Ofrecemos la segunda parte del artículo que comenzamos el mes pasado. En esta ocasión tratamos las formas de uso, los efectos de algunas variedades de kratom y las experiencias de los consumidores.
Por J.C. Ruiz Franco
Formas de uso
El kratom puede tomarse de diversas maneras. La materia prima en todos los casos son las hojas del árbol Mitragyna speciosa Korthals, ya que de ellas se obtienen las distintas presentaciones. Si se dispone de las hojas secas, lo mejor es pasarlas por un molinillo para reducirlas a polvo, que es más fácil de manejar y de tragar. Ese polvo se puede coger con una cucharilla pequeña, meterla en la boca y tragar luego el polvo ayudando con algún líquido, si bien con esta forma de consumo habrá que notar el sabor del kratom, cuya amargura depende de la variedad. Por eso se recomienda que el líquido sea zumo, por su sabor dulce. Otra forma de uso es introducir el polvo en esas cápsulas grandes que se venden vacías, las llamadas “doble cero”. Con este método se puede aprovechar para pesar el polvo en una báscula, a fin de controlar la cantidad que se ingiere.
Otra forma de consumirlo es hacer un té, añadiendo el polvo a un recipiente con agua hirviendo y dejándolo hervir a fuego lento durante unos minutos. Por supuesto, antes se habrá tomado nota de la cantidad de polvo empleada, con el objetivo de controlar la dosis. Al líquido obtenido se le suele añadir azúcar, miel, y tal vez un poco de limón, para quitarle parcialmente el sabor amargo característico del kratom. El té también se puede preparar con las hojas sin moler, pero en ese caso hay que dejarlas hervir durante más tiempo, para extraer de ellas los principios activos.
El kratom puede adquirirse en forma de resina, que se obtiene hirviendo las hojas a fuego lento y rebajando el té hasta conseguir una especie de pasta que después se deja secar. Para consumir esta resina hay que efectuar el proceso opuesto, es decir, disolver un pequeño trozo en agua caliente. Por su forma de obtención se trata simplemente de un kratom concentrado, y existe en diversas potencias: 10x, 20x, etc., lo cual significa simplemente que 1 gramo de resina equivale a 10 o 20 gramos de hojas.
Hay otras formas de consumir kratom; todo depende de la imaginación del usuario. Lo que no se puede hacer es fumarlo (ni las hojas ni el polvo), ya que por combustión no hace ningún efecto.
Efectos
En la entrega anterior mencionamos algunos de los efectos. Ofrecemos ahora una lista más exhaustiva, basándonos en la información que nos ofrece el portal de drogas Erowid.org. Entre los efectos positivos se encuentran sedación y estimulación percibidas como positivas por el usuario, sentimientos de empatía, euforia, propiedades afrodisíacas, sueños vívidos, capacidad para trabajar más y mejor, analgesia, sensación de tranquilidad al día siguiente, y aumento de la sociabilidad y de las ganas de entablar relaciones. Entre los efectos neutrales están las alteraciones en la capacidad para enfocar la vista. Entre los efectos negativos están, además de su sabor amargo, posibles mareos, náuseas o vómitos, una ligera depresión, el aumento de la temperatura corporal, una especie de borrachera similar a la del alcohol, un incremento de la tolerancia con el uso continuado y una posible dependencia.
En relación con este último aspecto, es cierto que es posible llegar a tener dependencia del kratom, tal como sucede con muchas otras sustancias. Esto sucede si se usa todos los días, durante un largo período de tiempo; por eso, aunque se consuma con cierta frecuencia, es recomendable dejar días de descanso. De todas formas, si bien es verdad que puede llegar a generar dependencia, ésta es menos fuerte que la propia de los opiáceos y suele ser fácil de solucionar haciendo un decalaje (reducción progresiva de la dosis), sin síntomas importantes en la mayoría de los casos, excepto el deseo de consumir algo que nos proporcione un “colocón” (craving).
En cuanto a los posibles problemas de salud que pueden aparecer con su uso, sucede lo mismo: aparecerán sólo si se abusa de la sustancia. En ese caso las consecuencias pueden ser: pérdida de peso, pigmentación oscura de la piel y síndrome de abstinencia si se deja de consumir de forma brusca, con dolores musculares, irritabilidad, diarrea y síntomas depresivos.
Interacciones con otras sustancias
Dado que el kratom contiene muchos principios activos, hay que tener cuidado con otras sustancias que puedan tomarse simultáneamente. No debe combinarse con inhibidores de la monoaminoxidasa, yohimbina, cocaína, anfetaminas o grandes dosis de cafeína, debido a la posibilidad de sobreestimulación y al aumento de la presión sanguínea. En lo que respecta a las sustancias depresoras -como el alcohol, las benzodiacepinas y los opiáceos-, combinar kratom con ellas puede causar sedación excesiva y llegar a producir una depresión respiratoria.
Algunas de las combinaciones que los usuarios han relatado que son placenteras son: tomar kratom con té de flores de loto azul (Nymphaea caerulea), con pequeñas cantidades de alcohol o con tabaco. Según parece, una dosis ligera de kratom combina muy bien con una dosis moderada de cannabis.
Cuatro variedades recomendadas
A continuación ofrecemos la información sobre cuatro variedades concretas que nos remite el responsable del portal Kationic Kratom (https://kationickratom.com/lovingkratom), sitio web donde no sólo podemos leer información relativa a esta planta, sino también adquirirla (https://kationickratom.com/kkshop/es) .
Variedad Thai
De sabor fuerte y un tanto desagradable en concentraciones altas. Quince minutos después de la toma se notan las primeras sensaciones: corrientes de placer subiendo por el pecho y relajación muscular seguida de calor. Los pensamientos comienzan a fluir libremente hasta llegar a la liberación mental. Se puede dar desde una sencilla felicidad hasta una euforia con tintes fuertemente empatógenos. Las personas que con el kratom notan efectos parecidos a los de la MDMA, los sienten especialmente con esta variedad. Apetece escuchar música y realizar actividades que requieran poco movimiento. Según preferencias individuales, también puede apetecer socializar o mantenerse inmerso en los propios pensamientos.
A partir de las 2-3 horas comienza a notarse la bajada, y en este momento los efectos pasan a ser narcóticos. Apetece tumbarse, situación en la que quienes no tienen tolerancia a los opiáceos pueden disfrutar del famoso duermevela. Al día siguiente queda cierta narcosis, y posiblemente también cinetosis (vértigos y náuseas al moverse).
Variedad Indo
Es algo más fácil de tragar que la variedad Thai. Tiene efectos menos potentes que esta última, y son más físicos que mentales. Se presenta relajación muscular, analgesia y agradable sensación de calor. Se comporta como un ansiolítico de efectos suaves. La sedación va llegando poco a poco. Es una variedad bastante manejable para el día a día; a dosis moderadas permite hacer vida normal, si bien invita a la relajación. A dosis mayores (10 gramos o más) se convierte en una experiencia opiácea más clásica.
Variante Papúa-Nueva Guinea (PNG)
Tiene efectos bastante similares a la Thai, pero con un sabor mucho más suave y manejable. Aparte de la euforia y la eliminación de la ansiedad, a dosis superiores a 8 gramos puede producir cierta sensación de desrealización, lo cual, junto con la liberación mental que aporta, supone un efecto ensoñador que permite dejar volar la mente. Es ligeramente estimulante en las dos primeras horas, similar al kratom Thai. Su duermevela es menos marcado.
Malayo
Es una variedad muy estimulante. Aporta una gran sensación de placer en el pecho, junto con cierta estimulación anfetamínica, mientras que al mismo tiempo elimina la ansiedad. Invita a interaccionar con la realidad y permite llevar a cabo procesos físicos que no sean muy intensos y actividades creativas. En una o dos horas puede haber un cambio brusco y la estimulación se convierte en narcosis, la cual es directamente proporcional a la dosis ingerida. El duermevela con esta variedad puede ser bastante realista: es posible confundir el sueño con la realidad durante breves períodos de tiempo. Al día siguiente pueden observarse efectos secundarios típicos del kratom ya descritos, si bien suelen con esta variedad suelen ser menores.
Regulación del kratom
El kratom está prohibido en Thailandia, Malasia y Australia. No está prohibido en los Estados Unidos, aunque se quiere prohibir en algunos estados, como por ejemplo Florida. Al no estar prohibido en los EE UU, los países que siguen sus pasos en política de drogas, incluyendo España, tampoco han legislado en su contra. Por tanto, es completamente legal comprar, vender, poseer y consumir kratom en cualquiera de sus variedades y presentaciones.
Experiencias de consumidores
El kratom es una de las sustancias que consume nuestro amigo Franzicuro, si bien no lo hace habitualmente porque no llega a sentir el bienestar y la felicidad de la que hablan los amantes del kratom, aquellas personas que, gracias a alguna particularidad química, disfrutan plenamente de esta droga. Franzicuro dedica ocasionalmente alguna tarde a tomar un par de cucharaditas de alguna variedad, normalmente relajante, separadas por un intervalo de tres horas. Como es bastante amigo de los opiáceos, utiliza el kratom para los períodos en que descansa de ellos, no tanto para sustituirlos, sino para consumirlo en los días posteriores y así evitar el lógico bajón que se produce en el organismo al faltar una sustancia a la que se ha acostumbrado.
Para finalizar, dos experiencias relatadas por consumidores en el portal de drogas Erowid.org:
«He tomado muchos tipos de sustancias: cannabis, alcohol, tabaco, cocaína, varios tipos de anfetaminas, MDMA, óxido nitroso, dextrometorfano, benzodiacepinas, hidrocodona, oxicodona, morfina, hidromorfona, metadona y heroína. De todas las sustancias con las que he experimentado, ninguna me llama la atención tanto como los opiáceos, y soy lo que puede llamarse un “adicto funcional”. En realidad, comencé a tomar opiáceos porque me los prescribieron para el dolor, pero pronto empecé a consumir más de lo indicado. Pero acabé por cansarme de tener que conseguir mis sustancias en el mercado negro y de tener que pasar ocasionales síndromes de abstinencia cuando no podía conseguirlas o cuando no me alcanzaba el dinero. Por suerte, encontré una solución en el kratom. Conocí a un vendedor fiable y una variedad con la que me siento cómodo, la Indo. Personalmente, prefiero las hojas molidas al extracto».
«He abusado durante bastante tiempo de la oxicodona, aunque al principio comencé a usarla para paliar el dolor que me producía una enfermedad. Pasé bastante tiempo sufriendo una evidente dependencia, planificando mi vida en torno a las dosis. Y lo peor es que llegó un momento en que no sentía euforia alguna, pero me sentía terrible cuando no me administraba la sustancia. Y la tolerancia se disparó hasta llegar a 30 miligramos cada 3 horas.
Un día, después de una larga temporada con depresión, llorando, buscando una alternativa, decidí dejar mi hábito. Comencé a tomar una dosis cada 8 horas en lugar de cada 3, y posteriormente a reducir la cantidad por cada dosis, hasta que llegué a 10 miligramos cada 8 horas. Y fue en este momento cuando descubrí el kratom y comencé a disfrutar de sus beneficios. Es una planta milagrosa para acabar con los síntomas del síndrome de abstinencia. Tan sólo un poco más de un cuarto de cucharadita de té bastaba para librarme de los terribles síntomas, a la vez que me hacía sentirme optimista, e incluso eufórico. Conseguí abandonar por completo la oxicodona, y tomo una cantidad de kratom de entre un cuarto y media cucharadita de té cada 8-10 horas».
Referencias:
-Kationic Kratom (https://kationickratom.com/lovingkratom – https://kationickratom.com/kkshop/es).
-Erowid (https://www.erowid.org).
-Zamnesia – Kratom (https://www.zamnesia.es/content/category/6-kratom).
Acerca del autor
]. C. Ruiz Franco es licenciado en Filosofía y DEA del doctorado de la misma carrera, cuenta con un posgrado en Sociología y otro en Nutrición Deportiva. Se considera principalmente filósofo, y es desde esa posición de pensador como contempla el mundo y la vida. Se interesa principalmente por las sustancias menos conocidas, y sobre ellas publica mensualmente en la revista Cannabis Magazine.