El pleno del Senado ha rechazado este miércoles comenzar a tramitar una ley planteada por la Izquierda Confederal para regular a nivel estatal los clubes de consumidores de cannabis.
La amplia mayoría conformada por el PSOE, PP y Vox ha impedido la toma en consideración de la proposición de ley que ha defendido el senador de Geroa Bai Joseba Martínez, que ha recabado el apoyo de ERC, EH Bildu, JxCAT y Ciudadanos y la abstención del PNV y el PAR.
Durante la defensa de la iniciativa, Martínez ha asegurado que el objetivo de esta proposición no es el de «legalizar sin más» el consumo y cultivo del cannabis «como si de una barra libre se tratara», sino que busca limitar ambos «con una legislación estricta y coherente» que distinga entre consumidores y mercados ilícitos.
Tras recordar que cada vez más países están legalizando el consumo, cultivo y distribución de esta sustancia, Martínez ha lamentado que la ausencia de «un marco normativo claro, actual y coherente con los principios constitucionales» aboque a personas y entidades a «una indeseable inseguridad física y jurídica».
A su juicio, con esta regulación «algunos de los riesgos y daños» que conlleva el consumo de esta sustancia «se pueden acotar» para que su uso sea «más seguro», y ha defendido que se regule de manera responsable para adultos y sin incitar a nuevos consumos.
En España actualmente hay unos 1.500 clubes de consumo de cannabis, ha dicho el senador, que ha recordado que en Navarra, Cataluña, País Vasco y Baleares están regulados, además de en numerosos municipios que han aprobado ordenanzas para ordenar su actividad.
Unos argumentos que no han convencido a los socialistas, cuya portavoz, Patricia Abascal, ha negado que las normas «estén obsoletas» y ha apostado por comenzar regulando el uso medicinal del cannabis, un uso terapéutico que «abre una puerta a seguir avanzando, «pero siempre teniendo en cuenta que es una droga y que su consumo tiene muchos perjuicios para la salud pública».
Para Patricia Rodríguez (PP), esta iniciativa busca «el uso lúdico o recreativo» del cannabis, cuyos riesgo de consumo aumenta «ante una mayor accesibilidad, disponibilidad y normalización», mientras que José Manuel Marín (Vox) ha considerado que la legalización «en cualquiera de sus formas supone una claudicación de la sociedad y una banalización de las drogas».
Desde el PNV, Nerea Ahedo se ha mostrado partidaria de regular las asociaciones de consumidores de cannabis porque una «política prohibicionista» no funciona, si bien ha explicado que no apoyarán la medida al entender que tal y como se plantea la proposición «no parece un soporte legal y seguro», además de no respetar el régimen competencial autonómico.
Al término del debate, Ramón Morcillo, secretario general de Representación Cannábica de Navarra (RCN-NOK) y uno de los promotores en España de la regularización del cannabis, ha mostrado su decepción con el resultado del debate, especialmente con la posición en contra del PSOE a la iniciativa.
«El PSOE ha dado la espalda a la sociedad, esa es la lectura de su discurso desfasado y desactualizado», ha lamentado Morcillo que se ha mostrado convencido de que «más pronto que tarde» sus propuestas serán admitidas, pues «el debate está en la calle y un 49% está a favor de regularizar el cannabis para adultos».
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.