Kush

Desde hace unos meses y en lo que respecta al futuro inmediato seré yo, Leroy McWolf, quien os guíe a través del camino de “El cultivo básico en espacios reducidos”. Como os explicábamos en anteriores entrega, la intención es alternar puntos de vista de dos autores -en este caso yo mismo y Neal C. Borroughs- para dinamizar las explicaciones y enriquecer la fundamentación de un ámbito que, cada vez más, está ganando terreno en lo que a al cultivo de marihuana se refiere.
Por Leroy McWolf

Los espacios reducidos adquieren esta importancia en los últimos años debido a la comodidad, discreción y eficiencia que proporcionan. Además, en la actualidad disponemos de multitud de instrumentos que nos permiten optimizar el cultivo y aumentar considerablemente el rendimiento. En números anteriores hemos explicado como obtener hasta 140 gramos de flor curada, con una poda muy ajustada, partiendo de un espacio muy reducido y un consumo bajo, basado en 250 vatios de sodio.

Vanila Kush
Variedad Vanila Kush

Neal C. Borroughs ya ha hablado sobre genotipos adecuados para espacios reducidos en Cannabis Magazine, pero lo que aquí se pretende es tratarlo en profundidad, desde una perspectiva sencilla y accesible, para aclarar ciertas preguntas que nacieron durante sus explicaciones. Por lo tanto, nos detendremos en la elección de cada semilla y en sus orígenes, haciendo alusión a la crianza cannábica y arrojando algunos ejemplos concretos que podéis adquirir.

Con el objetivo de mantener cierta continuidad argumental debemos recordaros las dimensiones en las que nos movemos. Esta sección ha ido construyéndose durante los últimos meses sobre el hipotético espacio de 60x60x140 centímetros. Existen armarios prefabricados, específicamente creados para llevar a cabo el cultivo de marihuana, con estas dimensiones exactas.

Antes de adentrarnos en la variedad de este mes debéis traer al consciente algunas de las recomendaciones genotípicas genéricas que os habíamos comentado. Las plantas índicas, afganas o híbridos con tendencia índica o afgana son los más adecuados para estos entornos debido, especialmente, a los periodos de floración puesto que afectan directamente a las dimensiones de la planta.

Para aquellos que decidían tomar el camino de la homogeneidad y plantar una sola variedad (elección muy aconsejable si queremos rentabilizar al máximo un cultivo de estas características) mencionábamos los siguientes genotipos, todos ellos probados personalmente por nosotros y, algunos, clásicos que han demostrado su eficiencia a través de los años:

  • Skunk, Super Skunk, Old Skunk (Cheese), Red Skunk y sus derivados.
  • Algunos tipos de Critical, como Critical Mass, Critical 47, Critical + o Kritikal Bilbo.
  • Algunos tipos de Kush, como 8 ball kush, All Kush, Hindu Kush o Power Kush.
  • Algunos tipos de plantas californianas y afganas.
cogollo de Vanila Kush
Cogollo de variedad Vanila Kush

Sin embargo, esta no deja de ser una forma genérica y no concluyente de “etiquetar” a un ser vivo para poder reconocerlo. En los casos arriba mencionados no ocurre pero, debido a la gran cantidad de variedades que existen hoy en día, que una variedad use un nombre no implica que conserve todas las características positivas que recordamos de otra variedad o ejemplar que ha funcionado de maravilla en nuestro cultivo.

Es decir, algunas han heredado el nombre de uno de sus parentales (Skunk, Critical, Kush, Californian, Afghan, Northern, etcétera) pero conservan pocas o ninguna de las características que nos agradan de su progenitor.

Puede parecer que nos enfrentamos a una tarea imposible si queremos probar nuevas variedades pero lo cierto es que, si la casa nos proporciona cierta información, es bien sencillo. La historia genética nos dirá si las plantas se ajustan a nuestras exigencias dimensionales. Si la información es escasa o inexistente la cuestión se vuelve más compleja pero, en principio, casi todas las casas nos ofrecen información sobre los orígenes y las expectativas que podemos canalizar en sus ejemplares.

En el artículo anterior nos detuvimos en las plantas afganas y, más concretamente, en la variedad Northern Lights, tan afamada y querida por los cultivadores de interior. Pues bien, en esta entrega nos detendremos en las variedades Kush.

Muchas personas adjudican un origen afgano a las variedades Kush sin estar excesivamente lejos de la realidad. La procedencia de esta variedad se ubica en la región del Hindú Kush, un macizo montañoso asiático situado entre Afganistán y el noroeste pakistaní, al norte de India. Muy probablemente la confusión provenga de ahí. Y no es en sí una equivocación puesto que, por el parecido geográfico, algunas variedades de origen Kush presentan muchas características similares a algunas variedades de origen afgano.

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La zona del Hindú Kush tiene una relevancia histórica caracterizada por los conflictos. En una extensión aproximada de 1.000 kilómetros, la práctica totalidad por encima de los 5.000 metros de altitud sobre el nivel de mar, se produjeron multitud de enfrentamientos, especialmente entre rusos e ingleses debido a su pugna por la dominación de Asia Central.

Además de por esto, el emplazamiento geográfico es bien conocido por ser uno de los mayores productores de hachís del planeta. Hace años se afirmaba que el gran fumador de hachís no puede morirse sin probar el que, durante siglos, ha sido uno de los mejores costos conocidos.

En lo que se refiere al genotipo, la selección natural ha creado plantas resinosas, de una dominancia aparentemente índica, con forma de pequeño arbusto y poseedoras de gruesas ramas. Prácticamente idénticas a las de origen afgano.

Durante la década de los 60 y principios de los 70, los intrépidos que se aventuraban a explorar el planeta, muchos de ellos llamados beatiniks o hippies, regresaron a sus respectivos continentes con los bolsillos llenos de semillas del Hindú Kush y Afganistán, lasgrandes productoras de hachís. Estas cepas fueron cruzadas, seleccionadas y progresivamente mejoradas en occidente, añadiendo una mayor cantidad de flor, un periodo de floración aún más corto y aumentando su potencia.

Debido a esto sería sumamente difícil afirmar que las genéticas de las que disponemos con denominación Kush o Afghani son genéticas totalmente diferenciadas. Es más, es muy probable que las semillas se hayan cruzado entre sí o se hayan confundido unas con otras a lo largo del tiempo. Por eso muchos autores las usan de forma indistinta o describen un origen común.

Sea como fuere, pasados unos años desde el comienzo de la comercialización de la genéticas Kush, la variedad que podemos adquirir hoy en tiendas especializadas presenta unas características, especialmente en algunas de las variedades más relevantes del mercado, que la diferencian de las afganas que también podemos comprar.

Los orígenes siguen siendo una parte fundamental en la semilla que cultivaremos pero el genotipo ha pasado por tantos procesos de cambio -muchos de ellos definitorios y determinantes- desde que el hombre occidental comenzó a poner en práctica la crianza de cannabis que cobra personalidad propia y se distancia de las Kush originarias.

Cepas de la mejor calidad de esta Kush actual, proporcionan parte de la genética que da lugar a White Widow, Sensi Star o AK-47, aunque no compartan su nombre.

Si lo que queremos es remitirnos al máximo referente geográfico y occidental de esta variedad debemos destacar el sur californiano. En los dispensarios médicos de “El Estado Dorado” podremos encontrar cientos de genotipos fundamentados en marihuana Kush puesto que su efecto está especialmente recomendado para paliar el dolor.

Inevitablemente, muchos usuarios recreativos han sido encandilados por esta variedad, dueña de las calles de San Diego y Los Ángeles. OG Kush, Tahoe o Russian Master son sólo algunos ejemplos que pueden sonaros.

Y de aquí nos vemos obligados a viajar a los mejores bancos de semillas que ponen a nuestra disposición esta variedad. En este caso destacaré dos tipos escogidos especialmente por su adecuación a nuestras limitadas circunstancias de cultivo pero, como suelo aclarar, existen multitud de variedades con genes Kush que pueden adaptarse a la perfección a espacios reducidos, sois vosotros quienes tenéis que descubrir cuál es la que más se acerca a lo que buscáis en la hierba. Entiendo que esta decisión debe fundamentarse en un conjunto de factores (sabor, efecto, rendimiento, etc.) que cada persona hará primar de una forma o de otra.

Cogollo de variedad Vanila Kush
Cogollo de variedad Vanila Kush
  1. Vanilla Kush de Barney’s Farm.

La primera vez que me topé con esta variedad fue de forma totalmente casual. Uno de mis más allegados amigos –al igual que yo, un apasionado cultivador- me ofreció un canuto de una hierba que había cultivado su hermano y que le había cautivado por completo. Lo nuestro fue amor a primera calada. Aunque posteriormente descubrí que Vanilla Kush se expresa de diferentes maneras, diferentes fenotipos, y no todos nos ofrecen el mismo olor, sabor y colocón, todos ellos son sumamente placenteros.

Aquel fenotipo que probé en nuestro primer encuentro, y que se ha repetido cerca de la mitad de las veces que hemos cultivado esta variedad desde semilla, mezclaba cierto olor a vainilla con cítricos. Su efecto es característico de una índica medicinal, ansiolítico y paliativo.

Hay otras dos expresiones fenotípicas que, aunque poseen efectos muy similares a sus hermanas, desprenden un olor que puede relacionarse con el sándalo y la lavanda respectivamente.

En lo que se refiere a su tamaño y tiempo de floración, que es lo que más nos importa, la Vanilla Kush florece en dos meses y posee una forma típicamente índica: un arbusto de pequeñas/medianas dimensiones, poca hoja y gran cantidad de flor.

Esto es lo que dice Barney’s Farm sobre ella:

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Esta increíble nueva cepa es una Índica dominante con una fragancia, un sabor y una potencia que no hemos ofrecido nunca. Los intensos aromas que emanan de sus compactas y grandes ramas -altamente moteadas con tricomas rojos y dorados- recuerdan a la lavanda y la vainilla picante, acentuados con limón y cáscara de naranja. Una vez combustionado, los aromas herbales y florales se concentran y el humo ofrece sabores dulces y multidimensionales. Su efecto es fuerte y duradero. Combate el estrés y alivia la tensión muscular y el dolor.

  • Tipo: índica dominante
  • Rendimiento: 600gr/m2
  • Altura: los 60-70cm
  • Tiempo de floración: 60 días
  • Cosecha en exterior: finales septiembre
  • THC: 22%
  • CBD: 1,2%
  • Genética: Cachemira / Afghan Kush

 Hindu Kush de Sensi Seeds

La cepa de Sensi Seeds es mi Kush favorita por varias y sencillas razones. Lo más importante es que su tiempo de floración es muy corto. Probablemente se trata de una de las variedades más rápidas del mercado, rondando los 45 días de floración en la mayoría de sus fenotipos.

La producción no es bestial y, no vamos a engañarnos, hay muchos cruces que proporcionan mucha más cantidad a la hora de la cosecha. Sin embargo, la cantidad de flor es más que aceptable.

La magia de esta variedad radica en su origen de índica pura. Su olor a sándalo, con trazas terrosas, se convierte en un humo denso y saciante al combustionarse. El efecto es agradable y llevadero, proporciona un estado de relajación, de paz, difícilmente comparable.

Uno de los principales inconvenientes es su condición de semilla regular, sin versión feminizada. Esto se debe a su deuda con el origen genético y su intención de conservarse como una variedad. Puede que muchos terminen por convencerse y creer merecedor el esfuerzo de darle una oportunidad al saber su precio, que ronda los 3€ por semilla. Debemos tener en cuenta que las plantas hembra rondan el 60% de los ejemplares, siempre que las condiciones sean las óptimas, por lo que el precio sigue siendo muy apetecible y creedme, aquellos que estéis buscando una planta llevadera, con unos efectos placenteros y relajantes, medicinales, debéis darle una oportunidad.

Para terminar, os dejamos la información que ofrece Sensi Seeds en su página web, no os perdáis la próxima entrega en la que nos adentraremos en las variedades con denominación Critical:

Esta variedad de Índica pura viene directamente del macizo montañoso del cual se le ha dado el nombre. El Hindú Kush es el extremo oeste del Himalaya, que cubre la mitad de Afganistán y se extiende sobre las fronteras de Paquistán y la India, llegando hasta China. Esta región hermosa y desolada forma una importante ruta comercial entre Oriente Medio, Asia Central y El Lejano Oriente, y es donde las antiguas tradiciones cannábicas de las culturas de los alrededores se encontraron y fundieron durante cientos de años. En pocas palabras, el Hindú Kush es el centro absoluto del mundo cuando tenemos en cuenta verdaderos genotipos de Índica o Afgana y las diferentes formas de hachís negro que allí se fabrican.

Este cultivo ha sido seleccionado por calidad y estabilidad durante innumerables generaciones, siempre cruzado dentro de su propio fondo genético. Hindú Kush produce esquejes muy consistentes y es una variedad excelente para cultivos de interior, directos de semillas. Las plantas son de color verde oscuro, bajas y poderosas, con hojas aserradas de Indica. En climas más cálidos, por debajo de los 42º N, Hindú Kush puede florecer en exterior.

La floración es fuerte y segura, con cosechas rápidas de cogollos Afgana, robustos hasta en manos de un cultivador novato. Hindú Kush tiene una sutil fragancia de madera de sándalo matizada con el dulce aroma de charas frescas. La potencia es notablemente alta para una variedad no híbrida, con la vibración corporal madura y positiva de las famosas Índicas cultivadas a mucha altura. Hindu Kush produce también un estado mental de calma, contemplativo, en lugar de los fuertes colocones de los híbridos posteriores de Índica, Afgana y Skunk.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.