La mayoría de los españoles se muestra favorable a aprobar la legalización de la marihuana. Al menos, es lo que se puede extraer del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), cuyo trabajo de campo se elaboró entre el 5 y el 14 de abril. Preguntados sobre el tema, casi la mitad de los españoles, (el 49,7%), se muestra a favor de que se legalice su venta, mientras que el 40,9% está en contra de esa medida. Esa división de los españoles sobre la legalización de la marihuana no se da cuando se pregunta, en concreto, si fuera para uso médico, ya que el 90,1% dice estar a favor y una minoría, el 4,6% se muestra en contra.

Un mercado que no deja de crecer

Cada vez es más habitual encontrar productos derivados del cannabis en nuestro día a día: desde cremas hidratantes a mascarillas pasando por infusiones, vino o cerveza pero…¿es legal la distribución de estos productos en nuestro país? Según el abogado Bernardo Soriano, “el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea indica que no se puede limitar su comercialización siempre que los productos hayan sido generados en algún país de la Unión Europea procedentes de plantas de cáñamo industrial”.

Aunque todo depende de la cantidad de THC (Tetrahidrocannabinol) que contenga el producto.El THC es responsable de los efectos psicotrópicos de la planta y, según Bernardo Soriano, “si la sustancia a la venta no tiene más de un 0.2 de THC, no se nos podrá condenar penalmente” puesto que no se considerará una “sustancia psicoactiva”.

Una cuestión de salud

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha declarado la guerra a los comestibles derivados del cannabis con CBD, (Cannabidiol, otro compuesto del cáñamo al que se le atribuyen beneficios medicinales) y los ha incluido en su lista de riesgos emergentes. Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos explica que su ingesta “puede ser un potencial riesgo para la salud porque no están evaluados y no se conoce su toxicidad”. Carola Pérez, presidenta del Observatorio Español del Cannabis Medicinal, explica que este compuesto posee propiedades ansiolíticas, antiinflamatorias, antioxidantes, anticonvulsivantes y antitumorales entre otras” pero,como no se ha podido demostrar que su ingesta sea segura, las autoridades europeas prohíben su comercialización. Beatriz Robles advierte de que “cada mes hay alguna alerta alimentaria informando al resto de países miembros de que está en el mercado un producto de este tipo y que clasifica como un nuevo ingrediente no autorizado en la Unión Europea”.

La clave para poder comercializar este tipo de productos reside en modificar su modo de empleo. Los distribuidores los venden con la advertencia de únicamente usar de manera tópica o avisando de “no ser apto para la combustión”. Pese a todo, hay muchos usuarios que los compran buscando una solución a sus dolencias o buscando su uso recreativo.  Anne Maríe entra en una de estas tiendas empujada sobre una silla de ruedas buscando un alivio para sus dolores , “he venido porque estoy desesperada, tengo la columna vertebral fatal y no se puede operar”, se lamenta, “el dolor es continuo”. En el Observatorio Español de Cannabis Medicinal estiman que unas 300.000 personas en España consumen cannabis con fines medicinales o terapéuticos. “La cifra aumenta cada día por el boca a boca, pero es difícil de saber, porque muchas personas están ‘en el armario’ por miedo y estigma”, afirma Carola Pérez.

Pese a todo, el cannabis medicinal no está regulado en España y eso hace que los pacientes lo tomen sin supervisión médica. Alejandro Tejedor, Coordinador de la atención al dolor de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria advierte de las consecuencias de su uso sin control “si te pasas de unas dosis y tu organismo no está preparado pierdes el estado de concentración, el estado de alerta, puedes entrar en un estado de apatía, puede haber crisis paranoicas, puede haber crisis de psicosis, síndromes bipolares… hay que tener cuidado porque hay que saber cuál es la dosis buena y cuál es la dosis que puede generar intoxicación”, detalla.

Inseguridad Jurídica

La crisis del coronavirus también ha afectado de manera radical a todos los pacientes usaban el cannabis de manera terapéutica. Al no estar regulado su uso medicinal en nuestro país, muchos de ellos tienen dificultad para encontrarlo. Preguntada sobre ello en Rtve.es, Carola Pérez afirmaba que muchos de ellos debían buscarlo “en el mercado negro, cultivando en casa, o yendo a un club social de cannabis. ¿Qué ha ocurrido durante la pandemia? Al cerrar los clubes sociales de cannabis y no poder acudir al mercado negro, para los pacientes es como si nos hubieran cerrado las farmacias. Encima que te sientes un delincuente, esto ha hecho que nos sintamos absolutamente desprotegidos”, confiesa. Y recuerda que la multa asciende a 10.000 euros por posesión reincidente de cannabis. “A nadie se le ocurriría que una quimioterapia venga del mercado negro”, afirma Pérez.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.