El PNSD destaca que lo más peligroso de las nuevas drogas es que no se sabe de qué están compuestas. ¿No habrán llegado a pensar que con la despenalización acabarían con el problema y todos sabríamos lo que consumimos? Seguramente sí, pero entonces existiría menos control sobre las conciencias (y eso sería un problema para ellos) y, sobre todo, se quedarían sin trabajo…
Carmen Moya
Un hecho curioso es que no quieran legislar sobre el alcohol porque es «un problema de prevención y cultural». ¿Y qué es entonces el abuso de drogas? ¿La tentación irresistible que nace de ciertas sustancias endemoniadas, ante la cual un individuo no puede hacer nada?
He aquí la noticia:
La delegada del Gobierno del Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, destacó hoy que «lo más peligroso» en el consumo de las nuevas drogas son las dificultades para poder determinar de qué sustancias están compuestas.
Y aunque se trata de consumos minoritarios, el Plan Nacional trabaja en el campo de la investigación y el análisis científico para conocer de qué están compuestas y, en consecuencia, poder prevenir sus consecuencias sobre la salud.
Se trata de nuevas sustancias que obedecen a un mercado cambiante que introduce drogas distintas o que recupera otras en desuso, como la quetamina -usado como anestesia por los veterinarios-, o que le dan usos diferentes a sustancias que originariamente no eran drogas, como puede ser el caso de los fertilizantes.
Así, se cuenta con «mecanismos» para «detectar» estas nuevas drogas, pero también para identificar las sustancias que las suelen componer y encontrarlas así cuando se descubra un nuevo hábito.
Moya se expresó así en rueda de prensa con motivo de su participación en el encuentro ‘Investigación y transferencia de conocimiento en el campo de las drogas y de las adicciones’, dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, e incluido dentro de los actos de la Presidencia Española de la Unión Europea, que cuenta en su programación con un encuentro de investigadores.
La delegada del Gobierno del Plan Nacional de Drogas explicó que existen comportamientos sociales que provocan más «riesgo» de generar consumo de drogas, pero precisó que estas costumbres también se encuentran en evolución.
Así, frente al consumo de heroína en los años 80 ligado a colectivos «vulnerables» y asociados a la «marginalidad», el «perfil» de ahora se decanta más por un «policonsumo» esporádico de varias sustancias, mezcladas con alcohol, y ligado fundamentalmente a períodos de ocio como los fines de semana y vacaciones en personas que están «integradas socialmente»
Por su parte, el secretario general de Política Social del Ministerio de Sanidad y Política Social, Francisco Moza, descartó legislar sobre el consumo de alcohol, especialmente entre menores de edad ya que, por un lado, ya hay legislación que prohíbe el consumo a los jóvenes, y por otro, lo relacionado con la prohibición y los puntos de venta es competencia de las comunidades autónomas.
A su juicio, las leyes son «necesarias» cuando son «útiles», y en este caso consideró que no se trata de un problema de legislación, sino de prevención, ligado a factores culturales, de manera especial en los países mediterráneos, donde se produce una «normalización» en el hábito del alcohol.
Por eso desde el Ministerio de Sanidad se tiene como prioridad en la lucha contra el alcohol la prevención y la formación, campo en que se trabaja con la Federación de Municipios, las asociaciones de padres o los docentes, y que centrará las próximas líneas de subvenciones a las comunidades autónomas.