El juez Mario Juliano se convirtió en militante por la despenalización del consumo de marihuana de la mano de su hija, consumidora y cultivadora de cannabis.
Mi nombre es Mario Juliano, tengo 60 años y hace 18 que me desempeño como juez penal. Nunca consumí sustancias prohibidas, habitualmente conocidas bajo el rótulo de “drogas”. No lo comento como un mérito ni como un defecto. Una de mis hijas mayor de edad (tengo seis hijos que van desde los 31 a los 4 años), es cultivadora y consumidora de cannabis”.
De esta manera se presenta, en un texto escrito en primera persona en la web Cosecha Roja, el magistrado que no sólo no censura la militancia pro-marihuana de su hija Luz, sino que la celebra.
“Estoy orgulloso de mi hija y de su opción de vida, y tengo la certeza que difícilmente se verá involucrada en situaciones riesgosas relacionadas con las drogas”, asegura Juliano remarcando que aprendió muchas cosas del trabajo de su hija y de sus compañeros cultivadores de cannabis.
Así, el juez los define como “personas que se levantan todos los días temprano para ir a trabajar y procurarse el sustento, que se comprometen con el dolor ajeno y comparten su cannabis para ser utilizado con fines medicinales”
“Detrás de esta opción de vida existe una profunda lucha por afianzar los beneficios de la libertad, como manda el Preámbulo de la Constitución”, subraya Juliano quien dice haberse convertido “en un militante más por la despenalización del consumo, por la progresiva legalización de las sustancias, por la regulación de los mercados como estrategia de contrarrestar las redes mafiosas del narcotráfico y para sacar de la cárcel a las personas que se encuentran indebidamente privadas de la libertad por estas razones”.
“Me siento muy orgullosa de su apoyo”
Luz Juliano, la hija del juez, tiene 31 años, es abogada y comenzó a fumar marihuana hace 10 años. “Desde el comienzo me interesé por el cultivo de la planta y poco a poco fui aprendiendo y mejorando”, cuenta.
“Mi papá es juez penal, y yo estudié derecho siguiendo su ejemplo y siempre siguiendo sus enseñanzas. Me siento muy orgullosa de su apoyo a la causa del cannabis”, describe la letrada, subrayando que aprender a cultivar cannabis le enseñó “a tener paciencia y saber esperar” y a fijarse “en los detalles, prestar atención y respetar la naturaleza”.
Acerca del autor
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.