El alcohol es más dañino que la heroína y el crack -un derivado de la cocaína que se fuma- según sostiene un novedoso estudio publicado hoy en la revista médica The Lancet, que considera de manera combinada el perjuicio que causa al consumidor una determinada droga y a las personas que le rodean.
El informe, elaborado por dos ex asesores del Gobierno británico, David Nutt y Leslie King, tiene por objetivo elaborar políticas estatales más eficaces para paliar el impacto social de sustancias adictivas, entre las que se incluye también el tabaco, otra droga tan legal como el alcohol en la mayoría de los países del mundo. Según este informe, la segunda y tercera drogas en el ránking del daño individual y social son la heroína y el crack.
La tarea no es fácil dado el amplio abanico de efectos dañinos que pueden tener las drogas en el consumidor y en su entorno, según explican los autores en el prólogo de la investigación. Un estudio previo dirigido por Nutt en 2007 provocó una gran controversia al establecer nueve criterios principales de daño, desde el mal intrínseco de las drogas a los costes sanitarios que genera, cada uno de ellos con un mismo peso valorativo en la evaluación final. Para mejorar el resultado, este estudio emplea el Análisis de Decisión Multicriterio, una técnica que ya ha sido usada con éxito para asesorar las autoridades en cuestiones con muchas aristas como el almacenamiento de residuos nucleares. La lista de las sustancias nocivas
Nueve de los criterios utilizados en este estudio tienen que ver con el daño que una droga causa en el individuo y otros siete con los daños causados a otros, y todos ellos han sido divididos en cinco subgrupos referidos a los daños físicos, psicológicos y sociales. Las sustancias han sido valoradas del 0 al 100, siendo 100 el nivel máximo de daño causado en cada criterio específico. Las nueve categorías de daño al individuo son: mortalidad a causa directa del consumo, mortalidad derivada del consumo, daño directo a causa del consumo, daño derivado del consumo, dependencia, discapacidad mental a causa del consumo, pérdida de capacidades de la percepción, daño a las relaciones personales y lesiones. Las siete categorías de perjuicios a los demás son crimen, conflicto familiar, daño al entorno cercano, daño al conjunto de la sociedad, coste económico y deterioro de la cohesión comunitaria.
Teniendo todas estas cuestiones en cuenta, el alcohol obtiene una puntuación de 72, seguido de la heroína (55) y el crack (54). El resto de drogas son metanfetamina en cristal (33), cocaína (27), tabaco (26), anfetaminas (23), cannabis (20), ácido gama-hidroxibutírico (18), benzodiazepinas (15), quetamina (15), metadona (14), mefedrona (13), butano (10), khat (nueve), éxtasis (nueve), esteroides anabolizantes (nueve), LSD (siete), buprenorfina (seis) y setas alucinógenas (cinco). Con estos resultados, los autores del análisis subrayan que el alcohol, además de ser la droga más perjudicial en términos generales, es casi tres veces más dañina que la cocaína y el tabaco. Los autores indican que la heroína, el crack y la metanfetamina en cristal son las sustancias más dañinas para el individuo que las toma, mientras que el alcohol, la heroína y el crack lideran la lista de las más perjudiciales para el entorno directo.
La Organización Mundial de la Salud estima que las enfermedades y riesgos vinculados al alcohol causan 2,5 millones de muertes al año entre ataque al corazón, problemas en el hígado, accidentes de tráfico, suicidios y cáncer. Se trata del 3,8% de las muertes y el tercer factor de riesgo de muerte prematura y de discapacidad en todo el mundo. Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2010 de la Oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito, entre 155 y 250 millones de personas consumen drogas ilícitas en el mundo, un 15% de las cuales (38 millones) son drogodependientes. La marihuana es la sustancia más consumida, por entre 129 y 190 millones de personas, seguida de las metanfetaminas, los opiáceos y la cocaína.
El profesor Nutt, que cesó hace unos meses de su cargo de asesor del Gobierno británico en cuestiones de drogodependencia tras afirmar que consumir éxtasis es menos peligroso que montar a caballo y que el éxtasis es menos dañino que el alcohol, defiende el modelo de clasificación y recuerda que es el más preciso que se conoce hasta ahora para estas cuestiones. “Los autores destacan que sus conclusiones respaldan las de trabajos previos realizados en el Reino Unido y Holanda, “confirmando que el actual sistema de clasificación de las drogas no se corresponde con las pruebas acerca del daño que causan”. “También coinciden con la conclusiones de anteriores informes de expertos acerca de que afrontar de manera decidida los perjuicios derivados del alcohol es una estrategia de salud pública válida y necesaria”, subrayan. Otra de las conclusiones que da mucho que pensar es que dos drogas legales estén en la parte alta de la tabla de sustancias nocivas, lo que indica que “las drogas legales causan al menos tanto daño como las ilegales”.