200 clubes se han inscrito en el registro de asociaciones y 150 lo han pedido. Es uno de los puntos incluidos en la regulación sanitaria del cannabis aprobada por la comisión de Salud del Parlamento catalán. También incluye recomendaciones de la Agencia de Salud Pública, como fijar la edad mínima de entrada en los 18 años.

La Comisión de Salud del Parlamento catalán ha aprobado este jueves la regulación sanitaria del cannabis , con el apoyo de todos los partidos salvo el PPC. El texto incluye las recomendaciones formuladas por la Agencia de Salud Pública de Cataluña, así como la creación de un registro de asociaciaciones de consumidores de marihuana.

Unos 200 clubes ya se han inscrito en el registro de asociaciones de la Generalitat y 150 lo han pedido La regulación apuesta por exigir que los clubes se den de alta en el registro municipal de asociaciones cannábicas y en el Registro de Asociaciones de la Generalitat: de momento ya lo han hecho unas 200, mientras que 150 más lo han solicitado. La Cámara quiere que el Govern cree un registro específico adscrito al Registro municipal de asociaciones y/o a la Dirección General de Derecho y Entidades Jurídicas.

La resolución también apuesta por “seguir trabajando por un periodo indefinido”, junto a las federaciones de asociaciones de usuarios de cannabis y el conjunto de agentes sanitarios. Además, insta al Govern a presentar antes de seis meses un documento que explique el grado de cumplimiento de la resolución y “de todo aquello que esté directa o indirectamente relacionado”.

La Cámara catalana también pedirá a los ayuntamientos que incluyan en sus ordenanzas las recomendaciones de la Agencia de Salud Pública , ya que la legislación sobre el uso recreativo del cannabis depende en última instancia de cada municipio.

Paralelamente, pide a la Agencia “que se informe y asesore a los clubes para reducir riesgos y daños vinculados al consumo del cannabis”, especialmente a través de la formación de los encargados de dispensar la sustancia en los locales.

Límite de edad, horario y ubicación

Entre las medidas de Salud, recogidas por Europa Press, destaca que los usuarios de un club deberán tener como mínimo 18 años —inicialmente se habían planteado los 21—, ser consumidores habituales de cannabis, no ser socios de ningún otro centro y estar recomendados por otro usuario para registrarse.

La regulación fija la edad mínima para entrar en los clubes en los 18 años Salud también recomienda que se fije un periodo de carencia de 15 días entre que un usuario se da de alta y empieza a consumir cannabis para evitar el tráfico, y que sólo se permita entrar a las instalaciones del centro a los miembros registrados. Además, apuesta por que los centros solo puedan abrir ocho horas al día , y que el límite de cierre sean las 22 horas de domingo a jueves y las 24 horas los viernes y sábados.

El texto también aboga por limitaciones de ubicación: no podrá haber clubes cannábicos cerca de escuelas y centros sanitarios , y deberá establecerse una distancia mínima entre clubes para evitar concentraciones de locales en zonas concretas.

Pide que se exija a los centros la prohibición de consumir otras drogas y bebidas alcohólicas a sus usuarios, que cumplan unas condiciones de salubridad mínimas, y que formen a sus profesionales en materia de reducción de riesgos y daños asociados al consumo.

Las asociaciones

La Federación de Asociaciones Cannábicas de Cataluña (CatFac) han celebrado que la aprobación de la regulación, pues “supone un paso más por la libertad” , y dará mayor seguridad jurídica a las entidades.

Cataluña ha vuelto a demostrar su carácter abierto e integrador “Cataluña ha vuelto a demostrar su carácter abierto e integrador que, una vez más, consigue recoger las propuestas de los movimientos sociales y adaptar las normativas, sumándose a la tendencia de regulación del cannabis presente ya en muchos lugares del mundo”, ha dicho.

A partir de ahora, los clubes “deberán velar por el cumplimiento de los parámetros de la regulación y participar en las estrategias de reducción de riesgos y daños , siempre a favor de proporcionar seguridad y salud” a los usuarios.

“Pero este no es el final del camino”, han dicho, y han abogado por ahondar también en la regulación del cultivo y el consumo para ofrecer una mejor protección a las entidades y a los usuarios.

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