El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, ha emitido un par de decretos para acelerar los envíos de cannabis medicinal y cáñamo a los mercados mundiales como una forma de impulsar la industria y crear empleos, según un asistente principal.
Si bien Uruguay fue la primera nación en legalizar la marihuana en 2013, la mayor parte de la inversión se destinó a EE.UU. y Canadá. Entretanto, Uruguay se ha esforzado por aumentar las exportaciones en medio de un largo proceso de permisos.
“Han sido innumerables las empresas que han venido a conversar a la Presidencia de la República y a transmitir su preocupación por una situación que venía trasladándose desde hace por lo menos tres años y que no había tenido una solución al respecto”, dijo Rodrigo Ferres, funcionario presidencial, en una conferencia de prensa el jueves. Los decretos aplican al cannabis y al cáñamo cosechados desde 2018, dijo.
Actualmente, las empresas tienen unas 100 toneladas de flores de cáñamo con alto contenido de cannabidiol, o CBD, para exportación o procesamiento local. Estas flores se usan en productos de bienestar modernos y no contienen las propiedades psicoactivas de la marihuana.
Productores como Fotmer Corporation SA y Cannabis Uruguay Ltda han exportado más de 3,5 toneladas métricas de flores con alto contenido de CBD o THC, el ingrediente activo de la marihuana, desde finales de 2019, según datos recopilados por la agencia reguladora del cannabis Ircca.
Ircca y el Ministerio de Agricultura han aprobado inversiones en cannabis de poco más de US$60 millones en 78 proyectos, con otros US$53,5 millones en proyectos que buscan licencias. El Gobierno revisará las regulaciones para atraer inversiones en áreas de alto valor como los laboratorios, dijo Ferres.
El turismo del cannabis
El Gobierno también está analizando si permitir a los extranjeros comprar legalmente cannabis, una medida que podría impulsar el turismo y socavar el mercado negro, dijo Daniel Radío, secretario general de la Junta Nacional de Drogas y presidente de Ircca.
Actualmente, solo los ciudadanos y residentes permanentes pueden obtener legalmente marihuana. Está disponible a través de clubes de cannabis, cultivo casero y en algunas farmacias para aquellos que se registran en una base de datos del Gobierno. El Congreso tendría que aprobar la venta de marihuana a los extranjeros si el Gobierno decide que quiere promover el turismo del cannabis, dijo Radío en una entrevista en su oficina.
A Uruguay le está costando suministrar suficiente marihuana recreativa a las más de 41.500 personas que se han registrado para comprarla en las farmacias. La escasez debería disminuir el próximo año después de que Ircca aumentó el número de productores con licencia de dos a cinco, dijo Radío.
Antecedentes
El cannabis no es la primera industria importante que Uruguay ha creado prácticamente desde cero. Los incentivos fiscales y las regulaciones favorables en la década de 1980 provocaron miles de millones de dólares de inversión en granjas de árboles y plantas de celulosa. Esa industria exportó US$1.900 millones en 2019.
Eduardo Blasina, un director de Cannabis Uruguay que también dirige una empresa de consultoría agrícola, prevé que el cannabis se convertirá en un negocio de US$1.000 millones en Uruguay en una década. La industria actualmente factura solo una pequeña fracción de esa cantidad.
“No solo se trata de exportar el producto, sino también de desarrollar todo tipo de negocios relacionados con el cannabis que harán que la gente venga a Uruguay”, dijo en una entrevista telefónica.
Acerca del autor
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.