Descubre cómo el humus de lombriz mejora la salud del suelo, aporta nutrientes esenciales y fortalece el ecosistema agrícola de forma natural y sostenible

Por Víctor Bataller 

Hay muchos ejemplos de los beneficios que nos aportan los insectos. Ya hemos tratado un tema tan amplio e interesante como los depredadores naturales y ahora nos centraremos en el humus de lombriz, un producto que cada vez tiene más aceptación entre los cultivadores y que nos aporta una serie de nutrientes y compuestos naturales que benefician a la planta, al suelo y, en general, a todo el ecosistema. Es un mundo apasionante lleno de grandes utilidades que si conseguimos dominar desde el conocimiento y la experiencia nos va a suponer que consigamos una gran cantidad de ventajas para nuestros cultivos.

Técnicamente, el término “humus” se refiere a un producto constituido por un número amplio de compuestos de tipo coloidal procedentes de la descomposición de restos orgánicos y generado por organismos o microorganismos beneficiosos como hongos, bacterias, invertebrados, levaduras, etc. Posee un color oscuro debido a la gran cantidad de carbono que contiene y los elementos orgánicos que lo constituyen son muy estables, es decir, su grado de descomposición es muy elevado, casi completo, lo que permite a las plantas obtener de él una gran cantidad de nutrientes de forma rápida y sin emplear unos altos niveles de energía en su consumo. Por otro lado posee la cualidad de retener gran cantidad de humedad, lo que unido a que no provoca fermentaciones indeseables que puedan perjudicar a las raíces más tiernas lo hace un producto ideal para el momento de la siembra o para el cultivo en maceta combinado con otros materiales casi inertes como turbas, perlita, vermiculita o fibra de coco.

El término “coloidal” se refiere a que a nivel estructural es un sistema formado por dos o más fases: una continua (que normalmente es líquida aunque también se pueden encontrar coloides con una fase continua cuyos componentes aparecen en otros estados de agregación) y otra dispersa en forma de partículas generalmente sólidas y muy finas. Los coloides se diferencian de las suspensiones químicas en el tamaño de las partículas de la fase dispersa: mientras que las partículas en los coloides no son visibles directamente sino que sólo se pueden observar a nivel de microscópico, las partículas de las suspensiones químicas sí son visibles a nivel macroscópico o a simple vista. Por ello, si se les deja reposar las fases de una suspensión, se separan mientras que las de un coloide no.

La característica principal del humus de lombriz es que se genera por la digestión de las lombrices de tierra, que son voraces consumidoras de materia orgánica, tanto animal como vegetal. Su estudio y utilización en los sistema productivos agrarios ha llevado a la creación de una nueva técnica de producción conocida como lombricultura, que la podríamos definir como el conjunto de todas las operaciones relacionadas con la cría y producción de lombrices de tierra utilizando exclusivamente residuos orgánicos con el fin de favorecer su reciclaje y obteniendo con ello abonos que puedan emplearse en cultivos y que se conocen como humus de lombriz, un compuesto que se caracteriza, como ya hemos mencionado, por poseer propiedades como mejorador de las propiedades físicas y químicas del suelo (oxigenación o permeabilidad), retención de humedad o aumentar la capacidad de intercambio catiónico.

La lombricultura también se puede definir como el proceso de descomposición natural, similar al compostaje, en el que el material orgánico, además de ser degradado por los microorganismos endémicos de la propia materia orgánica como hongos, bacterias, levaduras, etc., también lo es por el sistema digestivo de las lombrices que se alimentan de dicho material orgánico obteniendo minerales tales como nitrógeno, fósforo o potasio y otros compuestos humificados que sirven para estructurar el suelo formando agregados.

Las lombrices de tierra tienen un importante papel en los ecosistemas donde son consideradas básicas para el funcionamiento del mismo, constituyen la principal biomasa o zoomasa del suelo, contribuyen a la formación del mismo, participan activamente en los ciclos del carbono y del nitrógeno, promueven la actividad microbiana, mejoran las propiedades físicas y químicas del suelo y son muy importantes en la cadena trófica ya que son la base de la alimentación de aves y mamíferos como los jabalíes, cerdos, aves gallináceas, etc.

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La lombriz de tierra no tiene dientes, ya que su aparato bucal es succionador. Su efectividad reside en su aparato digestivo que, además del aparato bucal ya mencionado, está formado por una faringe musculosa, un delgado esófago, un buche o receptáculo de comida de paredes delgadas, una molleja muscular empleada para moler la tierra ingerida, un intestino largo y el recto.

En las especies de lombrices utilizadas en la fabricación de humus se buscan unas características concretas que facilitan su cría:

  • Debe tener un ciclo de vida relativamente corto para que su capacidad de reproducción sea elevada.
  • Deben desarrollar su ciclo vital en unas condiciones medioambientales nada limitantes respecto a temperatura, humedad, etc., de manera que el control del medio ambiente no sea muy estricto y no se aumenten los costos de producción
  • El crecimiento debe ser exponencial para que alcancemos rendimientos en la producción inmediatamente y en su parte final predomine la actividad reproductiva.

Pasamos a detallar algunas de las especies de lombrices más utilizadas en la formación del humus de lombriz.

Eisenia foetida

 También conocida como lombriz roja californiana o lombriz fétida porque desprende una sustancia de muy mal olor cuando detecta a un depredador cerca como método de autodefensa. Es la especie de uso tradicional en sistemas de compostaje de excrementos de animales y restos vegetales, dado que es una de las lombrices más resistentes a cambios de temperaturas. Su nombre común también nos puede llevar a engaño porque en realidad es una especie originaria de Europa, aunque fue en California donde se empezó a estudiar y a utilizar gracias a todos sus efectos beneficiosos.

Su crecimiento óptimo es a temperaturas entre 15 y 25 ºC, humedad del medio entre 80 y 90 %, buena aireación, pH entre 5 y 9, concentraciones de amonio y sales inferior a 0’5 mg/g pero, dada su gran resistencia, pueden ser criadas en cualquier lugar donde las temperaturas no superen los 40 °C e incluso cuando la temperatura es inferior a 7 °C las lombrices no se reproducen pero siguen produciendo abono aunque en menor cantidad.

Sus principales características biológicas son:

  • Hermafrodita incompleta, es decir, tiene ambos sexos pero para reproducirse ha de aparearse.
  • En su morfología destaca por tener cinco corazones y seis pares de riñones.
  • Su color es rojo oscuro.
  • Respiración cutánea, es decir, a través de la piel.
  • Mide de 6 a 8 centímetros de largo, de 3 a 5 milímetros de diámetro y puede pesar hasta 1’4 g
  • No soporta la luz solar, de hecho, una lombriz que está expuesta a los rayos del Sol muere en unos pocos minutos.
  • Vive entre 4 a 5 años y en condiciones óptimas puede llegar a producir otras 1.300 lombrices al año aunque en sistemas de producción intensivo este periodo de vida puede reducirse ligeramente.
  • No contrae enfermedades ni las transmite.

La lombriz excava en el montón de compost a medida que come y va depositando sus deyecciones detrás de ella. El humus que produce sirve como excelente fertilizante para los cultivos. Como hemos indicado, las lombrices adultas pueden llegar a pesar hasta 1’4 gramos y pueden estar comiendo una ración diaria equivalente a su propio peso. De toda esa ingesta, algo más de la mitad se convierte en un abono mucho más rico que la materia orgánica originaria ya que contiene cinco veces más nitrógeno, siete veces más fósforo, cinco veces más potasio y el doble de calcio.

Eudrilus eugeniae

 Especie de gran tamaño originaria de la zona tropical del oeste de África y de crecimiento rápido pero baja tasa de reproducción. Pueden reproducirse con temperaturas que pueden llegar hasta los 40 ºC, lo que la hace apropiada para los países tropicales o áridos, pero su rango ideal de desarrollo y reproducción está entre los 20 y 30 ºC. Puede llegar a pesar hasta 2’5 gramos tras 10 semanas de vida.

Dendrobaena veneta

Ideal para zonas templadas y húmedas, donde permite obtener un humus de buena calidad. Suele utilizarse con mucha frecuencia para alimento vivo de muchas mascotas o como cebo en la pesca deportiva ya que a diferencia de la lombriz roja de california estas resisten más en el agua y no sueltan ningún liquido fétido. La cría doméstica de esta especie de lombrices es muy similar a la cría de la lombriz roja, pero su ciclo de reproducción es más lento y al ser una lombriz de mayor tamaño es necesario más espacio. Se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Tener siempre disponible compost fresco que permita retirar las lombrices del humus de lombriz terminado.
  • Utilizar una caja de plástico con tapa de color negro para evitar la incidencia de luz y de unos 30 litros o más de capacidad.
  • Hacer orificios de ventilación en la tapa de la caja que permitan mantener estable la humedad y evitar condensaciones indeseables.
  • Veinte litros de sustrato, siendo lo ideal mezclar restos vegetales y estiércol en proporciones similares.
  • Para el mantenimiento es ideal ir añadiendo restos vegetales una vez por semana y remover un poco el compost.
  • El número de lombrices es variable, pero unas cincuenta o cien para este volumen es lo ideal (cuanto más grande es la especie menos cantidad de individuos es la que se debe emplear).
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En un estudio realizado por Miguel Schuldt, uno de los mayores especialistas en el mundo de la Lombricultura, se comparó el potencial reproductivo de algunas de las especies de lombrices empleadas en la fabricación del humus de lombriz. Según sus estudios de la decena de lombrices que pueden utilizarse en lombricultura la Eisenia foetida y Eisenia andrei (ambas de origen eurpeo) se hallan presentes en zonas con inviernos rigurosos, mientras que Eudrilus eugeniae aparece en regiones con temperaturas más elevadas. Según Schuldt, a pesar de ser menos tolerante a extremos térmicos, la E. eugeniae es interesante no sólo para la producción de proteínas en el alimento de insectívoros o la pesca deportiva sino también para obtener humus de lombriz. Contrariamente a lo que pudiera parecer en lo que se refiere al potencial reproductor en las zonas del trópico la E. eugeniae no tiene la presencia esperada y, por el contrario, predomina la E. foetida, tal y como se desprende de los resultados de un estudio realizado en Cuba en el 2002 (Peña-Turruela y colaboradores). Otro aspecto tratado en ese mismo estudio y que cita la experiencia de otros investigadores es que la E. foetida nos permite la retirada de lombrices más fácilmente una vez se haya obtenido humus de lombriz empleando como cebo compost nuevo.

Sobre el uso combinado de estas dos especies se parte de la consideración de que los potenciales reproductores de E. foetida y E. eugeniae son equiparables pero un descenso en la humedad en el medio puede favorecer la predomine la segunda. Además, esta prevalencia se vería favorecida si la E. foetida se encuentra junto con la E. andrei que podría originar apareamientos sin descendencia. Otra conclusión a la que llegaron es que el cambio climático favorece la aparición ocasional de E. eugeniae en zona donde la E. foetida es endémica, generando tensión entre las poblaciones de ambas especies. Por ello se desaconseja la introducción de E. eugeniae en regiones donde no se ha integrado de forma natural y cabe la posibilidad de que pudiera constituirse en vector de alguna patología de origen viral, bacteriana o protistas y helmintos como el Trematodos digeneos. Los tremátodos son una clase de gusanos que incluye especies parásitas de animales, algunas de las cuales infestan al hombre. Son conocidos comúnmente por “duelas” y la mayoría de los tremátodos tienen ciclos de vida muy complejos con estadios que afectan a varias especies: en estado adulto son endoparásitos de vertebrados, incluido del ser humano, y en estado larvario lo son de muchos invertebrados como las lombrices de tierra.

 

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.