Extracción con butano

El objetivo fundamental de esta serie de artículos es hablar de las formas más usadas para la extracción y el aprovechamiento de la Cannabis Sativa L. y sus subespecies.

Por Neal C. Borroughs

De entre la interminable cantidad de maneras de aprovechamiento que ha llevado a cabo el ser humano, aquí sólo se tratarán las más utilizadas y las más sencillas. Aquellas que resulten accesibles para cualquiera que ponga un poco de ganas y empeño.

Carga de butano universal
Carga de butano universal

La marihuana es común y acertadamente descrita como “el cerdo del reino vegetal”. Toda la planta puede ser utilizada para diversos fines, desde sus raíces a las tan codiciadas flores. Resulta una obviedad afirmar que estas últimas, los cogollos, son las más valoradas por la mayoría de los consumidores de cannabis y el epicentro de todo el proceso de cultivo.

Sin embargo, yo dejaré a un lado el cogollo, concretamente aquella parte del mismo que pasa al proceso de secado y curado*, y me centraré en los usos de los “restos” después de llevar a cabo la poda, momento en el que se ha retirado todo resquicio vegetal que puede hacer que decaiga la calidad dichas flores*.

Ya os he explicado algunas de las formas más comunes de aprovechamiento: la extracción directa de tricomas mediante tamices, la extracción en frío, el aprovechamiento mediante revegetación, la obtención de tinturas y licores de marihuana y, en la entrega inmediatamente anterior, la extracción con grasas*.

En la 7.ª entrega de la serie nos adentraremos en la afamada y cada vez más de moda extracción con butano. En diversas citas y eventos cannábicas de obligada asistencia o en ámbitos donde se reúnen consumidores habituales, cada día podemos disfrutar de más muestras obtenidas mediante este tipo de procedimiento.

Extracción con butano en proceso de evaporación
Extracción con butano en proceso de evaporación

Y lo cierto es que el gas butano es un disolvente muy bueno para extraer los cannabinoides. Debido a su composición, disuelve la resina que contiene la sustancia psicoactiva y nunca la clorofila produciendo un material de color y textura similar a la miel.

El producto, siempre que haya seguido unas normas básicas para su obtención, tendrá una calidad, un sabor y unos efectos que satisfarán a los más exigentes.

También ocurre que cada día más gente se atreve a manipular butano, bien porque se informan adecuadamente o por que, además de ello, adquieren material que facilita y proporciona más seguridad a la hora de llevar a cabo el proceso. Sin embargo, es fundamental que hagamos especial hincapié en lo PELIGROSA que puede ser esta sustancia. Una de las principales desventajas de llevar a cabo este método es la posibilidad de que estalle si no se maneja con especial cuidado.

A lo largo de la explicación del proceso iré añadiendo apartados y explicaciones que es IMPRESCINDIBLE leer, en su totalidad, para llevar a cabo esta extracción de forma segura. Además, al final del artículo haremos un pequeño compendio de advertencias y arrojaremos algunas recomendaciones que os ayudarán conseguir realizar la extracción de una forma TOTALMENTE SEGURA.

Como os comentábamos en el artículo anterior, cuando llevábamos a cabo el proceso de purificación gracias al uso del éter*, lo primero y más fundamental es estar al aire libre y lejos de cualquier elemento que pudiera provocar una explosión.

Pues bien, teniendo en cuenta estas circunstancias, voy a explicaros una de las formas más sencillas de extracción mediante butano. Es un método que nosotros llevamos poniendo en práctica desde hace años sin haber experimentado ningún problema:

  1. Llena un frasco con los restos de vuestra cosecha que conserven o puedan contener tricomas y tapadlo con dos o tres capas de papel de cocina.
  2. Hazte con una bombona de camping gas pequeña (recordad que el tamaño de la bombona es proporcional a la posible explosión por lo que cuanto más pequeña más seguro) o con el clásico bote de gas para mecheros
  3. Realiza un pequeño agujero en el papel de cocina, introduce la parte que expulsa el gas en el mismo y vacíalo.
  • Hay varias formas de hacer salir el gas. La forma más segura y recomendable es que la bombona tenga una llave conectada al tubo o manguera que introduciremos en el frasco que contiene los cogollos.
  • En el caso de que uses botes de gas para mecheros (que sé que, a pesar de la recomendación, muchos de nuestros lectores elegirán este camino debido a su accesibilidad, precio y disponibilidad) tendrás que idear una manera de presionar la válvula que se introduce en el mechero para que expulse el gas en el frasco. Nosotros solemos usar alicates o una herramienta similar. Como estas herramientas y algunas partes del bote son de metal, pueden chocar y provocar una chispa que, a su vez, provoque una explosión. La solución es sencilla: debes usar esos adaptadores de plástico que sirven para su uso con los diferentes tipos de bocas de mecheros y que, normalmente, acompañan al bote.
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Aceite purificado
Aceite purificado
  1. Al vaciar el contenido mediante la apertura de la válvula o dejando salir el gas de dentro del frasco el butano se licúa de forma inmediata, llenando el frasco que contiene los cogollos de líquido.
  2. Los gases se enfrían al expandirse y el butano no es una excepción. De esta forma, el frasco se enfriará al entrar en contacto con el líquido, al igual que lo haría cualquier elemento o material que esté en contacto con el gas.
  • Por eso, debes tener especial cuidado de no tocar nada que haya sido tocado por el gas y que sea metálico. Si lo haces, la piel se quedará pegada y se producirán unas lesiones muy similares a las quemaduras.
  1. Lo cierto es que desperdiciará mucho butano hasta que la temperatura del frasco sea la adecuada para provocar el licuado. Por eso, es recomendable que introducir TODOS los elementos que componen el proceso (frasco, cannabis y bombona o bote) un par de horas en el congelador. De esta forma, la cantidad que necesitarás de butano será mucho menor.
  2. Los cannabinoides se disolverán con gran rapidez por lo que, cuando hayas utilizado la cantidad de butano necesaria, puedes filtrar los restos vegetales de inmediato.
  • Hay quien usa papel de cocina para llevar a cabo este proceso pero es mucho más eficaz usar un filtro de café de los de papel.
  1. Puedes volver a realizar el proceso con los restos que quedan en el filtro de café o papel de cocina, pero la calidad y rendimiento del producto serán mucho peores.
  2. Podrás observar como el butano con cannabinoides, que has obtenido de la filtración, se evapora muy rápidamente. Si viertes el líquido en un plato podrás observar como hierve.
  • Insistimos en el hecho de que debes llevar a cabo todo el proceso de extracción con butano en el exterior, en un lugar bien ventilado, puesto que los riesgos también radican en la inhalación o ingestión.
Extracto realizado con butano
Extracto realizado con butano
  1. Una vez que el butano se ha evaporado por completo, debes redisolver el aceite resultante en un poco de alcohol y dejar que se evapore de nuevo. Si no lo haces, el aceite contendrá restos de butano altamente tóxicos.
  • El alcohol es la mejor forma de realizar este purificado, arrastrará todos los restos y el aceite quedará limpio sin necesidad de llevar a cabo ningún tipo de refinado, como el descrito en anteriores artículos con éter*.
  • El alcohol más adecuado y seguro es el etílico, aquel que contienen las bebitas alcohólicas. El alcohol que se usa para quemar, metílico, suele tener un color azul para no ser confundido y el metílico de farmacia no es apto para llevar a cabo esta disolución puesto que contiene sustancias amargantes para evitar su consumo vía oral que perjudicarán aceite resultante de este proceso.
  • Por lo tanto, el mejor alcohol que puedes usar es un metílico 96º que no contenga ningún amargante añadido. Este tipo de alcohol puede adquirirse en tiendas de productos químicos y es caro debido a que se le aplica el mismo impuesto que a las bebidas espirituosas. Existe alcohol 100º, pero es mucho más caro y no es más efectivo que el alcohol 96º.
  1. El aceite que obtendrás tendrá un bonito color miel. Este es el codiciado producto final, listo para ser consumido.
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En la actualidad ya existen varios productos que podéis encontrar en cualquier grow shop o tienda especializada y que se usan específicamente para llevar a cabo este proceso. Todos ellos, especialmente los de mejor calidad, no sólo facilitan el proceso si no que lo convierten en una práctica totalmente segura. Recurrid al encargado de la tienda en cuestión e informaros de los diferentes productos de los que dispone que permiten llevar a cabo esta práctica.

Los tipos de aparatos que hemos utilizado con más asiduidad y sin económicos consisten en un cilindro con dos tapas. La de arriba tiene un agujero en el que se introduce la salida de la bombona de gas y la de abajo tiene muchos y pequeños agujeros, a modo de colador. Su funcionamiento es muy sencillo:

  1. Se abre la tapa superior y se introduce un papel de filtro que reposará sobre la cara interna de la tapa inferior.
  2. Lo siguiente es llenar el cilindro de cannabis y enroscar la tapa superior.
  3. El gas se introduce por el agujero indicado para ello y atraviesa todo el cilindro, disolviendo la resina y expulsando el butano mezclado con los cannabinoides por la parte inferior, la llena de agujeros a modo de colador.
  4. Al igual que con el método casero, dejamos que este líquido caiga sobre un plato y que el butano se evapore, volvemos a disolverlo con alcohol, dejamos que se evapore de nuevo y el aceite ya está listo.
Aceite purificado con butano
Aceite purificado con butano

Puede que os suene repetitivo pero debemos hacer especial hincapié en los potenciales peligros que derivan de estas prácticas. La extracción química de la resina de cannabis se realiza mediante disolventes que son altamente tóxicos e inflamables y algunos pueden provocar una explosión, como es el caso del éter, el butano y el hexano. Por ello, TODAS LAS PRECAUCIONES SON POCAS. Recordad: laboratorio al aire libre y chispas, llamas, canutos, cigarrillos y demás elementos que puedan desencadenar un incendio o explosión no deben estar en el entorno donde se practique la extracción.

La segunda y no menos importante precaución recae en el consumo. La toxicidad de estos productos usados para la extracción nos afecta sólo si permanece en el aceite que producimos, producto que vamos a consumir. Por ello debemos asegurarnos de que no queda ningún resto del disolvente y es IMPRESCINDIBLE llevar a cabo la disolución en alcohol una vez evaporado el butano.

No os perdáis las próximas entregas de esta serie de artículos os explicaremos diversas, sencillas y funcionales alternativas para aprovechar los restos de vuestras cosechas.

*ARTÍCULOS:

– “Cómo cultivar en un espacio reducido, con un consumo de energía bajo y una producción más que aceptable” Neal C. Borroughs, Cannabis Magazine, números 93, 94 y 95.

– “La cosecha, el curado y el secado” Neal C. Borroughs, El Cultivador, número 3.

– “El consumo energético en espacios reducidos” Neal C. Borroughs, Cannabis Magazine, número 102.

Y los dos artículos inmediatamente anteriores a estos:

– “Aprovechamiento de los “restos” después de la cosecha” Neal C. Borroughs, Cannabis Magazine, números 104, 105, 106, 107, 108 y 109.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.