Por Ignasi Peña

La relación entre la marihuana y la esquizofrenia es una cuestión controvertida. Recientemente han resurgido en el ámbito científico algunas opiniones que consideran que puede ser un factor causal de esta grave enfermedad. Por otra parte estudios clínicos valoran la posible eficacia del CBD como fármaco antipsicótico.

Uno de los tópicos más manidos cuando se han pretendido hacer campañas contra la marihuana es su potencial de provocar trastornos psiquiátricos graves, en lenguaje común, volverse loco. Hoy nos provoca hilaridad la propaganda anticannabis de mediados del siglo pasado en que los consumidores de esta planta automáticamente se transformaban en psicópatas homicidas y violadores. Ningún psiquiatra en la actualidad abundaría en dichas tesis, pues es casi de sentido común la evidencia de que la marihuana no genera precisamente conductas violentas sino más bien lo contrario.

Desde ya hace un buen numero de años nadie se atreve a establecer una relación causal entre el consumo de cannabis y la violencia delictiva. Sin embargo se sigue aceptando la capacidad del cannabis para generar trastornos psiquiátricos graves y recientemente han aparecido trabajos apuntando a una relación causal entre el consumo de esta planta y la aparición de esquizofrenia. Dicha hipótesis causal ha sido suscrita y ensalzada por varios psiquiatras de prestigio en nuestro país. Parece un tanto audaz establecer causas de una enfermedad de la que se desconoce el origen y naturaleza exacta, y tal vez sea esa falta de conocimiento la que lleva a sustituirlo por opiniones basadas en viejos prejuicios y tópicos acientíficos. El que uno de los componentes de la marihuana el CBD este siendo investigado como fármaco antipsicótico, es decir, justamente como remedio de la enfermedad que supuestamente genera, y que el incremento del consumo de cannabis no haya producido un incremento paralelo del numero de enfermos esquizofrénicos, debería cuando menos infundir prudencia a quien valore la importancia del rigor científico y la objetividad.

Pero si de lo que se trata es de una campaña de opinión para contrarrestar la imagen de droga inocua que tiene la marihuana entre nuestra juventud, caso en el que parece que el fin justifica los medios, entonces si que parece lo más indicado tergiversar la realidad y afirmar sin rubor que el cannabis genera trastornos psiquiátricos graves tales como la esquizofrenia.

En este sentido han aparecido recientemente opiniones de  psiquiatras españoles. Pérez Cobos, jefe del servicio de toxicomanías del hospital de Sant Pau, afirmó recientemente tener constancia de que el cannabis es causa de un porcentaje determinado de esquizofrenias. Ignoro si dichas afirmaciones se basan en estudios propios, caso en el  cual su equipo debería ser propuesto para el premio Nóbel de medicina pues sería la primera evidencia empírica de las causas concretas de esta enfermedad mental.

Otro candidato al premio Nóbel por su conocimiento del misterioso mecanismo por el cual la marihuana produce esquizofrenia es el renombrado psiquiatra Carlos Castilla del Pino.  En el marco del VI Simposium Adicción a las drogas ¿Adaptación o toxicidad neuronal?, según informaba EFE, afirmó que “cada día estamos más convencidos de que el cannabis es un factor causal para padecer enfermedades psiquiatritas”. Hay que reconocerle la importancia del matiz, pues reconoce que se trata de una convicción y no de una evidencia. Lamentablemente el resto del discurso olvida ese matiz. Entre otras observaciones atinadas, Castilla del Pino, en su esfuerzo en convencer de que no se trata de una droga banal, llegó a afirmar que el cannabis produce más trastornos psiquiátricos que la heroína y la cocaína (nuevo descubrimiento que pone en duda todo el conocimiento actual sobre drogas) y que alcohol y tabaco son menos dañinos porque “son elementos empotrados en nuestra cultura y sabemos manejarlos”(la solución para la marihuana sería pues, integrarla en nuestra cultura). Que no sabe manejar el cannabis y su desconocimiento sobre su acción farmacológica y su perfil de consumo queda patente al afirmar que los riesgos son mayores pues el cannabis es más potente que hace 10 años. El cannabis no produce tolerancia y no existe riesgo de sobre dosificación, el que el cannabis sea diez veces mas potente solo redunda en la reducción de los riesgos para la salud, pues para alcanzar los mismos niveles es necesaria un menor numero de caladas cuando se fuma. Sorprende que hablen con tanta convicción de daños cerebrales cuando hasta el momento ninguna investigación ha demostrado ningún tipo de neurotoxocidad, más bien lo contrario, pues está siendo estudiado el potencial del cannabis como agente neuroprotector.Para que cada uno pueda juzgar y formar su opinión vamos a revisar las evidencias y no las convicciones o creencias.

¿Qué es la esquizofrenia?

Este término médico designa un trastorno psicótico grave, lo que vulgarmente se conoce como estar loco. La persona que sufre esta enfermedad ve alterada de forma dramática su percepción de la realidad y el curso y contenido de su propio pensamiento. Además de delirios y alucinaciones auditivas también existe un deterioro social y cognitivo. Se considera crónica y evoluciona pasando por periodos de mayor intensidad. Esa evolución y la magnitud de sus síntomas han dado que en el lenguaje coloquial se use el término esquizofrenia como doble personalidad y se califique de situaciones esquizofrénicas a aquellas en que se dan estados contradictorios, no hay que confundir los términos coloquiales con los clínicos.

Afecta a una de cada mil personas y en la actualidad su origen es desconocido (salvo para algunos psiquiatras que han descubierto su origen en una planta). Hoy en día se supone que existen factores genéticos que predisponen y ha recuperado vigencia la hipótesis de la etiología vírica, también en algunos tipos de esquizofrenia hay un deterioro orgánico cerebral. Es sabido que factores ambientales como el estrés o abuso de tóxicos pueden actuar como desencadenantes de la enfermedad o de sus brotes. En este caso sí se puede hablar del cannabis como factor de riesgo, pero sólo en individuos que ya padezcan dicho trastorno. En incorrecto pues a la luz del conocimiento científico actual hablar del cannabis como causa de la esquizofrenia. La evidencia clínica si que corrobora su papel como factor de riesgo en sujetos enfermos, aunque como veremos luego también puede tener un papel positivo en el tratamiento de este trastorno.

 

Hasta el momento ninguna investigación ha demostrado ningún tipo de neurotoxocidad, más bien lo contrario, pues está siendo estudiado el potencial del cannabis como agente neuroprotector.

Existen fármacos que mejoran algunos de los síntomas de la esquizofrenia y ayudan a restablecer la calidad de vida del enfermo, son los llamados neurolépticos o antipsicóticos. Los efectos secundarios de estos medicamentos pueden ser graves, y su uso continuado genera una serie de trastornos físicos y cognitivos. Los trastornos físicos más notables son, además de la ganancia de peso, las alteraciones motoras que hace que se deban tomar fármacos antiparkinsonianos para corregir los efectos secundarios de la medicación antipsicótica.

Es frecuente sin embargo que el enfermo esquizofrénico sí achaque su mal a algún tipo de causa. Suele estar en consonancia con sus delirios, es habitual atribuir las alucinaciones auditivas a la acción de los extraterrestres o los delirios de persecución a los servicios secretos como la CIA o el KGB en su tiempo. Los psiquiatras discriminan claramente estos delirios salvo en el caso de que el malo de la película sea el cannabis, en ese caso el delirio psicótico del enfermo pasa a ser compartido por el psiquiatra cuando afirma que efectivamente la marihuana es la responsable del trastorno. Castilla del Pino, especialista en delirios, debería reflexionar acerca de este curioso fenómeno psiquiátrico de delirio compartido.

Riesgos del cannabis en enfermos esquizofrénicos.

Hay evidencias basadas en la experiencia clínica de que el consumo de cannabis puede actuar como factor de riesgo en la aparición de brotes psicóticos en enfermos. Es sabido que un estado de ansiedad favorece la intensificación de la sintomatología esquizofrénica y, sin duda, la acción ansiógena del THC y sus efectos psicológicos pueden ser responsables de la agravación de dichos síntomas. En enfermos esquizofrénicos esta desaconsejado el consumo de cannabis con altas concentraciones de THC, es decir la marihuana que coloca.

Lo que no es tan evidente que le cannabis pueda influir en la aparición de la enfermedad, esta hipótesis es defendida por los resultados de algunos estudios que valoraron la correlación entre el consumo previo de cannabis y la aparición posterior de dicha enfermedad. Además de la fragilidad metodológica de tal correlación (también demostraría lo contrario: que los sujetos enfermos tienen una predisposición a consumir cannabis sin que este afecte una enfermedad preexistente) otros estudios que ponen en duda dicha hipótesis. Degenhart et col. (2002) en Australia, partieron de la hipótesis de que si el cannabis aumenta el riesgo de padecer esquizofrenia, el aumento espectacular en el consumo de cannabis en Australia debería conllevar un aumento relevante en la incidencia de la esquizofrenia. Pues no, que se fumaran muchísimos más porros, cuando menos en Australia , no hizo que aumentaran los casos de este trastorno mental. Otro dato a valorar es un seguimiento en un Hospital de California, donde durante un año ninguno de los ingresos en urgencias por sobre dosificación de marihuana tuvo que ser ingresado por problemas psiquiátricos. De hecho en nuestro país son frecuentes las intoxicaciones por cannabis cuando se hacen pasteles, y tampoco derivan  en ingreso psiquiátrico. El tratamiento en estos casos como mucho llega a la administración de algún ansiolítico para clamar al intoxicado, espera que se le pase el colocón, darle el alta y para casa.

Posibles beneficios del cannabis en esquizofrenia

Pese a que su consumo es desaconsejable en esquizofrenia, son muchos los enfermos que consumen marihuana. Es muy posible que este consumo sea debido, no a un afán de embriaguez, sino para paliar los efectos secundarios de la medicación. Como decíamos antes los neurolépticos provocan unos desagradables efectos secundarios a nivel muscular, que deben ser corregidos con más medicación en este caso antiparkinsonianos. Es conocida la acción terapéutica de los cannabinoides a nivel neuromuscular y en concreto sobre el parkinson, esta acción explicaría la afición a la marihuana de muchos de los afectados por este trastorno. Estas personas no utilizan la marihuana para colocarse sino para aliviar los desagradables efectos extrapiramidales de los neurolépticos.

Otro aspecto sorprendente es que uno de los componentes esenciales del cannabis y responsable también de sus efectos psicoactivos, el CBD posee acción antipsicótica, es decir podría ser útil para combatir directamente los síntomas delirantes de la esquizofrenia y en este sentido se están realizando investigaciones. Zuardi et al (1982) comprobaron el potencial antipsicótico del CBD en ratones comparándolo con el haloperidol, además de resultar eficaz los resultados sugerían que el cannabinoide no inducía la aparición de síntomas parkinsonianos. Posteriormente comprobaron clínicamente los efectos antipsicóticos del CBD en un enfermo consiguiendo mejoría clínica sin efectos secundarios Zuardi et al.(1995).

A la luz de lo que sabemos podemos afirmar que la marihuana muy psicoactiva con altas concentraciones de THC es desaconsejable en esquizofrenia, aunque si se utilizan variedades bajas en THC y altas en CBD es posible que sean útiles tanto para el tratamiento de los efectos secundarios extrapiramidales de los neurolépticos, como para la propia reducción de los síntomas positivos de dicha alteración psiquiátrica. Y a la luz de las manifestaciones de algunos psiquiatras, personalmente opino que la marihuana sí que puede ser causa de delirios paranoicos, pero en aquellos que no la consumen y pretenden evitar que los demás lo hagan.

Acerca del autor

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.