Ed Martin, conocido por amenazar a un dispensario de marihuana medicinal, liderará ahora el órgano encargado de revisar las solicitudes de clemencia presidencial
El expresidente Donald Trump ha sacudido nuevamente la estructura del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Esta vez, ha nombrado a Ed Martin —antiguo fiscal federal interino en Washington D.C. y férreo opositor a la legalización del cannabis— como nuevo director de la Oficina de Indultos.
La designación ha provocado inquietud entre defensores de la reforma del cannabis y expertos en justicia, al considerar que la postura estricta de Martin podría influir negativamente en la tramitación de certificados de perdón relacionados con marihuana, especialmente los derivados de las acciones de clemencia masiva impulsadas por el presidente Joe Biden.
Un fiscal con historial anti-cannabis
Martin ha protagonizado titulares recientemente tras amenazar con cargos federales al dispensario de marihuana medicinal Green Theory, debidamente autorizado en el Distrito de Columbia. En una carta enviada a los propietarios, Martin señalaba que, pese a cumplir con la normativa local, el establecimiento vulneraba la legislación federal y podría ser objeto de acciones judiciales.
El dispensario se encuentra cerca de cuatro colegios privados, lo que según Martin viola la “Ley de Escuelas y Comunidades Libres de Drogas”, que prohíbe establecimientos de cannabis a menos de 300 metros de centros educativos. Aunque los reglamentos locales no imponen restricciones en esa ubicación, Martin argumentó que “la comunidad está indignada” y que fueron los propios padres quienes le alertaron sobre el asunto.
“Lo que rodea a estos lugares no es saludable. No es útil”, declaró durante una rueda de prensa. “No se trata de conservadores ni republicanos; son familias de a pie diciendo: ‘No queremos una tienda de marihuana al lado de un colegio’”.
Conflicto entre leyes estatales y federales
En Washington D.C., el consumo recreativo y el cultivo personal de cannabis son legales desde 2014 por decisión popular. Sin embargo, la venta comercial sigue prohibida debido a una cláusula presupuestaria impuesta por el Congreso que bloquea el desarrollo del mercado legal. Tanto Trump como Biden han mantenido esa restricción en sus propuestas presupuestarias.
La designación de Martin como jefe de indultos podría tener consecuencias directas en la tramitación de perdones relacionados con delitos menores de cannabis, una política que ha cobrado protagonismo con Biden. Aunque no se ha aclarado aún cómo Martin gestionará estas solicitudes, su historial sugiere una postura poco favorable.
Una doble figura: perdón e investigación
Trump también ha nombrado a Martin como líder de un nuevo grupo de trabajo federal para investigar el supuesto “uso partidista del poder gubernamental” bajo la administración Biden. En sus propias palabras, Martin será quien garantice “justicia para las víctimas de la instrumentalización del gobierno”.
Por otro lado, Trump ha designado a Alice Marie Johnson —una mujer que recibió su perdón personal tras cumplir condena por tráfico de cocaína— como su “zar del perdón”. No se han detallado aún sus competencias, pero su perfil sugiere un enfoque más compasivo en ciertos casos de justicia restaurativa.
Jeanine Pirro, una sucesora inesperada
Martin será reemplazado como fiscal de D.C. por la exjueza y expresentadora de Fox News Jeanine Pirro. Aunque en el pasado fue escéptica, en 2019 declaró haber cambiado de opinión sobre el cannabidiol (CBD) tras conocer testimonios positivos. Incluso llegó a formar parte del consejo de administración de una empresa de CBD tras la legalización del cáñamo con la Ley Agrícola de 2018, firmada por el propio Trump.
Pirro, sin embargo, nunca se ha manifestado a favor de una legalización más amplia del cannabis. Su nombramiento puede indicar una postura más matizada dentro del círculo de Trump, aunque aún está por ver cómo abordará la cuestión en su nuevo cargo.
¿Un retroceso en la reforma del cannabis?
Todo esto ocurre en un contexto de creciente tensión entre la legislación federal y los movimientos de legalización estatal. Mientras más de la mitad del país ha aprobado el cannabis recreativo o medicinal, las estructuras federales siguen criminalizando su uso. El nombramiento de figuras abiertamente contrarias al cannabis en puestos clave podría frenar los avances logrados en los últimos años.
Además, el propio Trump, que durante su primer mandato defendía una postura de “respeto a las leyes estatales”, parece ahora inclinarse por una recentralización de competencias, como demuestra una reciente orden ejecutiva que critica la despenalización del cannabis en D.C. y propone aumentar la presencia policial federal en zonas “afectadas por el desorden”.
Una batalla que trasciende el cannabis
Más allá de la política sobre marihuana, la decisión de colocar a Ed Martin al frente de la Oficina de Indultos es un movimiento con implicaciones ideológicas. Representa una visión punitiva de la justicia, un guiño al electorado más conservador y una advertencia para quienes esperan una normalización del cannabis a nivel federal.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el futuro del cannabis en Estados Unidos podría depender tanto de las urnas como de los despachos donde se firman los indultos.
Acerca del autor
Escritor especializado en cannabis y residente en Miami, combina su pasión por la planta con la vibrante energía de la ciudad, ofreciendo perspectivas únicas y actualizadas en sus artículos.