Vamos a dar por terminada esta serie con la descripción de dos líneas exóticas que crean cierta controversia. Una es la ABC o Cannabis Bastardo Australiano, que parece haber sido clasificado por fin como cannabis a través de la identificación de determinados marcadores en su ADN. La otra es la variedad autóctona china que, aunque sí se clasifica como cannabis, raramente se utiliza en el cultivo narcótico.
Hace ya ocho o diez años, cuando el cultivo masivo que se desarrolla en nuestro país aún no existía y sólo unos pocos se dedicaban a la producción de cannabis narcótico para autoconsumo, casi siempre en exterior, muchas de las variedades o semillas que se plantaban eran las que se conseguían en viajes propios o de amigos, en los que se intentaba llegar al origen de la línea local dominante buscando cultivos tradicionales en los que el producto final era destinado al uso lúdico, medicinal o espiritual en una búsqueda que proporcionara una descendencia susceptible de ser cultivada «de vuelta a casa».
Uno de aquellos amigos viajeros regresó de Australia comentando que había visto unas plantas que los autóctonos decían que era cannabis, y de hecho, aun creciendo salvaje, existían varias familias de aborígenes que las cultivaban de forma rudimentaria para su consumo. No pudo fumarlas ni conseguir semillas, y ahí quedó la anécdota.
Unos meses después, unos colegas estadounidenses corroboraban la existencia de estas plantas con apariencia de marihuana mutante o malformada, manifestando que era bastante conocida entre los cannabicultores americanos pero siempre de oídas, nunca habían visto un ejemplar físicamente y no había semillas. Algunos autores de renombre la mencionaban en sus estudios, pero parecía que muy poca gente la había visto y fumado realmente. Cannabis Australiano
Las primeras noticias sobre esta sub-especie provienen de la zona Norte de Australia, entre el solitario desierto de Tanami que termina en Tennant Creek y el territorio al Sur de la ciudad de Darwin, alrededor de 1992. Al parecer , las autoridades encontraron una plantación y tras destruirla, aparecieron una serie de noticias sobre una nueva y «peligrosa» especie de cannabis. A partir de ahí, distintos cultivadores australianos y extranjeros han tenido contacto con ella.
Tiene una estructura idéntica a la del cannabis «clásico», pero con tallos extremadamente finos y con hojas con apariencia deforme, gruesas, de color oscuro y sin dientes de sierra en los bordes. Los foliolos existen, pero están poco definidos, naciendo más arriba del peciolo, lo que da a la hoja un aspecto de «hoja de arce» irregular. Realmente, el aspecto de sus hojas, sobre todo en vegetativo es como el de una revegetación. Su resistencia es extrema, soportando tanto temperaturas superiores a los 40º centígrados como las mas tremendas heladas, y enraíza con sorprendente facilidad.
El origen de esta subespecie es desconocido, aunque existen dos corrientes de opinión acerca de la cuestión: una juega con la posibilidad de algún resto de cultivo tradicional de los bushmen o bien semillas «viajeras» que se asilvestró y se adaptó durante décadas llegando a altos niveles de endogamia, lo que justificaría sus extrañas deformaciones. La otra opción sería un experimento fallido con mutágenos y más en concreto la colchicina, que produce extraños efectos de poliploidismo. Una vez concluido el experimento, la variedad consiguió autoreproducirse y extenderse por el territorio.
Lo cierto es que en el año 2005, Simon Gilmore, portavoz del Instituto Tecnológico de Canberra (CIT), manifestaba que la ABC podía ser considerada como cannabis a partir del análisis de su ADN, mostrando un altísimo porcentaje de afinidad con la cannabis Sativa L., descubriendo además tres tipos diferentes de ADN mitocondrial, lo que podría indicar distintos intentos de domesticación.
En cuanto a psicoactividad, parece ser poco potente aunque realmente habría que realizar un trabajo serio de selección y crianza para mejorar la variedad, pues hay noticia de algunos ejemplares con alto contenido en THC. Desde hace tiempo, diversos criadores norteamericanos y canadienses tratan de conseguir un híbrido de alta psicoactividad manteniendo la extraña forma de la ABC, a modo de camuflaje. Cannabis Chino
Como ya se comentó al principio de la serie, uno de los posibles orígenes absolutos del cannabis es China. En concreto, se han encontrado útiles tanto para su procesamiento para uso «industrial» (fibra, papel) como para el consumo humano, ya fuera ingerido o fumado. Es en concreto en la región de Xinjiang donde se encuentra la mayor parte de yacimientos, y donde actualmente se sigue cultivando de forma controlada.
Lo cierto es que existen dos líneas dominantes en China, una es la habitual con contenidos razonables de cannabinoides, que ha sido mejorada por métodos rudimentarios de selección tradicional durante siglos. La otra, a la que nos referimos, aquí viene a ser una versión «salvaje» de la anterior, con bajo o nulo contenido de cannabinoides, pero con algunas características interesantes. Son plantas muy altas y finas, que a veces pueden ser confundidas con el bambú, de hoja muy delgada y foliolo estrecho, largo y fino, de coloración verde claro. Como variedad silvestre es también muy resistente al frío y al calor.
Su utilidad «tal cual» es escasa por su gran tamaño, escasa producción y baja psicoactividad, pero posee la característica de que no deja de florecer, es decir, de una forma similar a las líneas cercanas al ecuador, una vez que empieza a florecer lo hace de forma continua sin llegar nunca a madurar. Esta peculiaridad puede ser aprovechada para conseguir híbridos a partir de chinas y otro parental que sea de floración rápida pero escasa, como la marroquíes, de forma que si conseguimos pasar el carácter de refloración continua a la descendencia podremos aumentar la producción a costa de algo de rapidez.
Por lo tanto, es sólo útil para criadores, careciendo de interés para el cannabicultor casero, que poco provecho obtendrá si cultiva esta línea pura. Epílogo
Los datos recogidos en este trabajo son el fruto de años de viajes y experiencias de diferentes personas en la búsqueda de los orígenes del cannabis. Algunos de ellos han sido obtenidos hace tiempo, por lo que algunas características en cuanto a movimientos migratorios y polinizaciones libres pueden haber tenido ligeras variaciones.
También los movimientos geopolíticos y las guerras internacionales y tribales habrán influido en la posición y técnicas de cultivo tradicional en los países de origen, aunque salvo algún caso excepcional sólo consiguen desplazar los cultivos hacia zonas mas «tranquilas». En algunos casos estas nuevas áreas serán susceptibles de afectar al genotipo de las líneas introducidas a través de la endogamia adaptativa a lo largo del tiempo.
Damos pues por concluida esta serie, con la esperanza de que la información en ella expuesta pueda ser de utilidad tanto para los criadores que deseen conocer con que líneas puras será más factible trabajar según sus objetivos, como para el cannabicultor casero que quiere saber el origen de las variedades que suele cultivar. Un saludo.