Los californianos rechazaron el consumo de la marihuana con fines recreativos, pero los votantes de todo el estado están dispuestos a recaudar más dinero de una gran fuente de ingresos.
El día de las elecciones, las 10 ciudades con propuestas locales en sus boletas de votación aprobaron nuevos o más altos impuestos a las ventas de marihuana, lo que puso la necesidad de ingresos por encima del estigma del consumo de una droga prohibida a nivel federal.
Lo mismo ocurrió en Colorado, donde el uso medicinal de la marihuana fue aprobado en el 2000. Nueve municipios aprobaron mayores impuestos por la venta de productos de marihuana medicinal en este año. Hasta ahora, ninguna población de Colorado con la pregunta sobre los impuestos en la papeleta la ha rechazado.
La aceptación de la droga como un fuente legítima de ingresos subrayó la continuidad del uso de la marihuana en ambos estados a pesar de la derrota de la Propuesta 19 en las boletas de California.
«Una parte de tratar a este negocio como cualquier otro de la ciudad consiste en que necesitamos actualizar nuestro impuesto de operación empresarial para incluirla», indicó Amy Williams, una vocera del gobierno de Sacramento, donde los votantes aprobaron un incremento del 4% al impuesto de la venta de marihuana con fines médicos.
Otras ciudades adoptaron nuevos impuestos especiales a la marihuana, entre éstas San José, Long Beach y Oakland, que han batallado con déficit provocados por la recesión y decidieron buscar en la venta de la marihuana los ingresos que necesitaban para cubrir sus déficit.
Algunas ciudades colocaron la medida en la boleta de votación para prepararse en caso de que los electores aprobaran la Propuesta 19, que incluye una cláusula que habría legalizado el cultivo en pequeña escala de la marihuana en todo el estado.
La medida en Long Beach, que fue aprobada mayoritariamente, habría cobrado un impuesto del 15% a las empresas que vendieran marihuana con fines recreativos.
Los votantes en Stockton impusieron un impuesto del 4% a los dispensarios de marihuana con fines médicos. La misma medida habría aplicado un impuesto del 10% a los negocios que vendieran marihuana con fines recreativos.
Los votantes de Oakland encabezaron estas medidas el año pasado al aprobar el primer impuesto especial del país sobre la marihuana médica: el cobro de 18 dólares por cada 1.000 que se venden además del impuesto regular sobre las ventas de la ciudad, que es del 9,75%. En las elecciones más recientes, los votantes decidieron elevar esa tarifa impositiva a 50 dólares por cada 1.000 de venta.