En el artículo abordaremos la influencia del cannabis sobre las emociones y el potencial de desarrollo que nos ofrece esta sustancia en nuestra vida cotidiana.

Por Psicotar

El cannabis es una sustancia psicoactiva que produce cambios en los procesos cerebrales y, por ello, también en los procesos mentales. El cerebro sería el “ordenador” y la mente el “programa” que se ejecuta en esa computadora y que tiene como máximo exponente el sentido de autoconciencia, de reflexión sobre uno mismo.

Las emociones (1) son fenómenos muy complejos con una función básica: movilizar recursos con un fin determinado, fin que dependerá del tipo de emoción. Tienen una importancia fundamental para la supervivencia el organismo y para la regulación y control social.

Se pueden enunciar seis emociones básicas: miedo, asco, alegría, tristeza, sorpresa e ira. También hay emociones complejas, fruto de la combinación de varios elementos, sobre todo de las normas sociales y del desarrollo personal: culpa, vergüenza, orgullo, arrogancia, etc… Hablaremos someramente de ellas.

El miedo tiene una clara función defensiva, bien por favorecer la huida ante algún peligro, bien por favorecer la sumisión social. Hablamos de miedo, no de ansiedad, que sería la anticipación del peligro de una forma más imprevisible y definible.

El asco tiene funciones de retirada del estímulo que lo produce. Existe un asco fisiológico, ejemplificado en la respuesta de retirada ante un elemento maloliente o podrido, y un asco psicológico, cuando se asocia este tipo de emoción a un concepto “mental”, como un acto contrario al sistema de valores de uno (p. ej., una violación)

La alegría tiene funciones cohesionadoras del grupo y favorece el establecimiento de vínculos y relaciones entre iguales. Un pequeño repaso a la ingente cantidad de fiestas y reuniones que celebramos las personas puede hacerse eco de lo que estamos diciendo.

La tristeza es una emoción importante, aunque con frecuencia es mal entendida. Es una emoción que moviliza el organismo hacia un estado de apatía y repliegue, en los cuales se produce una reintegración de la situación y una adaptación a cambios importantes. Esto se consigue mediante cambios incluso neuronales, que favorecen la reorientación de la atención hacia los propios pensamientos y hacia uno mismo.

La sorpresa tiene un valor único de orientación de los sistemas sensoriales para recoger información ante una situación novedosa. Dura poco tiempo y generalmente va seguida de otra emoción posterior.

La ira tiene un sentido destructivo, en tanto que moviliza al organismo para el ataque cuando se han vulnerado límites o superado cierto punto de tolerancia. En el mundo actual, tiene sentido en ciertas ocasiones, aunque en otras y debido a las normas sociales, se ve muy condicionada su expresión.

Un aspecto importante de las emociones es entender dónde nos pueden llevar y qué es lo que pasará de recorrerse ese camino, pues conociendo a dónde vamos podremos analizar y decidir si queremos ir o no por esa dirección.

La emoción es algo innato, está impreso en nuestro ADN y por ello es algo irrenunciable para los seres humanos. En tanto somos seres vivos, somos seres emocionales y reaccionamos al medio ambiente, sea este externo (p.ej. una persona que nos insulta) o interno (p.ej. pensar que voy a perder mi empleo)

Conocer el proceso emocional es fundamental para comprender el punto donde podemos introducir el cannabis como modulador y potenciador de determinados procesos psicológicos emocionales. Por ello, exponemos un esquema sobre el procesamiento emocional (2):

* Primer filtro: tiene dos componentes, evaluación y valoración.

La evaluación es inconsciente y automática. Se realiza a nivel cerebral a partir de la información que se recibe y que es analizada antes de que nos llegue a la consciencia (p.ej. cuando hablamos con una persona y de repente nos empezamos a sentir diferentes sin saber por qué). Depende de la novedad de la situación y del tono positivo o negativo que tiene la información, que provocará acercamiento si es positivo, o evitación si es negativo.

La valoración es consciente y voluntaria, dependiendo del significado que tiene para la persona la situación. Tiene un componente de afrontamiento que representa qué es lo que la persona cree que tiene que hacer y un componente relacionado con las normas de la situación, sean externas o internas.

* Segundo Filtro: con dos componentes, que son el aprendizaje, que marca el historial de comportamiento y posibilidades de la persona… y la cultura, que establece las normas deseables y formas de comportamiento.

Todos los procesos descritos en el esquema se producen de forma más o menos incontrolable, es decir, el sujeto poco o nada puede hacer por frenar algo que sucede en milésimas de segundo y que genera una respuesta, tanto mental, como corporal. En el momento que la emoción comienza a llegar a la consciencia se puede empezar ya uno a dar cuenta de “algo”. Es el sentimiento, que es la parte del proceso emoción que uno puede percibir, ya que hay cosas que al ser automáticas, quedan fuera del alcance de la consciencia.

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El uso del cannabis puede servir para modular el proceso emocional alterando la recepción de estímulos por lo que, al alterar la entrada de la información, también alterará el proceso. También se produce una alteración del procesamiento de la información, por lo que el resultado también varía… y por supuesto, al alterarse el estado de funcionamiento interno, la expresión también variará, con lo que la comunicación igualmente se hace diferente. Ahora bien, el tratar de dilucidar la dirección que tomará todo esto es imposible, dependerá de cada persona, de su situación emocional previa, de su forma de manejar las emociones, etc…

Entendiendo el papel de cada emoción (3) podremos entender sus implicaciones a nivel general, pero nunca a un nivel particular. Para ello es preciso conocer previamente la construcción de la realidad que realiza el individuo, fenómeno que incluso llega a ser desconocido para el propio individuo. La emoción es una respuesta con un sentido, es decir, comprendiendo el significado que tiene para mí la situación, podré conocer por qué aparece una determinada emoción asociada a esa vivencia y así poder empezar a comprender mis respuestas.

El cannabis ciertamente puede ayudar a amplificar la sensibilidad para percibir la respuesta interna a la vez que reduce la respuesta fisiológica asociada a la emoción. Esta respuesta corporal (como una aceleración del pulso, ese nudo en el estómago) es llamado “marcador somático” (4) y tiene mucha importancia para la adecuada comprensión de las emociones. Cuando vivimos una situación, le damos una serie de significados a nivel verbal (me gusta, es agradable, no me gusta, etc) y esos significados se asocian entre sí y con las sensaciones corporales que hemos sentido en esa situación (lo que serían los significantes de la situación). De esta forma, al volver a revivir o experimentar de nuevo la situación, aunque sea mentalmente, se pueden llegar a movilizar los significantes asociados (las respuestas del cuerpo) al significado inicialmente vivido.

Exponemos esto con un ejemplo:

Una persona se incorpora a un nuevo trabajo, donde el ambiente social es muy elitista y hay mucha competición, incluso mediante comportamientos desleales e innobles. Esta persona imaginemos que es sensible a todo esto y comienza a percibir la hostilidad de los demás y a manifestar por ello un exceso de activación corporal (palpitaciones, tensión muscular) y mental (rumiaciones, revivir momentos de tensión, etc). El significado de la situación, la etiqueta verbal (desagradable, daño, malas caras, etc) se asocia con el significante (palpitaciones, tensión en el cuello), de forma que cuando se da la una, aparece la otra, incluso cuando no se producen en el mundo real (p. ej. Cuando la persona está tumbada en su cama por la noche y de repente empieza a sentirse nerviosa, con taquicardia, dolor de cuello, etc)

El cannabis aquí puede actuar a muchos niveles:

          Por un lado, reduce la activación fisiológica negativa, al favorecer un control sobre el cortisol, hormona del estrés y que puede provocar alteraciones fisiológicas si su producción es muy elevada o prolongada.

          Por otro lado, el cannabis genera una mayor capacidad de experimentar mentalmente y de forma verbal, situaciones conflictivas sin que se genere la cadena asociativa con el significante (las respuestas negativas del cuerpo asociadas), lo que es un elemento CRUCIAL para poder tomar el control por un lado, de los procesos mentales y, por otro, de las respuestas del cuerpo, generando así un menor impacto negativo de la situación.

Un inciso muy importante aquí es señalar el valor de lo que en psicología se denomina evitación de la exposición. La evitación es una situación en la cual la persona, ante el malestar que siente, trata de evitarlo por medios variados, que pueden incluir, desde hacer todo tipo de cosas, hasta inventarse historias para justificarse. Un ejemplo: un ejecutivo con problemas familiares y con su mujer, puede trabajar hasta altas horas de la noche con el objeto de evitar estar en el ambiente que le crea malestar. El hecho de evitar la experimentación de malestar al evitar ese entorno, e incluso el beneficio que obtiene por trabajar tanto (ascensos, salario alto, etc) hacen que la conducta se repita con elevada probabilidad. El problema no se resuelve en tanto en cuanto la emoción negativa permanece ahí, condicionando la vida y el comportamiento evitativo.

          Al reducir el nivel de liberación de cortisol, podría tener una influencia importante en los procesos de fijación de memorias de eventos negativos y/o traumáticos, ya que se reduciría la memorización del contenido emocional negativo de los mismos y se favorecería la memorización de claves episódicas y verbales sin contenidos corporales asociados (5) Esto es así porque en una situación de estrés el cortisol produce una reducción en la capacidad del hipocampo para organizar el recuerdo episódico y frío de la situación, potenciando en cambio la capacidad de la amígdala de organizar el recuerdo en base a las claves emocionales de la situación, debido a la importancia que la emoción tiene para la supervivencia. Por ello, el cannabis, al posibilitar una menor liberación de cortisol, podría favorecer también una menor memorización por parte de la amígdala y con ello reducir el riesgo de patologías posteriores relacionadas con la reexperimentación de traumas y emociones negativas asociadas a eventos internos de carácter verbal (p.ej. persona que vivió un incendio y no puede hablar de él por la respuesta emocional que le genera. Nótese que la persona revive verbalmente una situación que no se está produciendo en ese momento y que sin embargo la respuesta corporal sí se produce en el momento)

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El cannabis se está empleando para la prevención y tratamiento del trastorno por estrés postraumático en el ejército israelí, precisamente por su potencial acción ante emociones negativas, ya que dificulta la fijación de recuerdos dolorosos (6) y favorece la reexperimentación de situaciones atenuando la respuesta emocional asociada (el significante)

          El cannabis también genera un “espacio mental” interesante, derivado de la alteración en el funcionamiento cerebral. Ese espacio mental puede entrenarse para lograr un estado de relajación que nos ayude a permitir la entrada a la consciencia de situaciones variadas para su análisis “frío”, es decir, disociado de los marcadores somáticos (respuestas del cuerpo) asociados.

 

En ocasiones se leen estudios (7) que tratan de comprender el uso de drogas ante diversos trastornos emocionales, tratando de buscar la razón por la que algunas personas usan de forma compulsiva ciertas sustancias. En la hipótesis de la automedicación, la base explicativa parte de que el uso de las sustancias produce una relajación del malestar emocional, hecho que resulta muy reforzante para el individuo, de forma que se establece un círculo continuo de malestar-consumo.

Un aspecto importante del uso de sustancias para la reducción del malestar emocional sería la capacidad de transferencia de lo adquirido usando sustancias a momentos y situaciones donde no se haya consumido nada, de forma que no se produzca una necesaria e inevitable dependencia de la sustancia para poder obtener el control. Esto debe trabajarse para que así los sucesivos consumos permitan un desarrollo personal y crecimiento y no se limiten a un nivel únicamente cíclico de malestar/consumo/alivio. Cada persona debe aclarar previamente si el consumo le puede beneficiar en ese momento o no y decidir.

El uso propuesto para el cannabis iría encaminado a lograr una mayor capacidad de darse cuenta de la vivencia, de la emoción que se está experimentando y el desarrollo de la capacidad de manejar la emoción sin verse desbordado por ella. No sería el buscar la ausencia de emoción, porque eso es imposible (salvo en los psicópatas), sino el identificar el sentimiento, conocer su significado y actuar conscientemente de lo que se está haciendo manteniendo un estado de activación manejable que nos permita reflexionar sobre lo que hacemos en vez de ser impulsados a la acción por la emoción (8)

El sólo hecho de volver la atención sobre uno mismo (proceso llamado metacognición) ya altera el fenómeno mental y es el primer paso para mejorar en el proceso de autoconocimiento y autocontrol. Este proceso de reflexión se produce a varios niveles:

Primer nivel: Yo pienso que pienso.

Segundo nivel: Yo pienso que tú piensas.

Tercer orden: Yo pienso que tú piensas que yo pienso.

Nos despedimos hasta la próxima con la esperanza de haber generado en vuestra mente alguna inquietud sobre vuestro estado interno… y sobre todo, que ésta inquietud haya sido positiva…

 

 

NOTAS

  1. Fernández Abascal, E. G. et als (2003) Emoción y motivación, la adaptación humana, Vol. I. Madrid: Centro de estudios Ramón Areces.
  1. Ver nota nº 1.
  1. Para tener una idea general, se recomienda la lectura de: Goleman, D. (2004) Inteligencia Emocional. Barcelona: Kairós, 55ª ed.
  1. Ver la interesante reflexión a este respecto en el siguiente enlace:

http://www.psicothema.com/psicothema.asp?id=106

  1. Fernández Abascal, E. G. et als (2003) Emoción y motivación, la adaptación humana, Vol. II. Madrid: Centro de estudios Ramón Areces.
  1. Ver Cannabis Magazine nº 70, páginas 136 a 140.
  1. http://www.uab.es/servlet/Satellite?cid=1096481466568&pagename=UABDivulga/Page/TemplatePageDetallArticleInvestigar&param1=1191999251333
  1. Para un detallado repaso de la técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson recomendamos consultar el siguiente enlace: http://www.psicologia-online.com/autoayuda/relaxs/contenidos.htm

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.