Una variedad con tonalidades fucsias y potencial terapéutico que despierta entusiasmo entre la comunidad científica internacional
En un mundo donde cada año nacen decenas de nuevas cepas de cannabis, pocas logran capturar la atención de la comunidad científica global. Sin embargo, Pink Pepper, una sorprendente variedad surcoreana, lo ha conseguido. No por su capacidad psicoactiva —que es mínima— sino por algo mucho más revolucionario: su mapa genético.
Desarrollada por el profesor Jung Dae Lim y su equipo en la Universidad Nacional de Kangwon, con el apoyo del Instituto de Investigación del Cannabis de Colorado, esta cepa ha sido secuenciada con una precisión sin precedentes: un 99,6% del genoma completo, más de 30.000 genes y 770 millones de pares de bases. Una obra de ingeniería genética que marca un antes y un después en la biología del cannabis.
Un tesoro para la ciencia… aunque no te colocará
A diferencia de las variedades recreativas, Pink Pepper ha sido diseñada con altos niveles de CBD y bajos en THC, convirtiéndose en un recurso ideal para la investigación médica y agrícola. Su colorido, que va del fucsia al ciruela, es fruto inesperado del cruce de 26 variedades de cáñamo, y añade un atractivo visual innegable.
Pero su verdadero valor está en su utilidad como patrón genético de referencia. Con esta base, los criadores podrán desarrollar nuevas cepas con resultados predecibles, resistentes y optimizados, lo que supone una herramienta poderosa para la industria medicinal y para entender cómo se regulan los compuestos clave del cannabis, como los terpenos y cannabinoides.
Un hito técnico con sello coreano
Desde 2011, con el mapa incompleto del Purple Kush, la comunidad científica perseguía el Santo Grial del cannabis genómico. Ahora, gracias al uso combinado de tres tecnologías de secuenciación y una estructura con 17 andamiajes cromosómicos, los investigadores coreanos han logrado un nivel de resolución sin precedentes, certificado por los máximos estándares internacionales (BUSCO).
“Esta variedad rica en CBD establece un nuevo paradigma para la investigación genética del cannabis”, afirmó el Dr. Sang Park, del ICR de Colorado. “Será esencial para la evolución de la especie y el desarrollo de nuevas terapias”, añade Chad Kinney, director ejecutivo del instituto.
Una puerta abierta al futuro del cannabis
La genética es la piedra angular para entender, modificar y mejorar cualquier planta. En el caso del cannabis, abre la puerta a productos más efectivos, seguros y con mayores aplicaciones terapéuticas e industriales. Con el genoma de Pink Pepper disponible públicamente, la colaboración científica y el desarrollo de nuevas soluciones están al alcance de todos.
Próximamente, la Universidad de Kangwon lanzará Pink Pepper Biotech, una empresa centrada en la distribución de semillas y recursos genéticos de esta cepa. Para cultivadores interesados, se requerirá una solicitud previa.
Sin duda, estamos ante una noticia que no solo entusiasma a genetistas y botánicos, sino también a quienes creen en el poder curativo del cannabis. Pink Pepper no es solo una planta: es el nuevo código fuente del futuro verde.
Acerca del autor

Manu Hunter
Periodista cannábico con un estilo desenfadado pero siempre riguroso. Cuenta historias que prenden, informan y desmontan mitos, acercando la cultura cannábica al mundo con frescura y credibilidad. ¡Donde hay humo, hay una buena historia!