Desde hace décadas existe la creencia de que el consumo de marihuana favorece el crecimiento anormal de senos en los hombres, un fenómeno para el cual la ciencia no ofrece conclusiones contundentes.

La marihuana tiene numerosos beneficios terapéuticos y medicinales que en los últimos años se han dado a conocer aun con el aval de la ciencia. Curiosamente, de manera paralela también circulan prejuicios, ideas y creencias que, en razón de la sombra de ilegalidad y tabú que rodea a esta planta, se esparcen sin que hayan sido realmente comprobados, sino solo como rumores que en muchos casos llevan la intención del desprestigio y la desinformación.

Hace unos días Jessica Roy, en el sitio de la popular revista TIME, publicó una interesante exploración acerca de uno de estos mitos, uno que además incluso algo tiene de cómico, aquel que asegura que fumar marihuana puede provocar el crecimiento anormal de senos en los hombres.

“Doobs Cause Moobs”, dice una rítmica expresión del slang estadounidense que sintetiza esta creencia que ha sido estudiada al menos desde 1972, cuando el New England Journal of Medicine publicó un artículo sobre la relación entre el THC y el sistema endócrino de los seres humanos. Entonces se aseguró que la sustancia activa de la marihuana tenía “efectos sobre múltiples sistemas hormonales, incluyendo el gonadal, el adrenal, prolacticna, la hormona de crecimiento y la regulación de la hormona tiroidea”; en el caso específico de los hombres, este supuesto desequilibrio hormonal se traducía en el aumento de los niveles de estrógeno que a su vez causaba el crecimiento de tejido mamario.

Con el paso de los años, sin embargo, este asunto continuó examinándose, y en términos generales se mostró que el estudio de 1972 y otros posteriores no ofrecían evidencia contundente para afirmar la relación entre los senos masculinos y el consumo de marihuana.

Adrian Lo, cirujano plástico en el Hospital de Pennsylvania, sostiene que de los hombres a quienes ha practicado una operación de reducción de senos, al menos 1 de cada 3 fuma marihuana habitualmente. Sin embargo, el médico también acepta que cada cuerpo reacciona diferente a las sustancias a las que se expone. Si bien la marihuana puede disminuir los niveles de testosterona por un periodo de al menos 24 horas, esto no significa que siempre se pueda predecir el efecto del THC en todas las personas.

Entre los cirujanos plásticos parece existir la idea de que existe una relación de causalidad entre el hábito de fumar marihuana y la ginecomastia (el término técnico para la patología mencionada), aunque hasta ahora ninguno de su especialidad ha explicado claramente dicho vínculo. Sus afirmaciones son más bien empíricas, surgidas a partir de los casos que atienden o conocen, pero no resultado del método científico riguroso.

Así que, en suma, no existe una conclusión al respecto, o no una que haya ganado el convencimiento general. Quizá, como en otros casos, en este la mejor opción sea atenerse a la auto-observación y las conclusiones personales sobre el cuerpo propio.

Fuente: Pijamasurf

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