“Esta ha sido una lucha de más de 10 años”, dice Gabriel Buitrón, vocero del colectivo Ecuador Cannabico, al hablar de la despenalización del uso terapéutico de menos del 1% de tetrahidrocannabinol (THC), conocido como Canabbidol (CBD): sustancia que se extrae de la marihuana. 

Pese a que en Ecuador el consumo de la marihuana con fines medicinales dejó de ser ilegal, luego de las reformas hechas al Código Orgánico Integral Penal (COIP), Buitrón señala que hay vacíos legales respecto a la siembra, cultivo y comercialización. 

Pero no es lo único, pues se presentan más barreras en este laberinto, que no solo se limitan a los vacíos legales, sino a un correcto marco jurídico y voluntad política.

No producción nacional 
“Una de las luchas es la posibilidad de la producción local. En la Asamblea quieren solo la importación, eso a nosotros nos complejiza el panorama dado que en Ecuador hay las posibilidades de investigación, desarrollo e incluso de industrialización y hasta exportación”, indica Buitrón y señala que al no permitir que el mercado vaya más allá de las grandes industrias se da paso al mercado negro del CBD. 

Luis Pachala, Asambleista de CREO, difiere. “Si permitimos la siembra del cannabis, eso será puerta abierta para que Ecuador se convierta en una tierra de elaboración de sustancias sujetas a fiscalización”. 

La abogada Silvia Manosalvas critica el actuar de la Asamblea. “Aprobaron la despenalización sin dejar claro un marco legal que contemple un reglamento que controle las empresas que se harán cargo de la siembra, cultivo, producción y comercialización de este tipo de medicamentos”. 

La solución para esto, explica Buitrón, sería incluir dichos apartados en las reformas al Código Orgánico de Salud, que ha estado estancada desde 2012. 

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“Si no está en el COIP menos va a estar en el Código de la Salud”, enfatiza Pachala. 

La lucha sigue 
Buitrón indica que mantendrán “su lucha” desde los ministerios de Agricultura y de Salud Pública, especialmente con la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH). “Vamos a tener que pelear muchísimo, porque se ha despenalizado, pero no es legal”, añade. 

EL DATO
El CBD ayuda a cuadros neurológicos como epilepsia, Alzheimer, Parkinson, entre otros.
Esto quiere decir que, si bien alguien no puede ir a la cárcel por consumir CBD. La legalización será una realidad cuando exista todo el marco regulatorio “que te diga de dónde se va a obtener, cómo se va a procesar y cómo se va a distribuir (…). En esas normativas que tendrán que sacar el Ministerio de Agricultura y de Salud lucharemos porque se tomen en cuenta a los productores locales”, dice el vocero. 

Manosalvas señala que el panorama no es alentador, puesto que no existe la suficiente voluntad política, por lo que se mantendría (con sus excepciones) el apartado 222 del COIP, que estipula que “la persona que siembre, cultive o coseche plantas para extraer sustancias que serán utilizadas en la producción de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, con fines de comercialización, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años”. (AVV)

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.