Los coffeeshops holandeses «en huelga» el 9 de junio, día de las elecciones. La idea detrás de la huelga es estimular a todos aquellos que gustan de fumarse un porro a asistir a las urnas y votar por los partidos que aseguren la pervivencia de los coffeeshops.

Nol van Schaik, dueño de un coffeeshop en Haarlem, inició esta campaña porque opina que el actual gobierno es contrario a este tipo de negocio. «En los últimos años hemos estado bajo fuerte presión» dijo Van Schaik, «y existe la posibilidad de un próximo gabinete de centro derecha. Por eso queremos movilizar a la gente para que vote por partidos que no prohíban la venta y consumo de drogas blandas».

Restricciones
La coalición de gobierno hoy dimisionaria – formada por los socialdemócratas del PvdA, la Democracia Cristiana y un pequeño partido cristiano – ha propuesto severas restricciones a los coffeeshops. Entre las medidas está prohibir su existencia en un radio de 250 metros de las escuelas y ofrecer sus productos sólo a los residentes de la ciudad. De ser aprobada, esta última medida afectará considerablemente a los coffeeshops de zonas turísticas como Ámsterdam, cuya clientela es en gran parte extranjera.

Partidos conservadores

Nol van Schaik teme que la presión sobre el sector aumente si el próximo gabinete es dominado por la Democracia Cristiana o, peor aún, por el populista de derecha Partido por la Libertad de Geert Wilders. En su página web Van Schaik advierte a otros dueños de coffeeshops: «No sabemos cuántos más se verán forzados a cerrar. Podría ser que te tocara a ti, a mí, o a todos juntos».

La huelga no es solamente cuestión de cerrar el 9 de junio. Es también una llamada a los clientes para que vayan a votar. «Estamos poniendo afiches en nuestros negocios sobre las consecuencias de un eventual gabinete de derechas», dice Van Schaik. «Nuestra clientela en general no vota. Para ellos la política es simplemente un desastre» agrega: «pero es mejor tener un desastre con permiso para fumar un porro que otro con los coffeeshops cerrados. Espero que nuestra campaña sirva de estímulo para que vayan a votar». 

La diferencia

Van Schaik cree que el voto de los clientes de los coffeeshops puede marcar una diferencia el próximo 9 de junio. «Hay un millón de personas con derecho a voto que consume regularmente alguna droga blanda. Este millón representa 18 escaños parlamentarios. Si un partido favorable al cannabis como el PvdA gana 5 o 6 escaños con nuestra ayuda, será más fuerte en el Parlamento y estaremos mejor defendidos», dijo Van Schaik.

Nuevo líder socialista favorecería a los coffeeshops

Por lo mismo, Nol van Schaik, expresó su alegría por el recambio en la cúpula del Partido del Trabajo, PvdA. El ex líder de los socialistas Wouter Bos anunció que se retira de la política y su reemplazante será Job Cohen, un experimentado político de 63 años, alcalde de Ámsterdam desde hace diez años. «Job Cohen ha sido un excelente alcalde en relación con los coffeeshops» dice Van Schaik, «sobre todo en la regulación de la cadena de abastecimiento. Su salto a la política nacional tendrá un gran impacto y esperamos lo mejor de él».

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