En los últimos años, los psicodélicos han resurgido en el ámbito científico y cultural como herramientas terapéuticas y de autoexploración.

Sustancias como la psilocibina, el LSD y el DMT, que estuvieron en el ojo del huracán durante la era contracultural de los años 60 y 70, han sido reevaluadas por la ciencia moderna debido a su potencial para tratar trastornos mentales. A medida que la salud mental y la búsqueda de un mejor rendimiento físico y emocional se convierten en prioridades en el deporte, un creciente interés ha surgido en torno al uso de estas sustancias por parte de atletas. Pero, ¿cuál es el lugar de los psicodélicos en el deporte? ¿Son una herramienta legítima para mejorar el rendimiento y la salud mental, o una nueva área de riesgo?

¿Qué son los psicodélicos?

Los psicodélicos son una clase de compuestos que alteran la percepción, el estado de ánimo y varios procesos cognitivos. Entre los más conocidos se encuentran la psilocibina (presente en hongos alucinógenos), el LSD (dietilamida de ácido lisérgico) y la ayahuasca (que contiene DMT, un potente alucinógeno).

Estas sustancias afectan principalmente al sistema de serotonina del cerebro, alterando la percepción del entorno y el yo. Los efectos incluyen experiencias sensoriales intensas, cambios en la percepción del tiempo y espacio, y en dosis mayores, experiencias de disolución del ego, que algunos describen como trascendentes o espirituales.

El uso de psicodélicos en la salud mental de los atletas

El deporte de alto rendimiento es un terreno fértil para el estrés, la ansiedad y la presión constante de mantener el máximo rendimiento. Con los crecientes estudios sobre los beneficios de los psicodélicos en la salud mental, muchos atletas han comenzado a considerar estas sustancias como una posible herramienta para el manejo del estrés, la depresión y el trauma.

Investigaciones han demostrado que la psilocibina, en un entorno controlado y bajo supervisión médica, puede ser altamente eficaz para tratar la depresión resistente al tratamiento, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Atletas retirados y en activo, como el exjugador de la NFL Daniel Carcillo, han compartido sus experiencias positivas con psicodélicos, mencionando que estas sustancias les ayudaron a enfrentar problemas como la depresión crónica, el trauma cerebral y el TEPT.

Carcillo, quien sufrió numerosas conmociones cerebrales durante su carrera en la NHL, ha sido una voz destacada en promover el uso de psicodélicos para la recuperación del trauma físico y emocional que enfrentan los deportistas de élite. Él y otros han señalado que los psicodélicos no solo ayudan a curar la mente, sino que también promueven una mayor autocomprensión y empatía, lo que puede mejorar las relaciones personales y la calidad de vida fuera del deporte.

Te puede Interesar
¿La MDMA te hace ser mejor persona?

Microdosis: Rendimiento mental y físico

El concepto de microdosis ha ganado popularidad en la última década, no solo en el deporte, sino también en sectores creativos y tecnológicos. Este enfoque implica consumir cantidades subperceptuales de un psicodélico, como LSD o psilocibina, es decir, dosis tan bajas que no inducen alucinaciones ni alteraciones extremas de la percepción, pero que algunos afirman que mejoran el enfoque, la creatividad y el bienestar general.

En el deporte, los defensores de la microdosis sugieren que esta práctica podría ayudar a mejorar la concentración, reducir el miedo al fracaso y fomentar un estado mental de “flujo” o máxima concentración. Para deportes que requieren una gran agudeza mental, como el tenis, el golf o el surf, los beneficios de una mente calmada y enfocada pueden ser decisivos.

Además, algunos atletas han reportado una mayor conexión mente-cuerpo durante sus entrenamientos o competencias. Describen una sensación de estar completamente en sintonía con sus movimientos y su entorno, lo que les permite reaccionar con más rapidez y precisión.

Riesgos

A pesar de los relatos anecdóticos y algunos estudios científicos prometedores, el uso de psicodélicos en el deporte no está exento de controversia. Si bien muchos psicodélicos, como la psilocibina y el LSD, no están clasificados como sustancias dopantes por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés), el uso de cualquier droga en el deporte plantea preguntas éticas y de salud.

Primero, están los riesgos inherentes al uso de cualquier sustancia psicodélica. Aunque muchas personas informan experiencias positivas, también es posible experimentar ansiedad severa, episodios de paranoia o “malos viajes” que podrían tener consecuencias psicológicas adversas. Sin la supervisión adecuada o en contextos inapropiados, los psicodélicos pueden ser peligrosos.

En segundo lugar, existe la preocupación de que el uso de microdosis o dosis regulares de psicodélicos pueda ser visto como una forma de ventaja injusta o de dopaje mental, similar a cómo se perciben los fármacos nootrópicos. Si las microdosis realmente proporcionan una mayor claridad mental y control emocional, podrían alterar el campo de juego, dando a los atletas que las usan una ventaja competitiva sobre aquellos que no lo hacen.

Te puede Interesar
¿Puedes drogarte con el THC almacenado en tu grasa corporal a medida que comienzas a quemar calorías y perder peso?

Finalmente, hay cuestiones legales. Aunque algunos lugares como Oregón han despenalizado la psilocibina para uso terapéutico, la mayoría de los países y estados mantienen restricciones severas sobre el uso de estas sustancias, lo que pone a los atletas en una posición arriesgada si deciden experimentarlas fuera de los confines legales.

El futuro de los psicodélicos en el deporte

El uso de psicodélicos en el deporte sigue siendo un área de interés emergente que aún no ha sido explorada en profundidad. Si bien los testimonios y estudios preliminares son alentadores, la falta de investigaciones a gran escala y las barreras legales y éticas impiden que estos compuestos sean ampliamente adoptados por los deportistas.

A medida que el mundo del deporte pone más atención en la salud mental, y la ciencia sigue descubriendo los mecanismos detrás de los efectos terapéuticos de los psicodélicos, podríamos ver un cambio en su aceptación. Sin embargo, este camino está lleno de retos. Para que los psicodélicos se conviertan en una herramienta legítima para mejorar el rendimiento mental y la salud en el deporte, será necesario realizar más estudios, así como establecer protocolos claros para su uso responsable.

Fuente

Acerca del autor

logo cannabis magazine cuadrado

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.