La falta de regulación nacional les impide acceder a financiación
La marihuana se enfrenta a una crisis histórica. Las principales empresas del sector del cannabis recreativo se encuentran en un callejón sin salida por la demanda por los suelos por la variante ómicron y sin capacidad de financiarse para afrontar la situación. Además, las principales empresas del sector y muchos vendedores minoristas han firmado ya un escrito en el que piden al Gobierno que quiten impuestos al consumo de esta droga para permitirles competir con la venta ilegal y porque actualmente están «al borde del colapso».
Las principales marcas del cannabis vivieron hace un par de años una fiebre bursátil por la promesa de que Estados Unidos haría una ley nacional que abriese el enorme mercado norteamericano de pleno y no solo en estados concretos. Ahora, tras la ilusión por la llegada de Biden, ese escenario es improbable y las acciones se ven arrastradas en una espiral bajista.
Canopy Grouth ya ha perdido desde máximos de noviembre un 45% de su valor, Cronos Group un 48%, Aurora Cannabis un 36%, Tilray un 50% y Hexo Group un 56%. Por su parte, desde máximos de febrero las caídas de todos estos grupos supera el 70% siempre y en casos como Tilray o Hexo, alcanzan descensos del 89% y el 94% respectivamente.
El principal problema que tienen estas empresas es que el sistema bancario estadounidense está cerrado para estas empresas y los inversores institucionales no quieres ni oír hablar del negocio del Cannabis por el daño que esto puede hacer en su reputación. Algo tan sencillo como alquilar un campo para cultivar requiere numerosos intermediarios que encarecen el producto final. «Los inversores aparecieron a principios de este año porque esperaban un progreso más rápido hacia la legalización y se fueron porque se sintieron decepcionados», dijo Alan Brochstein, fundador de 420 Investor y New Cannabis Ventures.
A todo esto se ha sumado una caída en picado de la demanda el covid, que ha reducido de forma drástica los eventos sociales, una crisis de suministro que ha encarecido los precios y unos impuestos al cultivo y a las ventas que han reducido fuertemente los márgenes. Todos estos problemas, sumados en la pérdida de confianza de que Washington cambie la situación de una legalización nacional, está provocando un éxodo masivo de los inversores.
En 2022 seguirá bajando pero veremos ascensos del 25% en 2023 y 2024
Viridian Capital Advisors, una firma de asesoría financiera y estratégica de Nueva York dedicada al mercado del cannabis, afirma que este 2022 las acciones dedicadas a esta droga seguirán en descenso. «Antes de que haya una inversión institucional importante se debe aprobar una legislación para que la industria del Cannabis pueda operar en el sistema bancario» y la firma no espera tal cosa «cómo mínimo hasta finales de 2022«. Hay unas elecciones al senado en noviembre de ese año y no creen que toquen este tema hasta superarlas.
Sin embargo, Viridian cree que a partir de entonces veremos ascensos del 25% en 2023 y 2024, aunque situará al sector en cifras muy lejanas a las que estaba antes de la pandemia. Desde la firma creen que este año el sector será protagonista por una ola de fusiones y adquisiciones debido a que la industria debe re-configurarse tras el batacazo sufrido este año.
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.