El Consejo de Estado francés anuló el jueves una orden que prohibía la venta de flores y hojas de cannabis cargadas de cannabidiol (CBD), autorizando así la venta de CBD en Francia en todas sus formas existentes. La institución consideró que no existen vínculos establecidos entre el consumo de estas sustancias y los riesgos para la salud pública.
El Consejo de Estado levantó definitivamente este jueves 29 de diciembre la prohibición de la venta de flor y hoja de cáñamo cargadas de cannabidiol (CBD), la molécula no psicotrópica del cannabis, cortando así el suelo al Gobierno francés, que lo había prohibido hasta finales de 2021.
El Gobierno había autorizado el 30 de diciembre de 2021, mediante un decreto interministerial, la venta de productos que contuvieran CBD con un contenido de THC (delta-9-tetrahidrocannabinol, la molécula psicotrópica) inferior o igual al 0,3%, pero al mismo tiempo prohibió la venta de flores y hojas de este mismo cannabis con un contenido muy bajo de THC.
Contactada por la agencia de prensa AFP, la Misión Interministerial de Lucha contra la Droga y la Toxicomanía (Mildeca) no quiso reaccionar inmediatamente.
El Consejo de Estado dictaminó que una prohibición general y absoluta de la comercialización de esta sustancia en estado bruto era “desproporcionada”. Las flores y hojas de CBD se presentan como el cannabis normal, generalmente en forma de planta verde seca lista para ser desmenuzada y fumada.
Pero a diferencia del cannabis tradicional, que contiene THC, el CBD, que ya puede venderse en forma de aceite o infusión, ya no es considerado, ni siquiera en su forma fumable, como una droga psicotrópica por la Justicia francesa.
“No hay riesgo para la salud pública”
El más alto tribunal francés dictaminó en su sentencia que la venta de CBD en forma de hojas y flores no “crea un riesgo para la salud pública” que pueda justificar su prohibición. “En el estado de los datos científicos, no se ha establecido la nocividad de otras moléculas presentes en las flores y hojas de cannabis, en particular el CBD”.
El Consejo de Estado argumenta además que el CBD tiene, según datos científicos, “propiedades relajantes y anticonvulsivas, pero no tiene efecto psicotrópico y no causa dependencia”.
Sobre el argumento de que sería imposible para las fuerzas del orden distinguir entre plantas con y sin “propiedades estupefacientes” en caso de control, lo que comprometería la lucha antidroga, el Consejo de Estado consideró que el nivel de THC “podría controlarse mediante pruebas rápidas”.
Al pronunciarse definitivamente sobre la inseguridad jurídica que rodea a esta sustancia, que comenzó a introducirse en Francia en 2014, el Consejo de Estado permite la puesta en marcha de una industria del cáñamo económicamente sostenible en Francia, según los representantes del sector.
En noviembre de 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que la prohibición del CBD en Francia, autorizada en varios otros países europeos, era ilegal en nombre del principio de libre circulación de mercancías. El Tribunal de Casación, máximo órgano judicial francés, siguió su ejemplo y dictaminó en junio que cualquier CBD producido legalmente en la UE podía venderse en Francia.
“Esta nueva victoria jurídica refuerza nuestra posición y, sobre todo, permitirá a todo un sector desarrollarse con la visibilidad necesaria”, declaró a la AFP la asociación comercial del cáñamo, una de las demandantes.
Francia contaba con unas 2.000 tiendas de CBD a finales de 2022, según la asociación profesional del cáñamo (SPC). Los sindicatos estiman que la facturación del sector asciende a 500 millones de euros, más de la mitad de los cuales corresponden únicamente a la flor.
Este artículo fue adaptado de su versión original en francés
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.