Este artículo está relacionado con el anterior sobre la Sociedad Teosófica. Vamos a observar los cambios literarios, filosóficos y religiosos relacionados con el cannabis llegando hasta nuestros días vinculado a la New Age

© Isidro Marín Gutiérrez

En 1890 William Butler Yeats y Ernest Rhys formaron el Rhymers Club como un club literario de inspiración simbolista francés. La determinación de quiénes eran miembros del club es bastante difusa pero en este selecto grupo se incluían a literatos y escritores tales como Ernest Dowson, Lionel Johnson, Francis Thompson, Richard Le Gallienne, John Gray, John Davidson, Edwin J. Ellis, Victor Plarr, Selwyn Image, Lord Alfred Douglas, Arthur Cecil Hillier, Todhunter, Greene, Arthur Symons, Ernest Radford y Thomas William Rolleston. Oscar Wilde también asistió a algunas de sus reuniones que se celebraron en casas particulares. El grupo en su conjunto coincide bastante con lo que se llamará la Generación Trágica, destinada al fracaso y, en muchos casos, con la muerte a temprana edad. Los miembros del Rhymers Club se reunían para beber cervezas, fumar y recitar poesía. El grupo se disolvió hacia 1904.

Otro personaje de este grupo fue el conde Eric Stenbock (1858-1895), hijo de una familia alemana del Báltico que se había asentado en Inglaterra. A Stenbock se le recuerda como el fundador del Club de los Idiotas que buscaban explorar las facetas ocultas de la personalidad y adoptar identidades imaginarias como fuente de creatividad. Entre sus peculiaridades, Stenbock dormía en un ataúd y tenía animales exóticos, estaba acostumbrado a aparecer en público llevando enrollada al cuello una serpiente. También viajaba acompañado de un sacerdote confesor y un muñeco de madera al que presentaba como “le petit comte” (el pequeño conde). Stenbock era gay, disfrutaba del opio, el cannabis y el alcohol hasta un grado excesivo. Escribió un par de libros: The Shadow of Death (La sombra de la muerte, 1893) y Studies of Death (Estudios sobre la muerte, 1894). Murió joven, a los 35 años, víctima de una cirrosis hepática.

William Butler Yeats
William Butler Yeats

William Butler Yeats

Ningún miembro del Rhymers Club alcanzará tanto reconocimiento como Yeats que llegó a conseguir el Premio Nobel de Literatura en 1923 (Green, 2003:107). Yeats se inició por Arthur Symons al hachís en una congregación esotérica en París alrededor de 1894 (Yeats, 1955: 264). Symons buscando la vanguardia le condujo a Yeats al simbolismo. Para conocer mejor esta corriente literaria visitó al poeta simbolista Paul Verlaine, el antiguo amante de Arthur Rimbaud.

Yeats (1865-1939) junto con amante, la ardiente nacionalista irlandesa Maud Gonne, utilizaron hachís para mejorar sus poderes telepáticos. En 1891 Yeats viajó a Irlanda a pedirle matrimonio pero ella le rechazó y en 1903 se casó con el nacionalista John Major MacBride. En 1898 Yeats se encerró en su casa con un bote de pastillas de tintura de cannabis hasta concluir el poemario “The wind among the reeds” (“El viento entre las cañas”) escrita en parte a su musa Maud Gonne.

Yeats utilizó mescalina para ponerse en comunicación astral con un amigo. Yeats se tomaba muy en serio el resurgimiento de la sabiduría oriental y estaba interesado en una amplia gama de “ciencias” esotéricas, el misticismo, el espiritualismo, el ocultismo, el hinduismo, la teosofía, la queirosofía (quiromancia), dinámica celeste (astrología), cromopatía (curación mediante colores) y poligráfica (forma de escritura automática). En 1885 fue el fundador de la Orden Hermética de Dublín. Perteneció a la Orden Teosófica y la Golden Dawn. Y fue un reclutador activo de la secta el Templo de Isis-Urania.

Otros compañeros suyos utilizaron el hachís con fines meramente lúdicos. También consumieron Francis Gribble, Francis Thompson, Algernon Blackwood, Arthur B. Reeve, Catherine Mansfield, John Symonds, H.G. Wells, Oscar Wilde, Richard le Galliene o A. Conan Doyle. Se pensaba que las drogas en la sociedad inglesa no serían objeto de consumo de la población. También se especulaba que era un consumo de extranjeros, de artistas, de antros y burdeles, de chinos viciosos y de aristócratas degenerados.

Ernest Dowson
Ernest Dowson

Otro poeta maldito: Ernest Dowson

Ernest Dowson (1867–1900) utilizó el hachís en su corta juventud, pero sus debilidades eran la absenta y las prostitutas. La mayoría de estos escritores y literatos que estamos conociendo hoy utilizaban más opio y alcohol que otra cosa. Ernest Dowson escribió en su biografía que un par de bailarinas y un amigo poeta le visitaron (no pone para que fines pero uno ya se lo va pensando). Él los agasajó con té, pasteles, cigarrillos y hachís. Escribe de ese momento: “Esa embriaguez muerta, ese experimento elaborado en la impresión con visión de futuro… se estaba aguardando la magia, medio tímida en mitad de la compañía brillante de personas jóvenes”. Dowson escribía poemas con poco éxito de público y frecuentaba las mujeres “más degradadas de los puertos”. Dowson experimentó también con mescal en 1896 con el investigador Havelock Ellis.

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En 1889 a la edad de 23 años se enamoró de una chica de 11 años, Adelaine “Missie” Foltinowicz, hija del dueño de un restaurante polaco, pero ella le rechazó por un sastre. Tuvo una vida muy trágica. El 1894 su padre tuberculoso murió de una sobredosis de hidrato de cloral y al año siguiente su madre alcohólica se ahorcó. Dowson murió de tuberculosis (al igual que Baudelaire) y alcoholizado en 1900 a la edad de 32 años (Berrige, 1988). Oscar Wilde escribió sobre Dowson: “Pobre maravilloso compañero herido que fuiste una reproducción total de la poesía trágica”. Una de sus frases por las que quedará en la posteridad es “días de vino y rosas”.

Grupos ocultistas

Los experimentos esotéricos de Berridge con cannabis y sexo estuvieron directamente inspirados en los del médico negro Paschal Beverly Randolph. Líder durante 1857 a 1861 de una orden rosacruciana en San Francisco que él mismo había fundado. Randolph recorrió en solitario Egipto, Palestina, Siria, Turquía, Francia y Reino Unido, dedicándose en todos esos lugares al aprendizaje de técnicas y saberes ocultistas y a experimentar con el hachís, cuyo descubrimiento calificó de verdadera “revelación”. De vuelta a América se ocupó en elaborar un minucioso programa de actuación hermética mediante cannabis y magia sexual que aplicó de inmediato a su nueva congregación, la Hermandad de Eulis. Él es el artífice entre el tránsito del pasivo espiritismo hacia la práctica ocultista activa, su sistema dejó señas en relevantes congregaciones subsiguientes, incluidas la Sociedad Teosófica, el Golden Dawn y la Ordo Templi Orientis o Orden de los Templarios de Oriente (O.T.O.) de Theodore Reuss (Batiste Moreno, 2002).

Durante su viaje, Randolph había conocido a grandes del hermetismo decimonónico, casi todos compartían su entusiasmo para con las derivaciones esotéricas del cáñamo. El más importante fue Alphonse-Louis Constant, también llamado Eliphas Lévi Zahed. Alphonse-Louis Constant (1810-1875) fue un ocultista francés que se educó en un seminario. Posteriormente lo abandonó para convertirse en discípulo del Mapa (alias de Louis Ganneau que predicaba, entre otras cosas, el comunismo y el evangelio andrógino, de aquí su nombre «Mapa», primeras silabas de mamá y papá). Lévi, también socialista y swedenborgiano, se hizo mago practicante y ocultista después del fracaso de la revolución de 1848 que él había apoyado. Despreciado en Francia se mudó a Londres. Enseñaba la existencia de una “doctrina oculta” que unificaba todos los sistemas mágicos y religiosos. Sus estudios tienen fuentes orientales. Blavatsky consideró a Lévi ocultista teórico y no adepto practicante.

Constant era un hombre de origen modesto que llegó a alcanzar un inmenso prestigio entre la aristocracia y los círculos gnósticos europeos de la segunda mitad del XIX, fue responsable de este auge de las tradiciones secretas a finales de siglo, llevando a cabo un proceso de sincretismo religioso entre cristianismo, judaísmo, hinduismo, cábala, gnosticismo, masonería, rosacruz, alquimia, tarot, mesmerismo y espiritismo, y fusionando los escritos de Boehme, Swedenborg, Paracelso y Knorr von Rosenroth para dar lugar a lo que hoy entendemos por ocultismo (McIntosh, 1972). Constant estudió las propiedades del cannabis para acceder a un estado mental favorable a la revelación, según vemos en su principal obra Le clef des grands mystères (1861), traducida al inglés por Aleister Crowley.

Aleister Crowley
Aleister Crowley

También importante en este movimiento es el doctor Gérard Encausse, “Papus”, nacido en Galicia. Restablecedor y primer Gran Maestre de la Orden Martinista. Consiguió en 1890 el obispado de la Ecclesia Gnostica junto al escritor y hermetista Paul Sédir, más conocido como Yvon Le Loup. Este último fue autor de un tratado titulado Les Plantes magiques (1907), en gran parte dedicado a las conexiones mánticas del cannabis.

Ernest Bosc de Vèze, autor de un enciclopédico Traité théorique et pratique du haschich, des substances psychiques et des plantes magiques: cannabis, plantes narcotiques, anesthésiques, herbes magiques, opium, morphine, éther, cocaïne, formules et recettes diverses, bols, pilules, pastilles, électuaires, opiates (1895); y el excéntrico farmacéutico y teósofo Jules Giraud, fundador de la Cannabinología, quien durante 35 años publicó sus trabajos científicos bajo ese nombre («L´art de faire varier les effets du haschich», «Recherches sur le mode d´action du haschisch», ambos en L´Encéphale, 1881; «Hachich», en Dictionnaire de Medecine Littré, 1905), y sus obras literarias o esotéricas bajo el pseudónimo “Numa Pandorac” (Le testament d´un haschischéen, 1888; «Les grands paradoxes de Numa Pandorac-Le droit à l´ivresse», en Le Lotus, revue des Hautes Études, 1888; «Prédictions d´un haschischéen sur le haschisch», «Le haschich et la loi de regression apparente», «Influence du haschich sur la santé» y «Manuel du haschichéen», los cuatro en La Voie, revue mensuelle de Haute Science, 1905; «Influence du haschich sur nos facultés», 1906; «Le haschich», 1912, y «Contre et pour l’emploi du haschich», 1916, los tres en Journal du Magnétisme).

Otro grupo ocultista del siglo XIX eran los gnósticos (Sen Montero, 2002:173). El gnóstico tradicionalista, ultraconservador y burgués René Guénon también utilizó hachís y el opio como ayuda para la contemplación; también se inició en los misterios sufíes a partir de 1912 procurando mantenerlo en el mayor de los secretos. Utilizado por William James donde existen referencias en sus dos obras maestras, Principles of Pschology (1890) y The Varieties of Religious Experience (1902).

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Aldous Huxley
Aldous Huxley

Aldous Huxley

Continuador de las corrientes antes expuestas es Huxley (1894-1963) que fue un científico y novelista. Su madre murió siendo él joven, su hermano mayor se suicidó y él quedó ciego como consecuencia de una infección ocular mal tratada. Le impresionaba, sobre todo, el pacifismo basado en fuertes principios de muchos teosofistas. Conoció a conocido escritor y orador en materia filosófica y espiritual Jiddu Krishnamurti en el año 1937. Escribió el libro Haz lo que deseas (1930). Su búsqueda de la fe siguió el modelo de los debates tardovictorianos acerca de la relación entre ciencia y religión. Se decantaba por un pesimismo racional. Su abuelo T.H. Huxley fue el que apuñó la palabra “agnosticismo” (para definir los problemas de la religión que no pueden resolverse ni abandonarse). Huxley buscaba el don supremo de la conciencia religiosa con la esperanza de trascender su enfoque intelectual, discursivo, infinitamente reflexivo, a favor de una aprehensión inmediata de unidad, la identidad y la divinidad. Se sabe que intentó llegar a este estado con diferentes sustancias enteógenas. En mayo de 1953, Huxley participó en experimentos psicológicos dirigidos por el psiquiatra Humphrey Osmond. Los experimentos consistían en tomar 0’4 gramos de mescalina. De sus impresiones de aquel día escribe su obra Las puertas de la percepción (1954), aunque Huxley satirizó el empleo de las pastillas que producían una gratificación inmediata, en su obra Un mundo feliz (1932) cambio su parecer después de esta experiencia. Para 1956 publicó Cielo e infierno (Huxley, 2009) en donde continua experimentando con la mescalina.

Huxley era especialmente crítico con los que abusaban de las drogas por mero placer. También previó las posibles consecuencias de una cultura a favor de estas sustancias con propósitos alejados de su propia búsqueda de la iluminación espiritual. Si el verdadero conocimiento es una función del ser, el falso conocimiento sólo puede conducir a la disminución del ser. La ilusión de que estas sustancias por sí solas pueden ser el camino de la iluminación o que pueden aliviar los males de los axiomas clásicos del falso conocimiento, son causas y consecuencias del mal uso de la mescalina. Huxley insistió en que las sustancias enteógenas que expanden la mente sólo pueden servir como ayuda secundaria para la meditación y deben tomarlos los adultos responsables bajo un control cuidadoso. Ensayó con otras sustancias psicodélicas, como la psilocibina o el LSD. Le produjeron tal entusiasmo que se dedicó por entero a dar conferencias y escribir artículos sobre el tema. En un artículo aparecido en la revista Playboy afirmaba que estas sustancias ayudarían a “descubrir nuevas fuentes de energía” que acabarían con la rutina, las incoherencias y estupideces de la realidad social, cultural y psicológica. Al llegar su hora de morir le pidió a su segunda mujer, la violinista y psicoterapeuta italiana Laura Archera, que le administrara dos grandes dosis de LSD y murió tranquilamente. Murió, curiosamente, el mismo día del asesinato del presidente John F. Kennedy, el 22 de noviembre de 1963. Pero nos detendremos, en un futuro, en la figura de Aldous Huxley. Prometido, lo apunto para un futuro artículo.

Como un elemento más de la costumbre de la Nueva Era es el consumo de enteógenos para llegar a la iluminación espiritual. Los escritos ascéticos de Huxley sobre religión durante estos años ayudaron involuntariamente a promover el uso de enteógenos a medida que las actividades liberadas de la Nueva Era pasaban a formar parte de la cultura generalizada. Estas actividades dan por supuesto que existe un vínculo directo entre iluminación y placer. Y se pensó que era únicamente este vínculo el que los enteógenos tenían que proporcionar. El hedonismo fue una de las características principales de la New Age en los años de mitad de siglo… pero hay mucho más por descubrir e investigar.

BIBLIOGRAFÍA

  • Batiste Moreno, J.F. (2002). “Valle-Inclán y el cannabis: Historia de un amor intelectual”. El Pasajero, otoño. Disponible en http://www.elpasajero.com/cannabis.htm
  • Berrige, V. (1988). Origins of the English Drug “Scene” 1890-1930, Medical History nº 32
  • Green, J. (2003). Cannabis, una enciclopedia ilustrada. RBA Integral, Barcelona
  • Huxley, A. (2009). Las puertas de la percepción. Cielo e infierno. Traducción de Miguel de Hernani. Barcelona: Editorial Edhasa.
  • McIntosh, C. (1972). Eliphas Lévi and the French Occult Revival, Rider & Co., London
  • Sen Montero, F. (2002). Los manuscritos del Mar Muerto. Edimat Libros S.A. Madrid
  • Yeats, W. B. (1955). Autobiographies, Collected Works vol. 3

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.