La ciudad de Los Ángeles estableció las reglas para implementar la ley que legaliza la marihuana con fines recreativos y que entrará en vigor el próximo 1 de enero, las cuales serían el modelo a seguir para las demás ciudades de California y del país
Además de los 134 dispensarios de marihuana medicinal que operan legalmente en la ciudad de Los Ángeles, las personas de menos ingresos y quienes hayan sido convictos por posesión de la yerba tendrán prioridad en la obtención de una licencia para venta y cultivo de cannabis de uso recreativo, según las regulaciones que este miércoles aprobó de manera unámime el Concejo Municipal.
Las reglas elaboradas y adoptadas por la ciudad de Los Ángeles para implementar el próximo año la ley estatal que legaliza la marihuana recreativa, conocida como AUMA (Adult Use of Marijuana Act), serían el modelo a seguir para muchos municipios de California y del país.
El procedimiento para emitir licencias para comerciar, cultivar y elaborar productos con marihuana establece un «programa de equidad social» para dar preferencia a quienes tienen ingresos por debajo del promedio, viven en zonas mayormente impactadas por el crimen o han sido sentenciados por un delito menor relacionado con la posesión o consumo de la yerba.
La aprobación del reglamento, el cual fue enviado para su firma al alcalde Eric Garcetti, es considerado como un paso histórico para Los Ángeles al convertirse en la ciudad más grande del país que regulará la industria de la marihuana recreativa.
«Somos LA. Somos líderes. Asumimos los problemas difíciles. Hagamos historia», dijo el presidente del Concejo de la ciudad, Herb Wesson, al exhortar a sus colegas a la aprobación de las regulaciones.
El cannabis con fines medicinales es legal en California desde 1996, pero luego de que los votantes aprobaran en noviembre de 2016 la Proposición 64, la comercialización, el cultivo y el consumo de la marihuana por puro gusto queda despenalizado.
La nueva ley estatal, que entra en vigor el 1 de enero de 2018, establece que una persona mayor de 21 años de edad puede poseer hasta una onza (28.5 gramos) de marihuana en público y puede cultivar en su vivienda, para uso propio y sin necesidad de permiso, hasta seis plantas.
Para las licencias de cultivo y comercialización la preferencia para exconvictos por marihuana y comunidades más afectadas por el crimen responde a una intención de justicia social para quienes han sido impactos de manera desproporcionada por la llamada «guerra contra las drogas», una iniciativa establecida en 1971 por el entonces presidente Richard Nixon, la cual muchas organizaciones civiles y analistas consideran que ha sido un fracaso.
Un análisis de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) encontró que las detenciones hechas por posesión de marihuana representan más de la mitad de todas las aprehensiones relacionadas con drogas en Estados Unidos.
De los 8.2 millones de arrestos relacionados con la marihuana hechos entre 2001 y 2010, el 88% fueron simplemente por portación. En todo el país, los datos de esas detenciones revelaron una significativa y consistente tendencia con sesgos raciales.
Estiman más de 1,200 licencias de marihuana
Las normas para el comercio de la marihuana recreativa en Los Ángeles fueron adoptadas luego de meses de debate, obstáculos políticos y el cabildeo de representantes de dispensarios de marihuana medicinal que aseguraron su turno en fila para tramitar licencia.
En la ciudad se estima que hay alrededor de 700 establecimientos que venden marihuana medicinal, pero sólo 134 están autorizados por el gobierno local.
Las regulaciones también dan preferencia de licencia para venta de la yerba recreativa a esos 134 dispensarios y podrían emitirse hasta 1,243 permisos para comercios, cultivo y elaboración de productos.
Los Ángeles estableció restricciones para la operación de los nuevos negocios en zonas residenciales y en las inmediaciones de escuelas, bibliotecas y parques públicos.
El documento de reglas refiere una extenta lista de requerimientos para la operación de los nuevos establecimientos, desde horarios, ubicación, dimensiones, almacenamiento, empleados, etc.
Los comercios de cannabis también deberán contar en sus instalaciones con alarma y circuito cerrado de vigilancia que grabe las 24 horas y estarán sujetos a inspecciones periódicas.
Aún no no está claro cuándo empezarán a procesarse las solicitudes y emitirse las primeras licencias, así como tampoco la forma en que se recaudarían los impuestos. Ahora que el nuevo año está a solo unas semanas de comenzar, y con los feriados de fin de año encima, expertos de la industria dicen que no está claro cuántos negocios, si acaso alguno, estará listo para abrir el 1 de enero y satisfacer a montones de clientes que están a la espera.
Acerca del autor
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.