La producción de grelina en el estómago, la denominada  hormona del hambre, está en el centro de las últimas investigaciones contra la obesidad. Un trabajo científico explica que el sobrepeso, antesala de tantas enfermedades, podría tratarse con un derivado…del cannabis.

En el trabajo titulado “Grelina: una hormona reguladora de la ingesta de alimento y del peso corporal”, los investigadores Elvira Morgado Viveros y Mario Salvador Caba Vinagre, de la Universidad Veracruzana (UV) de México, explican que la secreción de grelina es “prominente” antes de la hora de la comida y decrece después de la ingesta en personas con horarios regulares de alimentación.

Por otro lado, un informe de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), probado en animales de experimentación, indica que un derivado del cannabis podría ser efectivo en la lucha contra la obesidad.

El estudio del (CIBERobn), liderado por la doctora Luisa María Seoane, con la colaboración del doctor Uberto Pagotto, de la Universidad de Bolonia (Italia), pone de manifiesto la relevancia de la comunicación gástrico-cerebral como vía esencial de regulación del peso.

Cada año fallecen al menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o de la obesidad, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De hecho, esta entidad indica que constituyen el quinto factor de riesgo de defunción en el mundo. “Además, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de la carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de la carga de algunos cánceres, son atribuibles a los kilos de más”, destaca.

“En la mayoría de las personas, el sobrepeso y la obesidad se adquieren por una falta de balance energético. Para que éste se produzca, la energía que se ingiere en los alimentos debe ser igual a la que se gasta”, precisa el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos.

El sistema endocanabinnoide

En este sentido, la Organización Mundial de la Salud manifiesta que en el mundo se ha producido un aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes.

Asimismo, ha habido “un descenso en la actividad física como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y de una creciente urbanización”, afirma.

“La ingesta de alimentos está regulada por un sistema complejo que incluye, tanto factores centrales como periféricos”, expresan Elvira Morgado Viveros y Mario Salvador Caba Vinagre, de la Universidad Veracruzana (UV) de México.

En el trabajo titulado “Grelina: una hormona reguladora de la ingesta de alimento y del peso corporal”, estos investigadores explican que la secreción de grelina es “prominente” antes de la hora de la comida y decrece después de la ingesta en personas con horarios regulares de alimentación.

En lo referente a la grelina, un grupo de especialistas del Instituto de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) de España ha descubierto, tras un estudio realizado en roedores, la existencia de un complejo mecanismo en el estómago que regula la producción de esta hormona.

Al decir de estos expertos, este trabajo muestra cómo el tratamiento con compuestos derivados cannabinoides, concretamente el Rimonabant, “bloquea los receptores cannabinoides CB1 en el estómago, lo que es interpretado por sensores presentes en las células gástricas como una señal de saciedad. Dicha señal llega al cerebro y este responde disminuyendo la ingesta de alimentos”.

El sistema endocanabinnoide es un sistema de comunicación intercelular. Según explica en la revista “Eidon” Manuel Guzmán, catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid, los cannabinoides actúan en el organismo “a través de receptores específicos (los receptores cannabinoides) que son activados normalmente por moléculas endógenas (los endocannabinoides) y regulan críticamente la neurotransmisión en numerosas regiones del sistema nervioso central”.

“Químicamente hablando, la marihuana (Cannabis sativa L.) es la única especie del reino vegetal que, por lo que hoy en día sabemos, produce cannabinoides, una familia de moléculas de la que ya conocemos casi un centenar de representaciones diferentes”, indica el catedrático.

“Pero el cuerpo humano también generacannabinoides, que se conocen como cannabinoides endógenos (internos), que actúan sobre el cerebro, aumentando o disminuyendo la actividad de las células que registran el dolor, las que mueven los músculos o las que producen el apetito, entre otras”, comenta Guzmán.

Un fármaco polémico

El trabajo de los investigadores del CIBERobn, probado en animales de experimentación, consistió en administrar Rimonabant, un derivado del cannabis, lo que reabre el uso de este tipo de compuestos en la lucha contra la obesidad.

El Rimonabant fue comercializado en 2006 como terapia contra el sobrepeso extremo debido a su potente efecto reductor del apetito. No obstante, en 2008 fue retirado del mercado por sus efectos adversos, ya que algunos pacientes presentaban episodios de depresión asociados a su uso.

“A pesar de la polémica que desató la retirada del fármaco, el trabajo que ahora publicamos reabre la puerta a nuevas terapias con derivados cannabinoides en la batalla contra la obesidad. Precisamente, el nuevo mecanismo encontrado demuestra un efecto beneficioso de este fármaco sobre el control del peso corporal y propone que el desarrollo de medicamentos de características similares, con acción exclusiva sobre el estómago, podría evitar efectos adversos en el sistema nervioso central”, sostiene la doctora Luisa María Seoane.

Este informe, liderado por la doctora Seoane, supone un nuevo paso dentro de la línea de investigación seguida por este grupo de científicos desde hace años y que se centra en el papel del estómago como órgano endocrino capaz de regular el apetito.

Asimismo, pone de manifiesto la relevancia de la comunicación gástrico-cerebral como vía esencial de regulación del peso.

El estudio, publicado en la revista “PlosOne”, es fruto de una colaboración internacional con el equipo del doctor Uberto Pagotto, de la Universidad de Bolonia (Italia), especialista de reconocido prestigio en la investigación con cannabinoides.

Pero los expertos van más allá e indican que uno de los componentes del mecanismo gástrico descubierto, en concreto la vía intracelular de mTOR/S6k1, está directamente involucrada en ciertos tipos de cáncer.

“El efecto modulador de los derivados cannabinoides sobre esta vía de señalización a nivel gástrico constituye, por tanto, un hallazgo que podría ser relevante en el estudio de otras patologías relacionadas con la obesidad, como el cáncer”, apunta Seoane.

Tras estos primeros hallazgos y en colaboración con el Servicio de Cirugía Digestiva del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (Galicia, noroeste de España), “el siguiente paso será abordar el estudio de cómo se encuentra afectado este novedoso sistema regulador en casos de obesidad, concretamente tomando muestras humanas de estómagos procedentes de pacientes sometidos a cirugía bariátrica”, concluye la investigadora.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.