Los 15 países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom) comenzaron a estudiar ayer los efectos que podría tener la despenalización de la marihuana con fines medicinales en la delicada economía de la región, entre otras posibles estrategias para potenciar la reactivación económica.

Para ello contaron con un informe elaborado por un grupo de expertos que apoya la idea de despenalizar su consumo, al menos con fines medicinales, y argumenta que el Caribe tiene una “ventaja competitiva” con respecto a otra zonas del planeta a la hora de cultivar esa planta.

“La región debería pues explorar cualquier beneficio comercial de una potencial industria de miles de millones de dólares, incluida la investigación y el desarrollo, así como la producción de productos de marihuana médica”, señala el informe difundido este lunes entre los asistentes a la cumbre.

El presidente de Caricom y primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, anfitrión de la cita, propone desde el pasado año que la organización territorial impulse una estrategia común respecto a la despenalización de la marihuana y se ponga así en una posición avanzada respecto a una tendencia que cada vez se afianza más en el continente.

Por el momento Jamaica ya ha anunciado que este año despenalizará la posesión de pequeñas cantidades de marihuana para consumo recreativo y que legalizará su distribución con fines médicos.

“Aunque Jamaica no cumpla con ese objetivo, ha avanzado rápidamente y no tengo ninguna duda de que todos estos acontecimientos están teniendo un impacto en la región”, dijo Gonsalves.

Reconoció que en su país no existe un clima claramente favorable, al igual que en Granada, cuyo primer ministro, Keith Mitchell, dejó claro que por el momento “el cultivo y consumo de marihuana es ilegal” en su país.

En cualquier caso, y según el informe que estudian los miembros de Caricom (en mayoría excolonias británicas, y también francesas y holandesas) advierte que se podría obtener una gran cantidad de dinero a través de la despenalización y apunta que en Washington y Colorado su legalización podría suponer 2.100 millones de dólares en ingresos por impuestos durante los próximos cinco años.

“Uno de los problemas que preveo es que si no nos ocupamos de esto, e incluso si no nos ocupamos ya de ello, existe el peligro de que en los próximos diez años vamos a estar comprando a EEUU productos farmacéuticos relacionados con la marihuana”, dijo Gonsalves, respecto a un “potencial comercio transfronterizo que nos situaría en desventaja”.

Reconoció que busca una opinión común en Caricom porque “es muy difícil hacerlo siendo un solo Estado tan pequeño como San Vicente y las Granadinas”. “Si lo hacemos como Caricom, incluso aunque no todos lo hagan al mismo tiempo, todo será más fácil”, apuntó tras recomendar que se siga el liderazgo que ha tomado Jamaica, uno de los países más identificados a nivel mundial con la marihuana y que ha empezado a dar los pasos para relajar su prohibición.

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