Cada vez es más popular ver en las calles italianas —principalmente en Roma— negocios con imágenes de plantas de marihuana y grandes anuncios. “Cannabis legal”, promocionan. Sin embargo, estos ‘coffee shop’ italianos podrían tener los días contados.

El ministro de Familia, Lorenzo Fontana, ha instruido a sus colaboradores para que investiguen todos los aspectos legales de estos locales.

Se trata de comercios legales que comercializan cannabis con muy bajo THC: 0,2%

La ley que habilita la venta

El límite legal de THC para comercializar marihuana es de 0,6%. Superado ese umbral es considerada una sustancia estupefaciente.

 

En enero de 2017, el Gobierno había aprobado una ley para regular y promocionar el cultivo del cáñamo y el tratamiento de sus productos para la creación de fibras, de preparados para uso alimenticio o energético. Aunque no había mención alguna a las flores.

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Ante el ‘boom’ de estos negocios que venden marihuana para consumo personal —aunque prácticamente solo tiene aroma y no produce ninguna sensación—, el Gobierno busca poner un freno.

“Hay que admitir que la ley tiene lagunas”, explica en una entrevista con El País Stefano Masini, director del área de medioambiente de Coldiretti, la principal asociación italiana del sector de la agricultura.

 

“Para comercializar un producto para inhalación es necesario tener la aprobación del Ministerio de Sanidad. La venta, en ese sentido, no es legitima”, agrega.

Según el Consejo Superior de Sanidad, en el país se ha registrado un incremento de los cultivos de marihuana: de 400 hectáreas de 2013 a 4.000 en 2018

‘Fumata nera’ para el cannabis

El líder de la Lega, Maurizio Politi, presentó un proyecto para limitar las aperturas de las tiendas de cannabis, estableciendo una distancia mínima de 500 metros desde lugares sensibles como escuelas, hospitales, iglesias, centros deportivos y parques infantiles.

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“Hay una gran emergencia relacionada con la adicción a las drogas y todos los estudios muestran que el consumo de las llamadas drogas livianas a menudo representa un viático para el consumo de las pesadas”, argumenta Politi.

Tiempo atrás, el ministro del Interior, Matteo Salvini, había calificado a estos locales como “centros de masajes chinos y burdeles”.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.