Sin embargo, hasta ahora sólo cinco países europeos la incluyen en su estrategia de reducción de daño.
La dispensación controlada de heroína es “eficaz, segura, coste-efectiva y puede reducir la criminalidad asociada al consumo de drogas y mejorar la salud de los pacientes”.

Esta es la conclusión del informe sobre políticas de reducción de daños del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), la oficina de la UE con sede en Lisboa. El informe destaca que pese a los resultados de los ensayos hechos al respecto, sólo cinco países (Dinamarca, Alemania, Holanda, Suiza y Reino Unido) incluyen este método en sus programas de tratamiento de personas con adicciones. También que en Bélgica y Luxemburgo se están haciendo pruebas al respecto.

El trabajo no recoge la experiencia llevada a cabo por el equipo de Joan Carles March en el hospital Virgen de la Nieves de Granada. Aquel trabajo también demostró ventajas para los voluntarias (todos ellos personas que no habían conseguido dejar la heroína), pero no tuvo continuidad por los recelos de las autoridades españolas para extenderlo a otras ubicaciones.

En las otras cinco intervenciones que revisa el trabajo (dispensación de metadona en la calle y en prisiones, intercambio de jeringuillas y existencia de lugares seguros para consumir drogas -las salas de venopunción o narcosalas-), España obtiene una buena consideración, salvo en la última. Se recoge que existen, pero que la mayoría están en Alemania y Holanda.

Fuente y más información

Table of Contents

Acerca del autor