No solo la policía se moderniza. El hampa también. En Gran Bretaña, los delincuentes han comenzado a utilizar drones con cámaras infrarrojas. El objetivo es explorar las zonas residenciales para detectar las plantaciones ilegales de marihuana que se esconden en casas y apartamentos, y después robar la droga.

Resulta que las instalaciones necesarias para cultivar Cannabis, especialmente las lámparas, generan grandes cantidades de calor, y ese calor puede apreciarse desde el exterior del edificio mediante cámaras infrarrojas.

Uno de los delincuentes que se dedica a esta peculiar práctica se vanagloria de su técnica en internet. “Es juego limpio” comenta este joven sin identificar de 33 años.

La mayor parte de estos asaltos no han sido denunciados a la policía por motivos evidentes. Según la policía británica, el cultivo ilegal de Marihuana se ha doblado en el Reino Unido en los últimos dos años hasta el punto en que se llegan a incautar 21 de estas plantaciones diariamente en todo el territorio inglés.

Fuente: Gizmodo

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.