No existe ordenador ni software que pueda superar hoy por hoy la creatividad del cerebro humano y como muestra de ello podemos poner el desarrollo de los sistemas de cultivo giratorio o vertical. En definitiva, se trata de sistemas que llevan la transformación de una superficie “plana” de cultivo en un espacio tridimensional circular que o bien es móvil y gira alrededor de la fuente de luz o bien es estático y aprovecha la altura, colocando la superficie plana a modo de pared y así duplicar o triplicar el espacio útil para cultivar.

Por Luis Hidalgo

Uno de los problemas habituales a la hora de ponerse a cultivar es el espacio disponible, que usualmente se mide en metros cuadrados, esto es, una superficie plana horizontal con respecto al suelo. Esto implica utilizar bastante más espacio del que en un principio pensamos, ya que no se tata sólo del que ocupa una bandeja de cultivo, sino que tendremos que disponer de más espacio para poder acceder a las plantas de manera cómoda. Quizá la mejor manera de optimizar la superficie a ocupar sea usando armarios de cultivo, ya que al ser un entorno cerrado y limitado por las paredes del armario, impide la ocupación de espacio fuera de él.

Sin embargo, también en un armario de cultivo tendremos que estudiar la manera de tener acceso a todas las plantas, y al final acabamos ocupando siempre menos de la superficie total, por ejemplo, para cultivar 1m2 en armario necesitaremos uno de 1,20 x 1,20 m2 ya que en algún punto de la bandeja de cultivo tendremos que dejar un hueco a modo de “pasillo” que nos permita llegar a las plantas del fondo y las esquinas. Tengamos en cuenta que las plantas crecen, y aunque en apariencia durante el vegetativo no tenemos problema para alcanzar cualquier punto del cultivo, no sucederá así durante la floración, y en la mayoría de los casos el interior del armario se acaba convirtiendo en una selva en la que ya cuesta meter la regadera hasta la segunda o tercera fila de plantas.

La consecuencia directa de esto es que es en esas plantas más alejadas donde se suelen iniciar las plagas, ya que a lo largo del cultivo revisamos a nuestras niñas en busca de plagas o carencias, y es completamente normal que se preste menos atención a las más alejadas e incluso que no se las revise, pues una vez avanzada la floración resulta muy complicado sacar todas las de delante para poder trabajar con las del fondo.

sistema cultivo

Aprovechando la altura

 Los sistemas de alto rendimiento que estamos analizando se basan precisamente en aprovechar la altura disponible a base de crear “paredes” verticales alrededor de una fuente de luz en las que las plantas se sitúan en filas unas encima de otras, con lo que caben muchas más. En el caso de los sistemas giratorios, el principio es el mismo, solo que en este caso es un cilindro colocado en horizontal que gira sobre su eje, moviendo las plantas alrededor de la fuente de luz.

De esta manera, en la misma superficie se pueden cultivar muchas mas plantas. En el número anterior analizamos el Gi Grow, sistema giratorio modular, similar al otro que existe, el Omega Garden, que funcionando bajo el mismo principio, cambia algunos matices que cambian la forma de iniciar el cultivo con respecto al Gi Grow.

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Cultivo Urbano

 El Omega Garden fue diseñado en un principio para el cultivo urbano de verduras, hortalizas y plantas aromáticas, de manera que cualquiera pudiera autoabastecerse de vegetales sin necesidad de un gran espacio de cultivo. Es más, según las previsiones de distintos institutos de investigación así como de multitud de científicos, alrededor del año 2025 la población mundial estará entre los 6,6 y los 8 billones de habitantes, mientras las simulaciones climatológicas predicen largos periodos de sequía.

Un matemático, Thomas Malthus, realizó una serie de cálculos hace ya 200 años, y que vienen a demostrar que tarde o temprano, más bien temprano, la velocidad de crecimiento y reproducción de la raza humana hará que no quede espacio para la agricultura, y si bien los avances en tecnología agrícola nos han ido manteniendo, poco a poco contribuyen a agotar los recursos naturales del planeta.

La opción a tomar parece clara en principio: hay que replantearse la manera de cultivar vegetales comestibles, o morirnos de hambre. El científico Dickson Despommier, especialista en medioambiente en la Universidad de Columbia, apoyado por multitud de investigadores, propone una solución bastante radical: llevar los huertos a la ciudad en forma de torres de cultivo hidropónico por encima de los edificios, alimentados energéticamente por un proceso que utiliza el agua residual del cultivo para producir la electricidad necesaria para hacer funcionar el sistema y continuar produciendo más comida.

Esta forma de cultivar permite no solo la obtención de plantas pequeñas, sino la producción de árboles que mediante su follaje eliminan el dióxido de carbono de la atmósfera. Además, el hecho de que el cultivo vertical permite que los vegetales se produzcan muy cerca de donde van a ser consumidos también reduce el impacto medioambiental al eliminar las emisiones de Co2 producidas por los vehículos utilizados para el transporte de los vegetales desde las huertas a los puntos de venta como sucede en la actualidad. Más aún, si consideramos también las emisiones producidas por la maquinaria necesaria para un cultivo tradicional, la agricultura actual viene a lanzar a la atmósfera alrededor del 14% de las emisiones de gases con “efecto invernadero” del total mundial.

El Omega Garden viene a ser una versión “micro” de estos descomunales sistemas de cultivo masivos, de manera que utilizando el mismo concepto se pueden utilizar en una terraza particular o en una habitación pequeña. Es más sencillo de montar que el sistema analizado en el número anterior, aunque también menos robusto.

stand en spannabis

De las nubes a tu casa

 En principio, el concepto y funcionamiento básico del Omega es el mismo que el de el GI Grow, pero existe una diferencia radical: mientras el anterior suministraba la solución nutriente por inyección en los cubos de lana de roca cuando estos se encuentran en la parte superior, mientras que el Omega lo hace mediante inundación a partir de una especie de bandeja que se encuentra en la parte inferior y donde se “remojan” los cubos al pasar por su superficie, con una velocidad de una rotación completa cada 45 minutos sin interrupción durante las 24 horas.

En este caso, el efecto es que el cubo de lana de roca se empapa desde abajo con tiempo suficiente para soltar el líquido sobrante, y al ir girando, la solución nutriente absorbida se reparte de manera uniforme por todo el cubo, que se vuelve a humedecer cada 45 minutos, el tiempo total de rotación.

Se pueden cultivar unas 80 plantas con un espacio de unos 10 cm. para el cubo de lana de roca donde se coloca cada planta. Está fabricado en plástico y en acero y es muy ligero y sencillo de montar y poner en funcionamiento, aunque no incluye el depósito para la solución nutriente. Podemos usar potencias desde los 400W a los 1.000W con BOMBILLA CULTIVOs de alta presión o bien montar fluorescentes compactos del estilo de los Agrolite. Los requerimientos para plantar son los mismos que en el otro sistema de cultivo circular: clones bien enraizados y de estructura y tamaño homogéneos.

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A continuación detallamos como montar y poner en marcha el sistema en 7 pasos. Lo primero es disponer de algunas herramientas como una llave inglesa ajustable, un par de de llaves fijas, destornillador plano y de estrella, un cutter y un juego de llaves Allen.

El primer paso es montar la estructura base y la bandeja de riego. El armazón viene en cuatro partes que se ensamblan al estilo de los tubos de las tiendas de campaña: un tubo tiene un orificio y el otro un “pincho” retráctil que se inserta en dicho orificio, uniendo así las partes de manera fuerte y robusta. Una vez ensamblada, se pone la estructura con la parte corta hacia arriba y se inserta la bandeja de riego también boca arriba.

A continuación desembalamos el motor y localizamos la cadena de transmisión, muy parecida a la cadena de una bicicleta, que se encontrará colgando en uno de los lados de la bandeja que montamos en el paso anterior, y cortamos la brida que la mantiene cerrada (es para el transporte) liberándola. Desatornillamos los cuatro tornillos de la tapa del hueco para el motor que se encuentran a los lados del espacio para insertar la estructura dejando los dos laterales del extremo aflojados pero sin quitarlos y colocamos el motor dentro de su espacio de manera que encaje en los dos lados de cada “pata” de la estructura base, por debajo de la bandeja de riego. A continuación lo iremos subiendo hasta que se pueda enganchar la cadena de transmisión que liberamos al principio y lo moveremos lateralmente hasta que se quede perfectamente recta, momento en que procederemos a atornillar la tapa que lo fija en su posición definitiva.

El centro de la órbita

Ahora hay que montar el soporte para la iluminación que será el eje alrededor del que girarán las plantas. Localizamos sus piezas, y las ensamblamos según se ve en las fotos, teniendo especial cuidado de ir apretando poco a poco los tornillos uno por uno en serie para ir pudiendo ajustar la verticalidad, ya que si apretamos a tope sin más la estructura quedará descompensada y desviada ligeramente del centro.

Una vez colocado todo correctamente es la hora de instalar el sistema de riego que llevará la solución nutriente desde el depósito inferior hasta la bandeja donde se empapan los cubos de lana de roca. Es sencillo pero requiere cierta atención para no equivocarnos al ensamblar la pieza en “T” y la acodada, pues una vez fijadas resulta complicado desmontarlas sin dañarlas. Una vez colocada y fijada toda la canalización, sólo falta colocar la bomba impulsora de agua y el depósito, que deberemos comprar por nuestra cuenta ya que no vienen con el sistema.

En el próximo artículo acabaremos con el montaje del cilindro giratorio y las luces. Si realizamos el montaje con atención podremos apreciar las distancias y espacio que habrá después para las plantas y sobre todo nos ayudará a comprender el funcionamiento el sistema y las particularidades de su diseño que afectan a la metodología de cultivo óptima para él. Hasta entonces, un saludo.

Acerca del autor

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.