Nuevas investigaciones sugieren que el cannabis, en dosis controladas y bajo supervisión médica, podría tener un efecto protector sobre la función cognitiva en adultos mayores
Envejecer es un proceso natural, pero no siempre fácil. A medida que pasan los años, muchas personas comienzan a notar una ralentización en su capacidad para concentrarse, recordar información o procesar nuevas ideas. Esta pérdida de agilidad mental —conocida como deterioro cognitivo— no afecta solo a la memoria, sino también a la independencia y la calidad de vida.
Si bien mantener hábitos saludables desde una edad temprana es clave para retrasar este deterioro, nuevas investigaciones están arrojando luz sobre una posibilidad antes impensada: que el cannabis, utilizado de forma responsable, podría ser un aliado para el cerebro que envejece.
Lo que dice la ciencia
Un estudio danés de largo plazo, publicado recientemente, ha seguido a más de 5.000 hombres durante más de 40 años. Se analizaron sus capacidades cognitivas en dos momentos: en la juventud y en la mediana edad. Los resultados fueron sorprendentes: quienes habían consumido cannabis mostraron un menor deterioro cognitivo con el paso de los años que quienes nunca lo usaron.
Y no fue un resultado casual. El estudio consideró factores como el consumo de alcohol y tabaco, el nivel educativo y otras variables del estilo de vida. Además, no se encontró relación entre un inicio temprano del consumo o una mayor frecuencia y un mayor deterioro, lo que contradice algunas de las ideas más extendidas sobre el tema.
¿Cómo actúa el cannabis en el cerebro?
El cannabis contiene compuestos llamados cannabinoides, como el THC y el CBD, que interactúan con el sistema endocannabinoide del cuerpo humano. Este sistema está implicado en la regulación del sueño, el estado de ánimo, la inflamación y también la función cerebral.
Uno de los mecanismos más prometedores es su posible efecto protector sobre las vainas de mielina, una estructura que recubre las neuronas y que se deteriora con la edad. Este deterioro está relacionado con la pérdida de velocidad mental y de capacidad para procesar información. Los cannabinoides, con su acción antioxidante y antiinflamatoria, podrían ayudar a mantener esa protección en buen estado durante más tiempo.
Otros estudios que apoyan esta visión
Investigadores de la Universidad de California en San Diego estudiaron a casi 300 adultos mayores con VIH, una población con alto riesgo de deterioro cognitivo. Los resultados mostraron que los usuarios ocasionales de cannabis obtuvieron mejores resultados en pruebas cognitivas que quienes no lo consumían.
Por su parte, un estudio de la Universidad de Colorado con gemelos adolescentes no encontró diferencias notables en la función cerebral entre consumidores y no consumidores años después, lo que sugiere que el cannabis, en contextos controlados, no tiene efectos nocivos a largo plazo en personas sanas.
Usar con responsabilidad
Es importante subrayar que esto no significa que el cannabis sea una solución mágica. No todos los productos son iguales, ni todos los organismos responden del mismo modo. Tampoco debe consumirse sin orientación médica, especialmente si se toman otros medicamentos o si existen antecedentes de trastornos mentales.
El cannabis no debe utilizarse en menores de edad ni en cerebros en desarrollo. Pero para adultos mayores, especialmente aquellos con enfermedades crónicas o dificultades para descansar, relajarse o controlar el dolor, podría representar una alternativa segura, eficaz y digna de explorarse más a fondo.
Un debate necesario
A medida que más países legalizan el cannabis medicinal, el estigma comienza a ceder y los investigadores pueden trabajar con mayor libertad. Hoy sabemos que esta planta no es ni un demonio ni una panacea. Pero puede ser, en ciertos casos, una herramienta útil para mejorar la calidad de vida en la vejez.
Y esa es debate que, en nombre de la ciencia y la salud pública, no solo deberíamos permitirnos tener. Deberíamos ya estar teniéndola.
Acerca del autor
Raúl del Pino es un destacado psiconauta, escritor y autoridad en sustancias psicoactivas, especialmente psicodélicos.
Fundador de www.psiconautica.org en 1996, el primer portal en lengua hispana sobre drogas, se ha enfocado en los Estados Modificados de Conciencia y la Psicología Transpersonal. Autor del libro "MDMA, sexo y tantra", Raúl combina rigor científico con introspección personal, explorando la relación entre psicoactivos, sexualidad y prácticas espirituales. Su trabajo contribuye significativamente a la comprensión y uso responsable de sustancias psicoactivas.