Dado que hemos superado los cincuenta números consecutivos hablando sobre vaporización, algo impensable cuando empezamos esta aventura, en esta edición echaremos un vistazo al pasado, para hacer un repaso de los más de cuatro años que llevamos informando sobre este tema.

por Raro Genetics, @raroweed

Como no podía ser de otro modo, este repaso lo comenzamos agradeciendo a todo el equipo de Cannabis Magazine la confianza puesta en mí para llevar a cabo esta sección. Además, quisiera dar las gracias a todos los que nos leen cada mes, ya que el feedback recibido por nuestros lectores ha sido increíble.

¿Cómo empezó esta sección?

Hace casi un lustro, reclamaba a las diferentes revistas cannábicas publicadas en España la necesidad de hablar sobre la forma de consumo más sana y segura, la vaporización. Soy lector de este tipo de publicaciones desde sus primeros números, amante de la vaporización y un aprendiz curioso. Por todo ello, tenía la necesidad de leer más sobre este tema.

Estas reivindicaciones llegaron a oídos de Xosé (encargado de redacción de Cannabis Magazine y El Cultivador) quien me lanzó un reto: “¿Serías capaz de escribir una sección de vaporización en la revista?”. Ciertamente, me hizo una especial ilusión la propuesta, pero también estaba temeroso de no cumplir con las expectativas. Temores que se desvanecieron tras las conversaciones con Xosé, que me recordaron los años que llevaba rodeado de vaporizadores y la gran colección que tenía de estos aparatos. Colección muy limitada entonces, sobre todo por la escasez de modelos existentes. De ahí que me pusiera manos a la obra para escribir mi primera colaboración en Cannabis Magazine.

Breve historia de la vaporización: el primer artículo de la sección

Para comenzar la sección, optamos por recopilar los datos históricos y escribir una breve historia de la vaporización. Viajamos desde el antiguo Egipto hasta la actualidad, detallando los diferentes sistemas usados, así como los vaporizadores que marcaron un antes y un después en la vaporización; algo que no se había hecho antes en España, al menos de una forma tan completa. Al tener tanto éxito este primer artículo (hasta el propio Evert Verdamper nos buscó durante la Spannabis de 2014 para felicitarnos y agradecernos que, por primera vez, se hubiesen recopilados todos estos datos), me dio fuerzas para escribir desde los artículos más necesarios para los lectores hasta los más arriesgados y polémicos.

¿A qué temperatura vaporizo? El artículo, que todos demandaban

Pese a lo que pueda parecer, a día de hoy, este ha sido el articulo más útil para los vaporetas que hemos publicado. Hasta entonces había muy poca información acerca del tema. De hecho, muchas de las tablas de temperatura que se publican hoy día (en otras publicaciones, redes sociales, blogs, foros…) están basadas en las temperaturas que aconsejamos en dicho artículo. De ahí que este artículo marcara un antes y un después para muchos vaporetas, los cuales pudieron optimizar sus esencias en pro de volatilizar todos los compuestos. Además, con esta información conseguimos que muchos consumidores pudieran modular el efecto producido por sus esencias con solo ajustar una u otra temperatura. Esto es algo que valoran especialmente los consumidores medicinales y los médicos especializados en cannabis medicinal. Los cuales no solo nos felicitaron por la exactitud de las temperaturas, sino que además avalaron con sus estudios los datos aportados en dicho artículo.

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La importancia de los materiales: la primera gran polémica

Aunque en ningún caso era mi pretensión, el primer artículo en el que hablamos sobre los materiales idóneos para la fabricación de unidades de vapor fue muy polémico. De nuevo por primera vez, se demostraba la poca salubridad de algunas unidades de vaporización. Unidades fabricadas por plásticos y metales (entre otros materiales) de dudosa procedencia y salubridad. Este texto fue muy agradecido por nuestros lectores, pero que no fue tan bien acogido por ciertos fabricantes, los cuales, curiosamente, vendían vaporizadores de una calidad ínfima. De hecho, meses después de esta publicación, algunos fabricantes actualizaron sus modelos para hacerlos (al menos en apariencia) más salubres.

Los primeros canna-liquids

Tras la aparición de los primeros e-cigs y dada nuestra curiosidad, nos propusimos hacer nuestro propio líquido cannabico, para ser vapeado en estos novedosos aparatos. Si bien es cierto que en Estados Unidos ya se empezaba a realizar alguna mezcla, a nivel europeo fuimos los primeros en publicar una receta, testada y de fácil realización a nivel casero. Receta que números más tarde actualizamos. Los e-liquids comunes empezaban a tener una normativa sanitaria y quise asegurarme de la salubridad de nuestros canna-liquids. Esta última receta es la usada por muchos artesanos para elaborar estos líquidos y ofrecerlos en las asociaciones cannábicas para el disfrute de sus socios, popularizando el uso de la vaporización (en este caso del vapeo) para el consumo de cannabis.

El gran revuelo del CE

Años después de la publicación del artículo “La importancia de los materiales”, hicimos un artículo dedicado a las certificaciones que debían adjuntar todos los vaporizadores. En él hablamos sobre la certificación para uso médico, el CE, ROhS, TÜV y otras de menor relevancia. De nuevo, esta pieza creó un gran revuelo entre los amantes del vapor. Al analizar sus vaporizadores, muchos (por no decir, la gran mayoría) se dieron cuenta de que sus unidades de vapor no cumplían ninguna de las normativas legales. De hecho, no cumplían ni las específicas para este tipo de dispositivos electrónicos ni los estándares para todos los productos vendidos en la Unión Europea. Para agravar el asunto, muchos de estos vaporizadores falsificaban los certificados CE, utilizando las siglas de “China Export”.

De ahí que las reivindicaciones de los vaporetas hacia los fabricantes hayan sido constantes para que cumplan dicha normativa. Algo que no gustó, especialmente en ciertos círculos que me lo han hecho saber reiteradamente, con la intención de poder seguir poniendo a la venta vaporizadores de dudosa legalidad.

Muchos meses más tarde, este artículo sigue creando tanto revuelo que se incautaron algunos vaporizadores (y otros aparatos usados para el cultivo interior) por no cumplir las normativas vigentes, que ofrecen la garantía de ser, al menos, productos seguros.

CBG cristal y CBD destilado dos productos muy valorados en la actualidad

Extractos: la gran re-evolución

Otros de los artículos que más han gustado (en este caso hicimos varios sobre este tema) han sido los dedicados a las extracciones. Este tipo de forma de consumo se ha popularizado enormemente en los últimos años, siendo más popular incluso que las flores. Esto ha beneficiado enormemente tanto al sector del vapor como a los consumidores, ya que suelen ser consumidas en vaporizadores o clavos eléctricos.

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Los atomizadores

En estos artículos hemos hablado tanto de la realización de extracciones básicas, de mezclar compuestos aislados (THC, CBD, CBG…) o de enriquecer los extractos con los populares perfiles terpénicos.

Dada la popularidad de las extracciones, estamos preparando una serie de artículos sobre rosin (la extracción más popular en los últimos tiempos) para que podáis realizar esta técnica, y consumir el resultado obtenido, de una forma óptima.

¡Cómo ha cambiado esto!

Para terminar este artículo quiero destacar los cuatro aspectos en los que más han cambiado los vaporizadores en estos últimos años:

  • Control de temperatura: la mayor evolución de los vaporizadores ha sido la precisión de sus termostatos (al menos en los modelos de gama media-alta). Mientras que, hace unos años, la mayoría de modelos ni siquiera tenían termostatos regulables, en la actualidad casi todos los fabricantes los incluyen en sus máquinas de vapor. Incluso hay fabricantes que prefijan tres temperaturas óptimas para vaporizar, facilitando su uso.
  • Calidad del vapor: cuando empezamos esta sección, solo algunos vaporizadores (concretamente los de sobremesa) ofrecían un vapor denso y sabroso. En cambio, a día de hoy, este vapor de calidad también lo podemos obtener con vaporizadores portátiles y discretos. Esto es fruto de las grandes mejoras, sobre todo, en los depósitos o cazoletas de calentamiento; las cuales distribuyen mucho mejor la temperatura.
  • Aspecto y diseño: quizás por ser lo primero que se ve o simplemente por demostrar la elegancia de sus productos, los vaporizadores son cada vez más discretos y portátiles. Hemos pasado de los vaporizadores de gran tamaño a los vaporizadores del tamaño de un rotulador. Esto también ha ayudado a que se hagan más populares, puesto que ahora pueden ser transportados con facilidad, sin necesidad de llevar una enorme y pesada mochila.
  • La inclusión en hospitales: por último, pero no menos importante, quiero destacar que a día de hoy ya son decenas los hospitales y centros de salud en todo el mundo que usan vaporizadores para paliar ciertas dolencias. Han cobrado más protagonismo que los productos ingeridos o consumidos por vía sublingual, ya que su dosificación y consumo son más cómodos y eficaces. Sin olvidar que es la forma de consumo más sana y con menos efectos secundarios.

¡Yo vaporizo!

Acerca del autor

Raro Genetics
Cultivando, extrayendo y vaporizando desde el siglo pasado. Cientos de artículos publicados en los medios más prestigiosos del sector cannábico en España. Juez en las copas más renombradas en Europa. Presidente asociación de CBD-rich. Fundador  de Origami Extracts Tools. @raroweed