En el artículo de este mes abordaremos un tema que representa en realidad una recapitulación de aspectos abordados en números anteriores. El autocontrol es, en un mundo loco y acelerado como el actual, un importante valor personal y social. Igualmente, la autorregulación es una importante herramienta potencial a desarrollar para lograr evitar ciertos problemas por exceso de activación, como podrían ser insomnio, ansiedad, rumiaciones, etc.

Por Psicotar

Un alto ejecutivo de un banco, llamémosle Juan, se encuentra nervioso, están preparando la reunión más importante del año, en la cual deben presentar los resultados obtenidos en su trabajo. En la sala se encontrará todo el consejo de dirección de la entidad, y son famosas las destituciones fulminantes tras estas reuniones. Juan sabe todo esto y es consciente de que la exposición que haga debe ser impecable para evitar problemas. Como consecuencia de todo esto, lleva una semana sin dormir bien, con constantes pesadillas en las que es despedido tras una patética exposición. Está muy nervioso y constantemente anda con la presentación en la cabeza, trasladando ese exceso de activación y nerviosismo a todas las áreas de su vida: el coche, su familia, el gimnasio, etc. Llegado el día de la presentación, Juan está muy nervioso, con palpitaciones, sudor frío, temblor muscular y muchas ideas catastróficas acerca de que algo malo le está pasando. Llegado su turno de hablar, sube al estrado como en una nube, intenta hablar pero no puede, nota cómo todo el mundo le mira. Preso del pánico, siente náuseas y sufre un desmayo. Su exposición debe realizarla uno de sus ayudantes, mientras él acude al hospital en ambulancia. Pero Juan no tiene nada. Aparentemente, sólo ha sido un exceso de activación fisiológica… y sabe que pronto tendrá que volver a enfrentarse a esta situación, lo cual le llena de angustia…

La situación arriba descrita corresponde a un caso de hiperactivación fisiológica. Podría fácilmente ser tachado de “estrés”, aunque este término no sería del todo correcto. El término más adecuado sería “distrés”, que correspondería a la vertiente negativa de esa activación ya que no toda activación supone un estrés negativo para el organismo. Por ejemplo, un corredor en plena carrera sufre taquicardia, sudoración, reducción del riego sanguíneo al estómago cuando corre y eso supone un estrés para el organismo. La diferencia aquí es que este sujeto no interpreta esta situación como negativa o prueba de que algo malo le está pasando (1)

Aquí estableceremos un punto fundamental en nuestra exposición, y es el constituido por la capacidad de separarnos de la situación, de establecer un “espacio mental de reflexión” en el cual podamos tener una cierta posibilidad de maniobra antes de vernos arrastrados por la situación. Sería algo así como tener un tiempo de demora entre una situación y la reacción a la misma, tanto sea una reacción mental como conductual.

Aquí podemos encontrar que el uso del cannabis puede resultar interesante. Ya expusimos en anteriores números (Ver Cannabis Magazine nº 72, 73 y 74) que el cannabis podría ser de utilidad para aumentar el tiempo mental transcurrido entre un suceso y la reacción al mismo.

Esta potencial utilidad resulta muy valiosa cuando el individuo presenta una tendencia a la hiperreactividad con un exceso de activación corporal, mental y conductual. La respuesta a una situación se sitúa siempre a tres niveles, el fisiológico, el mental y el conductual. En todos ellos podremos valorar el potencial beneficio del cannabis:

       Activación fisiológica (2): el cannabis es capaz de reducir la activación fisiológica que, en algunos casos, será la base para que el individuo sienta una emoción, ya que se produce la “interpretación” de las señales del cuerpo por parte de la mente y se genera un sentimiento, que puede ser de signo negativo o positivo. El cannabis puede distorsionar esta activación y establecer un patrón positivo, ya que los cannabinoides podrían tener propiedades ansiolíticas (3) (4)

Es por esto que se ha detectado un elevado número de personas que consumen cannabis a modo de fármaco relajante, situación que viene dándose desde que el hombre es hombre y tuvo contacto con la planta. Así mismo, es conocido el uso que se le da en el ejército israelí al cannabis como medio de prevenir el trastorno de estrés postraumático en los soldados (5)

       Activación mental: cuando se genera la activación fisiológica, se produce un aumento en la velocidad de procesamiento de la información, pero el problema es que ese aumento de velocidad sucede a la vez que se genera una especie de filtro mental que se centra en el procesamiento de la información congruente con la emoción generada, es decir, que si noto taquicardia, sudores, temblor y no tengo una causa externa a la que atribuirlo, podría empezar a pensar que me está pasando algo y activar una respuesta de ansiedad, por lo que todo lo que vaya percibiendo estará alterado y filtrado por esa etiqueta que la mente le pone y lo interpretaría de forma amenazante y de forma potencialmente generadora de ansiedad.

Por esto es por lo que quizás también el cannabis podría actuar como ansiolítico, al reducir la velocidad de procesamiento en el hemisferio izquierdo y potenciar el procesamiento en el hemisferio derecho. Se sabe que el hemisferio izquierdo es donde se produce el procesamiento “racional” de la información y que el derecho está relacionado con los aspectos emocionales de la información. Si se desactiva el procesamiento en exceso racional, podremos acceder a la vivencia emocional atenuada por el cannabis y experimentarla de una forma más “bondadosa”, forma que nos permitiría el contacto con aquello “conflictivo” y por derivación, aprender que cuando se genera esa activación anteriormente valorada como negativa, no pasa nada, no hay catástrofes, ni grandes cataclismos (6)

Esta es la base para el tratamiento de los trastornos de activación y del denominado “espectro ansioso”, permanecer en presencia (real o imaginada) del estímulo negativo y aprender que no pasa nada, dando tiempo a que el cuerpo se autorregule (7) Esto supone, de alguna manera, que la propia vivencia de la situación induce a una reinterpretación en el cerebro emocional y racional de la misma, de forma que se repara la asociación defectuosa entre situación – etiqueta de peligro – respuestas negativas.

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       Activación conductual: cuando se produce la activación fisiológica y mental, se aumenta sobremanera la activación conductual, es decir, se incrementa la probabilidad de que la persona realice conductas para reducir, eliminar o evitar ese exceso de activación que es interpretado y vivido como algo negativo. La activación conductual es de un variado espectro, puede ser hacer ejercicio, llamar a un amigo para hablar con él, acudir a un centro comercial, comer dulce, realizar rituales para eliminar la ansiedad, etc… y lo que denotan es un intento de hacer algo contra la ansiedad que se percibe.

Mientras lo que se haga sea beneficioso para el organismo y no perjudicial, la activación conductual se asociará de una forma benigna con la activación. Por ejemplo, en el caso de una persona que cada vez que se pone nerviosa en el trabajo, aprovecha luego en su tiempo libre para dar un paseo por el campo y así relajarse.

El problema vendría si la persona es absorbida por la conducta de forma inmediata (tener que llamar a un amigo sin demora) o repetitiva (tener que contar los bolígrafos del bote de la oficina para que no le pase nada malo a mi familia tras una bronca del jefe) de tal manera que tendríamos una “contaminación mental” de una reacción corporal que nos impulsaría a la acción infructuosa y patológica.

Un aspecto de especial utilidad del cannabis es el potencial de separación de la situación que ofrece, lo cual puede ser explotado para fines terapéuticos.

       Por un lado, en el momento presente del consumo, el cannabis favorece un estado diferente de funcionamiento cerebral, la información se procesa de forma diferente, más con el hemisferio derecho que con el izquierdo, lo cual permite una vivencia más intuitiva que lógica.

       También se produce la percepción de esa activación desde una bioquímica cerebral cambiada, ya que los cannabinoides encuentran receptores por todo el cerebro y organismo. Estos receptores podrían estar relacionados con muchos y variados efectos, tanto fisiológicos como mentales, tales como relajación, distanciamiento racional del problema, mitigación de las respuestas mentales negativas, amnesia para el trauma, facilidad de vivenciar y liberar contenidos mentales dolorosos y muchos efectos más que pueden ser de ayuda para la persona (8)

       El cannabis también produce una alteración en el funcionamiento de la amígdala, estructura del cerebro medio que está directamente relacionada con el procesamiento emocional de situaciones y estructura directamente relacionada con los trastornos de ansiedad e hiperactivación. Hay estudios que tratan de relacionar el consumo de cannabis con atrofia de la amígdala y del hipocampo. Si bien describen alteraciones estructurales en estas dos zonas, lo que no queda clara es la relación causa efecto entre el consumo y el daño, ya que estos estudios se han hecho sobre personas con una enfermedad mental de base. Enfermedad mental que no queda claro si padecen desde antes de consumir o es provocada por ese consumo. Es conocido que un elevado número de pacientes psiquiátricos consumen cannabis, pero que éste no es la causa de su enfermedad, sino que es su “medicina”, ya que es tomado para reducir algunos de los síntomas desagradables. Por ello, tratar de relacionar cannabis y daño cerebral partiendo de la base de un cerebro dañado previamente es una incongruencia metodológica, como lo sería culpar de un infarto de miocardio al agua que un señor se tomó cuando sintió unos terribles dolores en el pecho… (9)

La alteración en la función de la amígdala también origina una vivencia diferente de la situación. Vivencia que se experimenta más directa e intuitivamente al estar magnificado el funcionamiento del hemisferio derecho. Esto hace que las “etiquetas” verbales que se le pueden poner a la activación sean más benignas, al existir una atenuación del impacto de la vivencia sobre la parte verbal del cerebro. Quizás en este proceso radique una buena fuente del potencial del cannabis ante trastornos de ansiedad y de exceso de activación, el favorecer una vivencia de una situación (real, recordada o imaginada) manteniendo cierto “espacio de maniobra mental” para vivenciar antes de que la parte racional del cerebro trate de imponer una etiqueta verbal.

Esta forma de funcionar del cerebro es muy habitual en una sociedad tecnológica y competitiva como la actual, de tal forma que para el triunfo, se trata de hiperdesarrollar las capacidades racionales (lenguaje, lógica, cálculo, planificación, matemáticas) obviando en ocasiones las facetas emocionales de las cosas, facetas que son aún más importantes, tal y como ya tratamos en CM nº 73 al hablar de emociones.

La autorregulación sería la capacidad de poder alcanzar el punto medio de activación del organismo. Tanto activación corporal, como mental y conductual. Para poder establecer patrones de autorregulación, lo primero sería desarrollar la capacidad de autoobservarse. Para ello, un buen comienzo puede ser simplemente preguntarse ante una situación: ¿Qué siento? ¿Qué pienso? ¿Qué estoy haciendo? Y tratar de responderse de una forma sincera y honesta, valorando si todo concuerda con nuestro esquema de valores personal.

Es posible que muchas veces hagamos las cosas sin pensarlas a fondo, movidos por la costumbre o las normas. Esta forma de preguntarse nos lleva a cotejar si realmente hacemos algo por convicción nuestra o si simplemente estamos reaccionando a una situación y actuando “como se supone que debemos actuar”, yendo entonces contra nuestros principios y asentando las bases de un posible conflicto futuro.

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Estamos condicionados desde la cuna por el aprendizaje variado que nos supone pasar por la vida. Podemos llegar a creer que somos libres pero en muchas ocasiones no lo somos, ya que tenemos que ajustarnos a unas pautas y normas que nos han ido introduciendo en el “disco duro” mucho antes siquiera de tener la suficiente capacidad de autoconciencia para darnos cuenta de ello y poder así criticarlo.

Con la autoconsciencia al menos ponemos un punto de partida básico para iniciar un proceso de revisión de valores, de deseos, necesidades, gustos, apetencias, etc, a partir del cual poder valorar en qué medida lo que hacemos se ajusta a lo que realmente nos gustaría hacer. También nos permitiría poder valorar los pequeños pasos que hay que dar para acercar nuestra acción real a la acción ideal. Los cambios llevan tiempo y por ello se componen de pequeños pasos.

El cannabis podría ayudar a romper las dinámicas y patrones estancados y repetitivos, introduciendo cambios en la forma en que se ven las cosas, al facilitar el funcionamiento de áreas del cerebro diferentes. Sería algo así como darle voz a personas que nunca han opinado sobre un tema y de esta forma poder obtener una perspectiva enriquecida de la situación. De esta manera, activando áreas diferentes en las situaciones cotidianas, adquirimos una mayor consciencia y perspectiva, ya que ponemos a funcionar sobre algo habitual una estructura y función nada habitual. Esto puede ser, bien canalizado, fuente de un enriquecimiento personal inagotable.

Otro aspecto fundamental es tener bien presente que el propio organismo tiende a mantener siempre un equilibrio, conocido como homeostasis. Esto sucede en todos los sentidos, no sólo a nivel corporal, sino también a nivel mental, ya que el cuerpo es inseparable del cerebro y éste es inseparable de la mente. Por ello, todo lo que afecte al cuerpo, afectará a la mente en mayor o menor medida y viceversa, todo lo que afecte a la mente podría llegar a afectar al cuerpo en mayor o menor medida (por ejemplo, ver a alguien muy querido en un lugar remoto podría generar una activación corporal y mental)

Por ello, hay que darle al organismo todos aquellos elementos necesarios para que se produzca una buena autorregulación por parte de los sistemas automáticos:

       Alimentación sana y equilibrada: en muchos trastornos se produce una alteración de la alimentación. Una buena forma de comenzar sería realizar una dieta variada y equilibrada, con abundancia de frutas y verduras (10)

       Descanso adecuado: muchos trastornos alteran además el sueño, afectando de forma directa al funcionamiento del cuerpo y del cerebro. Por ello, otro elemento esencial es regular un estado de sueño reparador, así como un adecuado despertar, no el ofrecido por un despertador que nos arranca del sueño. Facilitan el sueño el ejercicio aeróbico ligero a media tarde, tomar el sol y tomar carbohidratos para cenar. Facilitan el despertar el dormir con las persianas levantadas, para que la gradual entrada de luz vaya sacándonos gradualmente de las fases de sueño profundo a las superficiales.

O Desesperado de CoubertOtro aspecto fundamental podría ser trabajar con alguna técnica de control de la activación que nos permita revertir un exceso puntual en el funcionamiento del cuerpo y la mente. Para ello, sería interesante trabajar alguna de las diversas técnicas disponibles para ello: entrenamiento autógeno, relajación muscular progresiva, meditación, ejercicio físico, respiraciones profundas, técnicas cognitivas de detención de pensamientos (gritar ¡stop!, contar hasta diez, distracción mental, leer, hablar con alguien, etc) Para un repaso de estas posibilidades, ver nota (11)

En todas estas técnicas la introducción del cannabis como elemento distorsionador, potenciador o coadyuvante puede derivar en una potenciación de cambios positivos, siempre y cuando sea usado como elemento y medio de obtener una vivencia alternativa de la situación, de la respuesta emocional, de la activación mental y no como una simple forma de escapar del malestar. En este último caso, el cannabis se convertiría en fin y dejaría de ser el medio con el que lograr beneficios. En la libertad de cada usuario está el uso que quiera o pueda darle.

Nos despedimos hasta la próxima… salud y ¡buen viaje!

 

 

NOTAS

  1. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Nota técnica de prevención nº 349: Prevención del estrés, intervención sobre el individuo. En:
  1. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Nota técnica de prevención nº 355: Fisiología del estrés. En:
  1. Información muy útil sobre aspectos médicos:

http://w3.icf.uab.es/ficf/es/bin/view/Cannabis/PreguntesFrequents#El_cannabis_provoca_ansiedad_o_l

  1. Información ampliada sobre efectos médicos:

http://w3.icf.uab.es/ficf/es/bin/view/Cannabis/IndicacionsAltres#Tratamientos_de_referencia

  1. http://www.psiquiatria.com/noticias/ansiedad/estres/tratamiento450/18425/
  1. http://www.bago.com/BagoArg/Biblio/psiqweb503.htm
  1. Wilson, K. G.; Luciano Soriano, M. C. (2009) Terapia de aceptación y compromiso. Madrid: Pirámide.
  1. Ver nota 4.
  1. http://www.neurologia.com/sec/RSS/noticias.php?idNoticia=962
  1. Para ver ejemplos de dieta relacionados con la salud mental:

http://info-depresion.blogspot.com/2008/05/una-dieta-equilibrada-evita-problemas.html

http://www.semp.org.es/attachments/019_entre_psique_y_soma_ppt.pdf

http://www.psicociencias.com/pdfNoticias/avances_psicoterapia_breve_cop.pdf

  1. Para una introducción de técnicas de control de la activación:

Relajación muscular progresiva: http://www.psicologia-online.com/autoayuda/relaxs/contenidos.htm

Método Autógeno de Schultz: http://www.psicologia-online.com/autoayuda/relaxs/autogeno.htm

Parada del pensamiento: http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/2008/12/04/tecnica-de-parada-del-pensamiento/       

Distracción cognitiva:

http://www.parasaber.com/salud/psicologia/autoayuda/claves/articulo/psicologia-pensamientos-negativos-distraccion-cognitiva-combatir/8419/

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.