Ya que la adquisición de nuestro primer vaporizador puede ser, además de costosa, un poco complicada, este mes daremos las claves necesarias para hacer una buena compra, evitando así llevarnos alguna sorpresa desagradable a corto plazo.

¿Qué vaporizador elegir?

Lo primero que debemos tener en cuenta cuando vamos comprar un vaporizador es qué uso le vamos a dar, ya que esta decisión marcará la necesidad de comprar un tipo u otro.

A los no iniciados suelo recomendarles empezar con un vaporizador portátil de gama alta, ya que produce un vapor de calidad –similar al producido por los mejores vaporizadores de sobremesa– con la ventaja de poder usarlo fuera de casa. En cualquier caso, si nuestro consumo se lleva a cabo exclusivamente en casa, recomiendo usar un buen vaporizador de sobremesa. De esta forma obtendremos un vapor de altísima calidad y se tratara, generalmente, de aparatos robustos y duraderos. Además, estos vaporizadores suelen tener más precisión en la temperatura elegida para vaporizar, ya que gracias a su tamaño pueden albergar termostatos más precisos y con menos fluctuaciones en la temperatura.

¿Flores o extracciones?

Una vez tengamos claro dónde se llevará a cabo nuestro consumo, debemos pensar para qué utilizaremos nuestra máquina de vapor. En este caso podremos elegir entre tres variantes: vaporizadores exclusivamente para flores, especiales para extracciones o buenos vaporizadores que permita vaporizar ambas esencias.

Si nuestro consumo es mayoritariamente de flores, siempre recomiendo un vaporizador destinado exclusivamente para ello, ya que estos modelos suelen obtener un vapor de gran calidad, pues han sido diseñados especialmente para este uso. Además, suelen tener un precio más reducido al no disponer de la opción de vaporizar extracciones.

Si utilizamos el vaporizador exclusivamente para el consumo de extracciones, debemos elegir un vaporizador especialmente diseñado para ello. Estos vaporizadores los podemos dividir en dos categorías: vaporizadores y atomizadores.

  • Vaporizadores para extracciones: en el mercado podemos encontrar algunos vaporizadores portátiles especialmente diseñados para el consumo de extracciones. Estos vaporizadores tienen una mayor potencia que los usados para consumir hierbas, ya que las extracciones necesitan mayor temperatura para ser volatilizadas. Este aumento de potencia hace que las baterías suelan tener menor autonomía, siendo ésta su principal desventaja. Estos vaporizadores tienen la capacidad de ajustar la temperatura a vaporizar, produciendo un vapor sabroso y estable.
  • Atomizadores: como os hemos explicado en artículos anteriores, los atomizadores son vaporizadores especialmente diseñados –en la mayoría de los casos– para el consumo de extracciones. Dichas máquinas de vapor ofrecen la ventaja de poder vaporizar de una forma más o menos aceptable por un precio muy económico. Además, estos son de calentamiento rápido, ahorrando así batería y prolongando su autonomía. Estas máquinas de vapor suelen carecer de control de temperatura, corriendo el riesgo de combustionar. A esto hay que añadirle que vaporizaremos siempre a la misma temperatura, sea cual sea la extracción elegida, provocando, en ocasiones, el típico sabor a palomitas quemadas.

A los amantes de combinar hierbas y extracciones les recomendaría un vaporizador de sobremesa, a ser posible de gama alta, ya que estos vaporizadores suelen tener más accesorios para combinar ambas esencias.

Sin embargo, los vaporizadores portátiles no suelen traer esta opción y los que la traen flojean cuando vaporizas hierbas. Lo mismo ocurre cuando están diseñados para el consumo de extracciones, pues ofrecen poca calidad en el vapor cuando vaporizamos hierbas.

¿Con o sin agua?

A pesar de lo que pueda parecer, esta pregunta crea muchas discusiones entre los vaporetas, ya que algunos prefieren inhalar el vapor directamente mientras otros – entre los que me encuentro– prefieren hidratar el vapor antes de ser inhalado. A continuación hablaremos de las ventajas e inconvenientes de hidratar el vapor, así vosotros mismos podréis posicionaros en uno u otro bando:

  • Ventajas al hidratar el vapor: la primera y principal ventaja de hidratar el vapor es que bajamos su temperatura, por lo que al ser inhalado estará mucho más fresco. También cabe destacar que este vapor es mucho más suave al pasar por las vías respiratorias, ya que no produce sequedad. Con esto conseguimos un vapor con más matices en el sabor.
  • Inconvenientes de hidratar el vapor: la mayor desventaja de hidratar el vapor es la necesidad de tener algún líquido –generalmente agua– como refrigerante. Esto hace que corramos el riesgo de mojar las partes electrónicas del vaporizador, estropeándolo. Otra de las desventajas en las que se basan los vaporetas más reticentes a la hidratación, es que estos vaporizadores suelen ser más grandes, dado que poseen una cámara de hidratado. En caso de no tenerla, muchos vaporizadores traen la opción de unirlos a nuestra pipa o bong preferidos, aumentando así el tamaño de la máquina de vapor final –vaporizador más bong o pipa–. La última desventaja que se me ocurre es la fragilidad de las cámaras de hidratado, ya que suelen estar fabricadas en cristal de borosilicato. Además, son pocos los vaporizadores portátiles con cámara de hidratado, dejando esta función, normalmente, para los vaporizadores de andar por casa.

¿Lúdico o medicinal?

Pese a que nadie quiere poner en peligro su salud, los consumidores medicinales son los más preocupados en no empeorarla, de hecho, en muchos casos vaporizan cannabis para mejorarla. Precisamente por eso, los usuarios medicinales son, normalmente, los que más cuidan que sus vaporizadores estén fabricados con materiales nobles que garantizan su salubridad. Además, los consumidores medicinales necesitan un termostato superpreciso para volatilizar unos cannabinoides u otros dependiendo de cuál sea su necesidad.

Por el contrario, los consumidores lúdicos y los que usan el vaporizador ocasionalmente se conforman con vaporizadores menos precisos y con materiales salubres pero de escasa calidad, que tendrán una menor vida útil, además de producir un vapor menos estable. Esta menor calidad en el interior del vaporizador suele verse compensada con un mayor cuidado con su apariencia exterior, algo que suelen agradecer los usuarios de vaporizadores portátiles, pues muchos llevan su vaporizador allá donde van. En este aspecto, hay que tener en cuenta que los vaporizadores de “calidad medicinal” suelen ser mucho más toscos y grandes. 

¿El precio condicionará nuestra compra?

Éste es un tema que no me gusta tocar, pero dado el estado de crisis económica en el que nos encontramos, así como las inexistentes subvenciones en lo que respecta a máquinas de vapor usadas para mejorar nuestra salud –recordemos que no sólo podemos vaporizar cannabis, como ya hemos hablado en artículos anteriores–, no me queda más remedio que hablar sobre el dinero. Para facilitarnos la elección dividiremos los precios en tres grupos:

  • Bajo coste: cuando nos referimos a vaporizadores de bajo coste hablamos de los que tienen un precio inferior a 100 euros. Dentro de este rango de precios podemos encontrar multitud de modelos con mayor o menor calidad. Aunque los más recomendables en este rango serán los atomizadores, ya que los vaporizadores comunes por debajo de 100 euros, proporcionarán –en la mayoría de los casos– un vapor de escasa calidad. Sin embargo, los atomizadores, al carecer de termostatos regulables, abaratan considerablemente los costes de fabricación. Como consecuencia, el precio final es generalmente menor. Esta horquilla de precios es ideal para los amantes de las extracciones, ya que si hablamos del consumo de flores, no encontraremos un vaporizador de calidad con un precio inferior a 100 euros.
  • Gama media: cuando hablamos de gama media nos referimos a vaporizadores que se encuentran entre los 100 y los 250 euros. Siendo esta la horquilla de precios la más común y englobando multitud de vaporizadores, tanto portátiles como de sobremesa. Dentro de los modelos de sobremesa con precio inferior a 250 euros podemos encontrar grandes máquinas de vapor, aunque este rango de precios es óptimo para comprarnos un vaporizador portátil de la más alta calidad. Esto se debe a que en los vaporizadores portátiles de gama alta suelen ajustar más el precio que los de sobremesa.
  • Gama alta: en la gama más alta de vaporizadores podemos encontrar estupendas máquinas de vapor que van desde los 250 a los 1.000 euros –siendo la gran mayoría de sobremesa–. Estos vaporizadores suelen utilizar materiales como el titanio, de ahí que se encarezca el precio de fabricación. También cabe destacar que la mayoría de estos vaporizadores pueden vaporizar tanto flores como extracciones, siendo los más polivalentes, con la gran ventaja de no perder calidad en el vapor, sea cual sea la esencia a vaporizar. Además, estos vaporizadores están dotados de termostatos muy precisos, algo especialmente valorado por los consumidores medicinales. No podemos olvidar que son los más duraderos, ofreciendo una vida útil casi ilimitada.

Debemos recordar que, porque un vaporizador valga más o menos, esto no quiere decir que sea de mejor o peor calidad, ya que hay vaporizadores caros de calidad media/baja y vaporizadores más baratos de calidad alta. Por lo que el precio sólo es una variable más a tener en cuenta.

¿Dónde lo compro?

Hasta hace apenas unos meses, esta cuestión ni siquiera nos la planteábamos, ya que la mayoría de vaporizadores se vendían a través del fabricante o de growshops y tiendas especializadas y de confianza. Pero a día de hoy podemos encontrar vaporizadores en todo tipo de páginas, ya sean nuevos o incluso ofertados como productos de segunda mano para justificar el precio –cuando son totalmente nuevos–.

Estas triquiñuelas se usan, normalmente, para vender imitaciones de vaporizadores de gama media/alta. También puede tratarse de modelos originales con ciertas taras de las que el fabricante no se responsabiliza. Este ahorro puede parecer una gran ventaja, pero, con el tiempo, veremos cómo nuestro vaporizador flojea en muchos aspectos, alejándose del modelo original con garantía.

Por estas complicaciones siempre recomiendo comprar directamente al fabricante ya que nos ofrecerá mayores garantías en la compra. También es una buena opción comprar el vaporizador en nuestro growshop de confianza –ya sea con tienda física u online–, asegurándonos así un buen servicio posventa.

¿Cómo evitar disgustos posventa?

En el caso de que la oferta que hayamos visto sea muy jugosa y creamos que es viable correr el riesgo de comprar un vaporizador de este tipo, lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que el modelo que vamos a comprar es original y no una copia o imitación. Para ello bastará con ponernos en contacto con el fabricante y asegurarnos que han distribuido ese producto a la tienda a la que se lo vamos a comprar. En el caso de no poder comprobarlo con el fabricante, si hemos corrido el riesgo de comprarlo, comprobaremos si el número de serie que viene en nuestro vaporizador es original. Esta operación suele ser sencilla ya que la mayoría de marcas ofrecen un correo electrónico posventa donde certificarán que la máquina de vapor adquirida es original y posee las garantías del fabricante.

No podía terminar este artículo sin animaros a que os paséis al maravilloso mundo de la vaporización, donde no sólo cuidaremos nuestra salud sino que además degustaremos matices en los sabores que, sin una máquina de vapor, nunca saborearíamos.

¡Yo vaporizo!

Acerca del autor

Raro Genetics

Cultivando, extrayendo y vaporizando desde el siglo pasado. Cientos de artículos publicados en los medios más prestigiosos del sector cannábico en España. Juez en las copas más renombradas en Europa. Presidente asociación de CBD-rich. Fundador  de Origami Extracts Tools. @raroweed