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Cazadores de Mitos: Heroína y otras drogas cortadas con matarratas
Riesgos asociados al consumo de éxtasis (III)
Por Fernando Caudevilla
IV.8. Tolerancia
El cuerpo humano tiene una gran capacidad de adaptación ante los estímulos externos. El desarrollo de la musculatura ante el ejercicio físico repetido o el cambio de color de la piel tras la exposición a los rayos del sol son ejemplos de respuestas del organismo ante determinadas situaciones. De la misma forma, al tomar algunas sustancias de forma repetida, el cuerpo «aprende» a eliminarlas de forma más rápida y eficaz, y además aparecen cambios en el sistema nervioso que compensan sus efectos. A este fenómeno, que aparece sólo con determinados fármacos o drogas, se le conoce con el nombre de «tolerancia».
Con la mdma la tolerancia farmacológica aparece de forma muy rápida. En las notas de Shulgin (Shulgin y Shulgin, 1991) se hace referencia a un estudio en el que «se consumió mdma a las 9:00 a.m. todos los días durante casi una semana (120 miligramos el primer día y 160 miligramos los días siguientes) y hacia el quinto día no se obtuvieron efectos de la droga excepto cierta midriasis (dilatación pupilar). E incluso ésta desapareció al sexto día. (…) Una abstinencia completa de cualquier droga durante otros seis días produjo la inversión de esta tolerancia, y 120 miligramos de mdma produjeron sustancialmente los efectos esperados». Muchos usuarios recreativos han experimentado alguna vez esta misma situación y saben que, al consumir mdma durante dos días seguidos, los efectos son menores. Además, los efectos adversos durante la experiencia y en los días siguientes se incrementan de forma notable.