Segunda entrega de la serie de artículos sobre las sustancias utilizadas por los deportistas para aumentar el rendimiento.

Qué son los controles antidopaje

Son procedimientos que utilizan las autoridades deportivas para detectar el uso de sustancias y prácticas prohibidas. En España, el Consejo Superior de Deportes (CSD) elabora la lista de sustancias y métodos considerados ilegales y, junto con la Agencia Española Antidopaje -sucursal de la Agencia Mundial Antidopaje- encarga a laboratorios autorizados el análisis de las muestras recogidas a los atletas. Recientemente, a fecha 21 de noviembre de 2006, se ha aprobado una “Ley de protección de la salud y de lucha contra el dopaje” con la que se crea la Agencia Estatal Antidopaje (Ley Orgánica 7/2006, que puede consultarse en http://www.boe.es/g/es/bases_datos/doc.php?coleccion=iberlex&id=2006/20263). Con ello no sólo se intenta ejercer un mayor control sobre las prácticas dopantes, sino que además se podrá castigar con penas de cárcel al entorno que suministra drogas al atleta (se introduce un nuevo artículo en el Código Penal) y realizar un seguimiento de la distribución comercial de medicamentos y otros productos potencialmente ergogénicos. Como decíamos antes, todo esto resulta familiar al lector de una publicación dedicada al cannabis; con el añadido de que, según la ley del medicamento,  no es lícito citar marcas de fármacos con receta en publicaciones no destinadas a especialistas médicos o farmacéuticos.

El control de dopaje consiste en el análisis de una muestra de orina o sangre del deportista en cuestión. Éste puede ser elegido aleatoriamente, o bien a elección de los oficiales deportivos. El control puede comunicarse antes o realizarse sin anuncio previo, y hacerse tanto en competición como fuera de temporada. En caso de encontrarse algún producto prohibido, el deportista puede presentar alegaciones que justifiquen su uso por razones médicas, o pedir que se analice la segunda muestra que se le tomó, el llamado “contraanálisis”.

Close up of muscular athlete with injection of performance-enhancing drugs.

Si en la segunda muestra también se comprueba la presencia de la sustancia ilegal y no hay justificación médica por parte del deportista, se dice que éste ha dado “positivo” en el control y se pone en marcha la maquinaria legal. Las sanciones son de tres meses a cuatro años sin poder competir, dependiendo de la gravedad de la infracción. En caso de reincidencia, la suspensión puede ser a perpetuidad.

Lista de sustancias prohibidas

En relación con la ley antes citada, el 21 de diciembre de 2006 se publicó una resolución de la Presidencia del Consejo Superior de Deportes con la lista de sustancias prohibidas más reciente, la cual revisa y corrige las anteriores (http://www.boe.es/g/es/bases_datos/doc.php?coleccion=iberlex&id=2006/22698). La “lista negra” contiene diversos grupos de sustancias prohibidas, clasificadas según su acción.

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Estimulantes

Se emplean para aumentar la resistencia física, el estado de alerta y la concentración. Disminuyen el cansancio, la sensibilidad al dolor y el tiempo de reacción.

El reglamento de control de dopaje divide los estimulantes prohibidos en dos tipos. Dentro del primero están los que, en general, podemos considerar “estimulantes suaves”, como por ejemplo el heptaminol y el prolintano (presente en el Katovit®, fármaco ya retirado en España y popular hace años entre los estudiantes).

En el segundo grupo se incluyen las anfetaminas y sus derivados, algunas sustancias de uso neuropsiquiátrico que incluimos entre las drogas inteligentes (dopaminérgicos como el amineptino y la selegilina y estimulantes con propiedades nootrópicas como el adrafinil y el modafinil), y la cocaína.

Analgésicos narcóticos

Este grupo comprende las sustancias analgésicas opiáceas y similares, que reducen la sensibilidad al dolor: heroína, metadona, pentazocina, etc.

Agonistas beta-adrenérgicos

Dilatan los bronquios y mejoran la oxigenación. El clenbuterol pertenece a este grupo, pero suele incluirse dentro del grupo de anabolizantes por ser estimulante y aumentar la masa muscular. El formoterol, el salbutamol, el salmeterol y la terbutalina son permitidos, siempre que se administren por vía inhalatoria y para tratar el asma. Por ejemplo, Miguel Induráin dio positivo por salbutamol en el Tour de Francia 1994, uno de los que ganó. Sin embargo, había declarado antes del control que lo utilizaba con fines terapéuticos y fue exculpado.

Cannabis y derivados

Están prohibidos sólo en temporada de competición. Según las autoridades deportivas, aunque no mejoran el rendimiento se incluyen en la “lista negra” a fin de evitar los problemas sociales y para la salud que pueden causar estas drogas.

Alcohol

El alcohol no se encuentra en la lista general de sustancias prohibidas. Su inclusión se deja a voluntad de cada federación deportiva si ésta considera que su consumo puede alterar el rendimiento.

Anabolizantes

Aumentan la masa muscular, la potencia, la agresividad y la fuerza. Permiten unos entrenamientos más intensos y una mejor recuperación. Se clasifican en exógenos, que no pueden producirse por el organismo (por ejemplo: danazol, drostanolona, estanozolol, nandrolona, oximetolona) y endógenos, segregados de forma natural, como la testosterona y la dihidrotestosterona. Los primeros están prohibidos; la detección de los últimos se considera dopaje si supera el nivel admitido.

Beta-bloqueantes (propranolol, acebutolol y similares)

Una federación deportiva puede prohibirlos si estima que pueden modificar artificialmente el rendimiento. Por ejemplo, en los deportes de tiro, en los que es importante la precisión, estos fármacos ayudan a controlar la ansiedad y los temblores.

Steroids and sports

Hormonas peptídicas

Tienen efectos anabólicos, en general; por ejemplo, la hormona del crecimiento es una sustancia que regula importantes funciones orgánicas de construcción de tejidos. La HCG (gonadotropina coriónica humana) y la LH (hormona luteinizante) son gonadotropinas que estimulan la síntesis de testosterona. La insulina tiene propiedades anabólicas por colaborar en la acumulación de proteínas y de glucógeno. La eritropoietina (la EPO, bien conocida por su uso en el ciclismo) aumenta el número de glóbulos rojos, con todo lo que esto supone: mejor oxigenación y más resistencia, con riesgo de problemas cardiovasculares. Al ser hormonas segregadas por el organismo, hay que superar cierto nivel para dar positivo en un control.

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Anti-estrógenos

Al reducir el nivel de estrógenos (hormonas femeninas) pueden aumentar la secreción de andrógenos y mejorar el rendimiento. Son el ciclofenil, el tamoxifeno y el clomifeno.

Agentes enmascarantes

Son sustancias que impiden que el producto dopante aparezca en la orina, disimulan su presencia o alteran los parámetros hematológicos. Un ejemplo muy conocido es el probenecide, la sustancia hallada en la orina de Pedro Delgado durante el Tour de Francia 1988, el que ganó. Perico consiguió librarse de la quema porque este producto aún no estaba prohibido por la Unión Ciclista Internacional, aunque sí por el Comité Olímpico (COI).

Diuréticos

Utilizados para adelgazamientos de última hora en deportes con categorías según pesos. También son útiles para diluir la concentración en orina de las sustancias dopantes y hacer así más difícil su detección.

Sustancias restringidas

Algunas sustancias no están totalmente prohibidas, sino que es lícito cierto nivel en el organismo y se considera positivo superarlo. También depende de cada federación en particular, según el tipo de actividad, el restringir algunos productos.

Las siguientes prácticas son también consideradas dopaje:

-Dopaje sanguíneo: la administración de sangre para aumentar el rendimiento. Se sabe desde hace décadas que el entrenamiento en altura eleva el número de glóbulos rojos para compensar la menor presencia de oxígeno. Aunque a las pocas semanas de volver al entorno habitual se pierdan las mejoras, si se extrae sangre del deportista y se conserva para hacerle una transfusión en los días de competición, se obtiene una poderosa arma ergogénica… prohibida, como es lógico.

-La manipulación genética destinada a mejorar el rendimiento.

Acerca del autor

]. C. Ruiz Franco es licenciado en Filosofía y DEA del doctorado de la misma carrera, cuenta con un posgrado en Sociología y otro en Nutrición Deportiva. Se considera principalmente filósofo, y es desde esa posición de pensador como contempla el mundo y la vida. Se interesa principalmente por las sustancias menos conocidas, y sobre ellas publica mensualmente en la revista Cannabis Magazine.