Los Cursos de Cannabis Magazine
Llegamos al final del curso y es el momento de hacer recuento de los conocimientos adquiridos, desde la poda más básica hasta las metodologías mas avanzadas de maximización del rendimiento pasando por técnicas de poda específicas dependiendo de la genética de las plantas. Las podas no son siempre iguales como hemos podido ver y no sirve lo mismo para sativas, índicas, plantas altas, bajas, ramificadas… Vamos pues a hacer un resumen de todo ello como colofón de la serie para una mejor referencia por parte del Lector.
Fotos y Texto: Luis Hidalgo
Si hemos atendido bien a todo lo explicado en los números anteriores del curso, habremos podido comprobar que efectivamente, la poda es todo un arte cercano a la ciencia y que si se domina, podemos utilizarla para que nuestras producciones sean mejores y mayores en el mismo espacio. Hemos visto que algo que en principio podría parecernos difícil y complejo en definitiva es sencillo y fácil de realizar siguiendo unas pautas nada complicadas.
En el cannabis, la poda se utiliza de manera útil, es decir, no sucede como en otras especies en las que el fin de la poda es ornamental sino mas bien se trata de optimizar la forma de la planta para el fin a la que estará destinada, ya sea como donante de esquejes, para mejorar su estructura o para aprovechar mejor la luz.
Básicamente, cuando podamos el cannabis existen dos posibles motivos parta hacerlo: La creación de plantas de larga duración usualmente dedicadas a la donación de esquejes, y la poda para el aprovechamiento óptimo de los recursos disponibles. A continuación vamos a hacer un repaso de todo lo visto en el curso a modo de “guía rápida”, de forma que el lector disponga de un acceso sencillo a la información y después pueda profundizar repasando el capítulo de su interés.
Las Podas Básicas
Si nos fijamos, sea cual sea el fin de la poda existe siempre lo que denominamos “poda básica” y que sirve para limpiar las partes bajas de la planta, lo que evitara posteriores acumulaciones de humedad en esa zona, mejorará la circulación del aire dificultando la aparición de ciertas plagas y concentrará la energía de crecimiento en las partes superiores con mejor acceso a la luz. Este tipo de podas se deberían realizar siempre como norma, ya sea con plantas de semilla o esqueje, pudiendo considerarla como “indispensables” para una buena higiene y una mejor salud en general en las plantas y una buena ayuda para el aumento de la producción de cogollos de calidad.
Además de la limpieza de bajos, es bueno un mantenimiento mas o menos continuado de las plantas eliminando periódicamente los rebrotes así como las minúsculas ramas que nunca llegarán a desarrollarse correctamente bien por falta de luz al verse tapadas por otras hojas o ramas, bien por encontrarse demasiado abajo o demasiado cerca de la unión de la rama con el tallo principal, zona en la que el desarrollo es bastante menor en los dos o tres primeros nudos. Este tipo de poda de mantenimiento se puede mantener hasta bien entrada la floración y cuando observemos que los pequeños cogollos residuales no van a engordar mas, los eliminamos y ya dejamos la planta sin tocar hasta su cosecha.
La eliminación de follaje en forma de hojas principales también resulta beneficiosa si se hace con mesura y cuidado, permitiendo el acceso a la luz a zonas de la planta que normalmente se encuentran en sombra o penumbra debido al tamaño y grosor de las hojas principales que se encuentran por encima. Una poda selectiva de hojas principales tras una cuidadosa observación de la planta de manera individual y también dentro de su espacio en la plantación con respecto a las otras plantas y a la fuente de luz.
Solamente aplicando estas sencillas normas como costumbre veremos como mejoran nuestras cosechas y las plantas se encuentran mas sanas y saludables en general con mayor resistencia a las enfermedades y a las plagas y además nos familiarizaremos mas con nuestro jardín al mantener una atención mas continuada y detallada de todas y cada una de las plantas.
Podas Especializadas
Este otro tipo de poda ya no es general y se usa para fines concretos como la creación de madres o la optimización de cultivos de líneas específicas. La primera es un tanto especial ya que se pretende que una planta anual se mantenga en estado vegetativo en ocasiones durante años, y además proporcione ramas válidas para ser convertidas en esquejes de manera más o menos continuada durante toda su vida.
En su caso, la planta se trata como si fuera un bonsái, dándole forma a principio y manteniéndola a lo largo del tiempo eliminando los brotes débiles y potenciando el engrosamiento de tres o cuatro ramas principales que serán las encargadas de proporcionar los esquejes a partir de sus ramas secundarias. Estas ramas nunca se cortan completas, sino que se dejan los dos o tres nudos mas cercanos a la rama principal, de manera que en poco tiempo al crecer se convierten en nuevos esquejes. También hemos visto la poda de raíces en madres para evitar los trasplantas a contenedores cada vez mayores y un mejor control de la velocidad de crecimiento.
El resto de podas especializadas se enfocan a mejorar la producción a través de dos sistemas : uno, la potenciación del desarrollo marcado por la genética de la planta, podándola de manera que se favorezca su forma de crecimiento natural. El otro sistema se centra en aprovechar al máximo la luz disponible a partir de podar selectivamente y de forma estratégica las puntas de las ramas y las hojas principales durante casi todo el ciclo de vida de las plantas.
Los del primer tipo son el SOG y el SCROG y su aplicación depende de la proporción entre el componente índico y el sativo, siendo el primero más indicado para plantas de estructura y desarrollo columnar mientras que el segundo funciona mejor cuanto más sativa sea la variedad. Son tipos de podas muy especializados y hay que tener cuidado y conocer bien la genética con la que estamos trabajando, ya que si nos equivocamos y aplicamos la poda incorrecta obtendremos el efecto opuesto al deseado y reduciremos la producción y la calidad en lugar de incrementarla.
Recordemos que a lo largo del curso hemos visto también otras podas dependientes de la genética pero menos específicas, como la poda selectiva de hojas o la multiplicación de puntas principales como las podas FIM o RIB. En cualquier caso, este tipo de podas siempre deben ir enfocadas a potenciar y mejorar el fenotipo de la planta ayudándola a enfocar sus recursos en la formación de estructura durante el vegetativo y a la creación de grandes grupos de flores durante el periodo florativo.
Metodologías compuestas
Por último, existen metodologías de cultivo que son una combinación de poda y doma de manera que la forma y la posición de las ramas se controla a partir de la poda selectiva y el atado o modelado por peso. Algunos cannabicultores consideran el SCROG dentro de esta categoría, sin embargo, aunque ciertamente se utiliza un sistema de guiado apoyado en el uso de una malla o red que se coloca por encima de las plantas y a la que se van “atando” las ramas a base de entrelazarlas con aquella, no se trata de una doma real y su principal característica es la poda de puntas para su multiplicación y así cubrir todo el espacio de cultivo con muy pocas plantas que extienden su canopia por todo él. Mas tarde, en floración, sólo quedaran multitud de puntas sobresaliendo por encima de la “pantalla verde” que se transformarán en densos cogollos rebosantes de resina al haber tenido acceso directo a luz durante toda la floración y además el apoyo de una buena bóveda foliar funcionando a pleno rendimiento y transformando agua y nutrientes en flores y tricomas.
Los atados de ramas y modelado por contrapeso en las puntas se complementan con podas puntuales y específicas, de manera que de una forma similar a lo que hacemos con las madres vamos dando la forma que deseamos a todo el ramaje. El máximo exponente de estas metodologías es el denominado Supercropping que reúne a casi todas las técnicas de poda posibles en combinación con el guiado y doma y añadiendo además una operación que algunos catalogan de “tortura”, aunque realmente no se producen daños relevantes en la planta, lo que queda demostrado al apreciar que si es correctamente aplicada, las plantas no muestran signos de estrés.
Se basa en producir una rotura de los tejidos internos de las ramas sin llegar a romperlas, de manera que los fluidos continúan circulando por su interior sin interrumpir el suministro de nutrientes a las partes que se encuentran por encima de la rotura, lugar donde se forma un callo. Esta operación, que se denomina tronzado, se repite a lo largo de la rama y en todas las ramas, además de ir podando al estilo SOG y guiando las ramas atándolas o con contrapesos. El efecto producido es un engrosamiento anormal a partir de los callos que se traducirá en cogollos bastante mas gruesos y densos lo que unido al aprovechamiento óptimo de la luz y un gran crecimiento vegetativo produce cosechas sorprendentes con poquísimas plantas.
Conclusión
Como en otros aspectos, hemos podido comprobar como el cannabis es una especie vegetal súper adaptable y que admite cualquier tipo de domesticación sin problemas. Es posible que aún existan más técnicas y metodologías de optimización de cosecha, sobre todo en exterior donde las condiciones uy medios de cultivo son muy diferentes a las de un entorno indoor, proporcionando sobre todo un espacio y un tiempo de crecimiento vegetativo que nos permite aplicar técnicas impensables en interior. Veremos este tipo de podas en exterior más adelante en otro de nuestros cursos.
En el próximo número comenzaremos con otro apasionante Curso, en este caso sobre algo que nuestros Lectores llevan demandando desde hace tiempo y que por fin van a obtener. Dentro del cultivo sin sustrato, uno de los medios más utilizado para enraizar los esquejes es la lana de roca o Rockwool. Sin embargo, tras la producción de la raíz se suele utilizar otro medio de cultivo como la perlita, la arlita o directamente el aeropónico, sin ningún otro sustrato. Así pues daremos comienzo a una nueva y apasionante aventura: El cultivo en Slabs de lana de roca. Salud.
Glosario
Aeropónico: Sistema de cultivo en el cual no se utiliza ningún sustrato sino que se proporciona la alimentación directamente al sistema radicular mediante pulverizadores o nebulizadores alimentados por una bomba que proporciona la presión suficiente para provocar la atomización del agua con los nutrientes.
FIM: Siglas de Fuck I missed it o «vaya, la he cagado” referidas como alegoría a un tipo de poda apical que provoca la producción de 5 a 9 puntas principales de crecimiento por rama podada, incrementando la cantidad de cogollos de gran calibre.
RIB : Siglas de Right, I Burned it o “Si, la he quemado” y que se refieren a un técnica de engorde que se aplica ya en floración y que se basa en el quemado selectivo de flores, lo que produce una parada y una posterior explosión en la producción de éstas, llegando a triplicar la cantidad normal.
Tortura: referido a la cannabicultura, aplicación de técnicas de cultivo que lesionan de una u otra manera a la planta aumentando repentinamente sus niveles de estrés. Normalmente producen un efecto negativo, contrario al esperado, pudiendo llegar a echar a perder la cosecha. Entre las más utilizadas se encuentra la perforación con ramas del tallo principal, el partido completo de ramas o la asfixia con bolsas de plástico.
Acerca del autor
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.