por: María Alicandú

Durante el mes de junio el partido Cannábico del Reino Unido (Legalize Cannabis Alliance) hacía una declaración alertando sobre muestras de haschich comprado en el mercado negro callejero de Birmingham, cortado con desechos fecales de origen animal, pero además otros elementos como diesel, tranquilizantes de uso veterinario, caucho, barbitúricos, se adjuntaban a una larga lista de aditivos tóxicos detectados que

podrían ser peligrosos, e incluso letales para el consumo humano. Esta adulteración responde aparentemente al aumento considerable de la actual demanda en ese país de haschich marroquí de alta calidad, lo que también ha terminado resintiéndose en el precio tanto del producto de calidad como del producto de baja gama traducido en un significativo aumento. En muchos casos algunas muestras no contenían siquiera rastros de cannabis y aparentemente el problema ya concierne el mercado negro en todo el país.

El Reino Unido, como casi toda la parte no mediterránea del continente europeo, es reputado por la mala calidad del haschich disponible en el mercado negro, siendo bastante corriente el consumo de marihuana como alternativa a la poca fiabilidad de éste.

Contrariamente, España es más bien reputada por la calidad del haschich en el mercado negro. Sin embargo, la cuestión se complica porque hace apenas días en se registraban en Cataluña casos de adulteración con derivados de hidrocarburos.

Sabemos que este tipo de alertas crean paranoia, pero no afectan el consumo y sí los precios. Si bien es evidente que el producto adulterado sigue estando allí, lo interesante sería saber qué se puede hacer para evitar que esta situación continúe produciéndose, tomando en cuenta que el consumo del cannabis bajo diversas formas es una realidad.

El haschich adulterado es consecuencia de la falta de información reinante, tanto como de la falta de una posición realista frente a la existencia del consumo del cannabis, y de una clase política que sirve los intereses mafiosos o demagógicos.

Salimos a ver que opináis vosotros de esto, y sobre todo a pediros lo que parece imposible pedir a la clase política, una toma de posición frente a un problema de salud pública.M.A…

Alex, 19 años. Estudiante (Madrid)
“Creo que deberían legalizar de la misma forma en la que lo han hecho en Holanda, por ejemplo. Se lo toman y viven mucho mejor que nosotros porque se quitan un problema de encima. La posición del gobierno es hipócrita, legalizando y controlando la venta tendrían varios problemas resueltos, el de la salud y el de las mafias, pero es evidente que la situación actual sirve sus intereses”

Julieta: 61 años. Profesora universitaria y escritora (Costa Rica)
“Todo lo ilegal es un gran negocio para las mafias, si se legaliza y se controla la venta dejaría de ser un negocio para las mafias. También el hecho de de que consumir cannabis no siga siendo ilegal hace que tenga mucho menos morbo el hecho de hacerlo porque si controlas también debes informar y los primeros beneficiados serían los más jóvenes. Legalizarlo sería la única forma de controlar la calidad, tomando en cuenta que la gente consume y consumirá, es la realidad. Los gobiernos y las creencias religiosas hacen mucho daño en este sentido porque se creen con el derecho de decirles a las personas adultas cómo deben vivir, y creo que esto es algo que debe decidir cada quién”

Rachid, 21 años. Camarero, trapichea con haschich (Marruecos)
“Tengo un hermano mucho mayor que yo con secuelas por haber fumado durante muchos años haschich de mala calidad. La cabeza te empieza a funcionar mal, es como si te volvieras loco. Es tan peligroso como cualquier otra droga de mala calidad o adulterada, y lo peores que la gente no deja de consumir aunque circule un producto adulterado. Deberían legalizar el cannabis es la única forma de que esto no pase, a mi me parece lo ideal, ese será un gran día, aunque no pienso lo mismo respecto a todas las drogas. El cannabis no representa el mismo peligro que la cocaína o la heroína, estás son como el alcohol, drogas que te arruinan y te esclavizan. Luego si haces negocios con el haschich lo más lógico es ofrecer un producto de calidad. Al que compra yo le recomendaría probar hasta encontrar lo que busca como calidad y una vez que lo encuentre cuidar el contacto”

Amparo, 31 años. Ebanista (Chile)
“No creo que legalizar sería una solución porque me parece imposible controlar algo como esto, pienso que si legalizan seguiría habiendo haschich de mala calidad, aunque probablemente terminaría habiendo menos casos de haschich adulterado, porque seguramente habría algo más de control. Pero tampoco soy partidaria del exceso de libertad que implica la legalización, no me parece algo bueno. Creo que la gente tiende a confundir libertad con libertinaje y personalmente tampoco estoy a favor de consumir ninguna droga”

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