El giro conservador en la política de drogas de EE. UU.: marihuana recreativa y psicodélicos bajo escrutinio
Las decisiones tomadas en las urnas el pasado martes en varios estados de EE. UU. reflejan un cambio en la percepción pública hacia políticas de drogas más restrictivas, según expertos en políticas y analistas políticos. Los resultados, marcados por rechazos a propuestas de legalización de marihuana recreativa y de uso terapéutico de psicodélicos, sugieren que una parte del electorado considera que las políticas de drogas se han desplazado demasiado hacia posturas liberales.
Resultados clave en las votaciones estatales
- Rechazo a la marihuana recreativa en estados conservadores:
En tres estados republicanos, los votantes optaron por no legalizar el uso recreativo de marihuana, reflejando una postura tradicionalista hacia estas sustancias. - Fracaso de los psicodélicos en Massachusetts:
En un estado históricamente liberal como Massachusetts, los residentes rechazaron una medida que proponía legalizar el uso terapéutico de plantas psicodélicas como la psilocibina y la ibogaína. - Endurecimiento de penas en California:
En un giro inesperado, los votantes de California aprobaron mayores sanciones para ciertos delitos relacionados con drogas, revirtiendo aspectos de reformas progresistas anteriores.
Un giro hacia posturas más conservadoras
Los resultados de las votaciones estatales reflejan una tendencia hacia posturas más conservadoras en política de drogas, alimentada en parte por un discurso político que asocia las políticas liberales con un aumento del crimen y el uso descontrolado de sustancias. Según Keith Humphreys, profesor de psiquiatría en Stanford, lugares como San Francisco y Oregón se han convertido en «ejemplos de políticas fallidas» que generan escepticismo hacia la liberalización.
Durante la campaña, el presidente electo Donald Trump y otros republicanos centraron sus mensajes en temas como la seguridad pública y la inmigración ilegal, vinculando estas problemáticas al tráfico de drogas. Trump incluso abogó por el uso del ejército para combatir a los cárteles mexicanos y la pena de muerte para los traficantes, destacando su oposición a políticas más permisivas.
Marihuana: un debate polarizado
La marihuana recreativa fue un tema central en las votaciones. En Florida, aunque más de la mitad de los votantes apoyaron la enmienda para legalizarla, no se alcanzó el umbral del 60% necesario para su aprobación. Esto marcó un revés significativo para los activistas del cannabis, especialmente porque Florida podría haberse convertido en el mayor mercado de marihuana recreativa en el sur de EE. UU.
Los opositores argumentaron que la legalización beneficiaría únicamente a grandes empresas, y el gobernador Ron DeSantis advirtió que Florida podría enfrentar problemas similares a los de California y Colorado, donde un mercado ilícito sigue floreciendo. Por otro lado, el uso medicinal de la marihuana continúa ganando aceptación, incluso en estados conservadores como Nebraska, donde los votantes aprobaron su legalización para fines médicos.
Psicodélicos: un futuro incierto
En Massachusetts, la propuesta para legalizar psicodélicos como la psilocibina e ibogaína generó debate. Aunque estas sustancias están siendo estudiadas por su potencial terapéutico, especialmente en el tratamiento de trastornos como el TEPT y lesiones cerebrales traumáticas, los votantes rechazaron la medida. Según Mason Marks, profesor visitante en Harvard, la complejidad de la propuesta y la falta de claridad sobre su implementación pudieron haber generado dudas en los electores.
El rechazo a esta medida refleja también una creciente preocupación por la proliferación de drogas sin suficiente evidencia científica que respalde sus beneficios. Además, la medida habría permitido el cultivo y la distribución no comercial de estas sustancias, lo que aumentó las inquietudes sobre un acceso descontrolado.
El futuro de las políticas de drogas en EE. UU.
A pesar de los rechazos en las votaciones, los expertos aseguran que las discusiones sobre políticas de drogas continuarán. Según Beau Kilmer, codirector del Centro de Investigación de Políticas de Drogas de RAND, es probable que futuras iniciativas sean menos radicales y se enfoquen en modelos más regulados. Esto podría incluir dispensarios estatales o la legalización de productos con niveles más bajos de THC, en lugar de concentrados más potentes.
Por su parte, los activistas del cannabis señalaron que, aunque estos resultados representan un revés, el apoyo público hacia la legalización ha crecido significativamente en la última década. Actualmente, casi 180 millones de estadounidenses viven en estados donde la marihuana está legalmente regulada.
Señales mixtas para la reforma de drogas
Los resultados de las votaciones reflejan una opinión pública dividida. Mientras algunos estados optan por políticas más restrictivas, otros avanzan en el reconocimiento del cannabis medicinal y el potencial terapéutico de los psicodélicos. Este panorama indica que el futuro de las políticas de drogas en EE. UU. estará marcado por debates más matizados, buscando un equilibrio entre la regulación responsable y el respeto por las libertades individuales.
Acerca del autor
Amante del cannabis y especializado en el mundo de las sustancias psicoactivas. Escritor y psiconauta.