al aparato digestivo, a los riñones y a los pulmones, desde donde pueden ser eliminadas. Los ácidos grasos esenciales son resbaladizos y por lo tanto no obstruyen las arterias, a diferencia de las grasas saturadas, que son pegajosas, y los ácidos semigrasos, que se utilizan para los aceites de cocina.

La edestina

Los cañamones son ricos en proteínas. El 65% de contenido de proteína en la semilla de cáñamo está en forma de edestina globulina (La palabra “edestina” procede del griego “edestos” que significa “comestible”) (Herer, 1999:113)

De estas proteínas las dos terceras partes de las proteínas de las semillas es edestina, con una composición idéntica a la sangre humana pero de origen vegetal. El contenido alto de edestina en el cañamón en combinación con la albúmina, otro tipo de proteína globular que poseen las semillas, hace que la semilla de cáñamo contenga todos los aminoácidos esenciales en proporciones perfectas para asegurar que el cuerpo humano tenga los elementos básicos necesarios para crear proteínas como, por ejemplo, las inmunoglobulinas que son anticuerpos encargados de proteger al cuerpo de todo tipo de infecciones.

La proteína del cañamón permite incluso que una persona afectada de tuberculosis, o de cualquier otro tipo de enfermedad con bloqueo nutricional, obtenga la máxima aportación nutritiva. La semilla de cáñamo se utilizó para tratar deficiencias nutricionales causadas por la tuberculosis, una enfermedad que bloquea la nutrición y hace que el cuerpo se desgaste (Tubercular Nutritional Study, Checoslovaquia, 1955).

La característica más importante del cañamón no es sólo ayudar a desarrollar un sistema inmunológico fuerte, sino el ser la fuente del reino vegetal que más ácidos grasos esenciales contiene. Estos aceites “esenciales”, los ácidos linoléicos y linolénicos, son los responsables del brillo de la piel, del pelo, limpian las arterias y son vitales para el sistema inmunológico.

La semilla como alimento

Ralph Loziers, consejero general del Instituto Nacional de Productos de Semillas de Aceite, después de haber estudiado la ley sobre la prohibición de la marihuana de 1937, declaró ante el Comité de Congresistas de los Estados Unidos que: “La semilla de cáñamo se utiliza en todos los países orientales y también en algunos lugares de Rusia como alimento. Se cultiva en los campos y se utiliza como la harina de avena. Todos los días millones de personas utilizan la semilla de cáñamo en Oriente como comida. Llevan haciendo esto a lo largo de muchas generaciones, especialmente en periodos en los que el hambre fue particularmente acuciante”.

El cañamón se puede moler, y el resultado es una pasta muy similar a la de la manteca de cacahuete, pero más suave al paladar. Las semillas de cáñamo sirven para elaborar pasteles, pan o pasta. El cañamón es el ingrediente perfecto para la elaboración de las barritas de cereales por su aporte energético. Los extractos del cañamón, pueden servir de especias para condimentar el pollo, los filetes, el cerdo y pueden ser utilizados para hacer margarina. Si la semilla germina tiene mayor valor nutricional; el cañamón puede germinar y utilizarse sus brotes de la misma forma que los de cualquier otra semilla para las ensaladas y para cualquier tipo de comidas.

Estos ácidos grasos también se encuentran en otros aceites como el de pescado azul o en el aceite de lino, pero su sabor es realmente desagradable. Ninguna otra planta se puede comparar con el valor nutricional que aportan las semillas de cáñamo. Así que este aceite es una fuente alimenticia saludable y también un agente terapéutico.

De los cañamones germinados se puede obtener “leche”, al igual que existe la leche de soja. Se puede utilizar esta leche para hacer una crema de helado de muchos sabores diferentes, que es deliciosa, muy nutritiva y además reduce el nivel del colesterol. La semilla de cáñamo se puede moler para ser utilizada como harina, o endulzar para echársela a la leche, siendo el resultado un desayuno de cereales muy nutritivo, al igual que la harina de avena o de trigo. Este tipo de comida se conoce con el nombre de “gachas” o como se dice en mi pueblo “migas”.

Aplicaciones médicas

Estos ácidos grasos esenciales de los cañamones fueron utilizados por la Dra. Joanna Budwig (1908-2003) (nominada para el Premio Nobel siete veces) para tratar a los enfermos de cáncer “terminales” obteniendo muy buenos resultados, así como en aquellos enfermos que padecían enfermedades cardiovasculares, atrofia glandular, artritis, cálculos biliares, degeneración renal, acné, piel seca, problemas menstruales y deficiencias inmunológicas (Herer, 1999:115).

Los pioneros en el campo de la bioquímica y de la nutrición creen que las enfermedades cardiovasculares y la mayoría de los cánceres son enfermedades de degeneración de los ácidos grasos producidas por un continuado consumo desmesurado de grasas saturadas y aceites vegetales refinados, que convierten a los ácidos grasos en potenciales cancerígenos. Los investigadores creen que el cáncer aparece cuando se debilita el sistema inmunológico. Y cada vez es más común que la población de países occidentales tenga enfermedades relacionadas con la inmunodeficiencia. Se están realizando unos estudios a través de los cuales se está comprobando que consumir los aceites esenciales permite que se fortalezcan los sistemas inmunológicos de los enfermos de SIDA.

Bibliografía

Ferrer, Ch. (2005). La Biblia del cannabis: Terapéutica, cultivo e historia de la planta prohibida. Carena Editors, S.L.
Herer, J. (1999). El emperador está desnudo, Castellarte S.L., Castellar de la Fra.

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