El número de establecimientos autorizados en Holanda para la venta y consumo de marihuana, los famosos «coffeeshops», se ha reducido en un 21,3% entre 1999 y 2009, según un informe.
La tendencia se ha acelerado en 2009, un año en el que cerraron 34 establecimientos en todo el país debido a políticas locales más restrictivas, según explica el documento, elaborado por el centro de estudios sociales Intraval y la Universidad de Groningen.
En 1999 había en toda Holanda un total de 846 «coffeeshops» repartidos en 105 municipios del país, mientras que diez años después se contabilizaron 666 en 101 localidades.
El principal recorte de estos locales se ha producido en Rotterdam, donde el año pasado fueron cerrados 16 «coffeeshops» debido a que estaban situados demasiado cerca de centros escolares.
Otras ciudades del sur de Holanda, como Roosendaal o Bergem op Zoom, que atraían el «turismo de la droga» gracias a su proximidad con la frontera belga, no tienen ya ningún «coffeeshop» debido a las políticas municipales de no tolerar este tipo de actividades.