La nueva legislación japonesa endurece las sanciones por consumo de cannabis recreativo, mientras permite su uso en medicamentos para condiciones como la epilepsia
El gobierno japonés ha endurecido su legislación sobre el consumo recreativo de cannabis, penalizando esta práctica con hasta siete años de prisión, mientras que ha permitido su uso en medicamentos derivados de la planta. Este cambio legal refleja una estrategia doble: frenar el aumento del consumo recreativo, especialmente entre jóvenes, y responder a la demanda de acceso a productos médicos basados en cannabis.
El endurecimiento de las leyes contra el consumo recreativo
Hasta ahora, Japón prohibía el cultivo, posesión y tráfico de cannabis, pero no penalizaba su consumo. Esto cambió con la entrada en vigor de la nueva legislación, que establece sanciones para quienes consuman cannabis de manera recreativa.
Datos alarmantes sobre el consumo en jóvenes:
- En 2023, se investigaron 6.703 casos penales relacionados con cannabis, superando por primera vez los casos vinculados a metanfetaminas.
- El 70 % de los casos involucraron a personas menores de 30 años.
- Una encuesta del Ministerio de Salud estimó que alrededor de 200.000 personas consumieron cannabis el último año.
El aumento en el uso de cannabis entre los jóvenes japoneses ha sido motivo de preocupación para las autoridades, quienes ven en esta reforma una herramienta para frenar su normalización.
La excepción médica: acceso a medicamentos derivados de cannabis
A pesar de la estricta regulación del consumo recreativo, Japón ha flexibilizado su postura en cuanto al uso medicinal del cannabis. Ahora se permite:
- Cultivo con fines medicinales: Se otorgarán licencias para recolectar materias primas destinadas a la elaboración de medicamentos.
- Uso en medicamentos aprobados: El cannabis podrá emplearse en productos médicos, como tratamientos para enfermedades como la epilepsia intratable, una medida alineada con regulaciones en Europa y Estados Unidos.
Presión de los grupos de pacientes:
Grupos de pacientes han estado solicitando acceso a productos como el cannabidiol (CBD), ampliamente utilizado en otros países para afecciones crónicas. Esta demanda, junto con avances en investigaciones clínicas, impulsó la decisión de las autoridades japonesas.
Un legado cultural en tensión
Japón tiene una larga tradición en el cultivo del cáñamo, utilizado históricamente para la fabricación de ropa, condimentos alimenticios y rituales religiosos del sintoísmo, la religión autóctona del país. Este uso tradicional había protegido al cannabis de una regulación estricta sobre su consumo, pero el reciente aumento en los casos de consumo recreativo ha llevado a un cambio en la postura gubernamental.
Licencias específicas para cultivos:
La nueva legislación distingue entre dos tipos de licencias para el cultivo de cannabis:
- Licencia para fines medicinales: Destinada exclusivamente a la fabricación de productos médicos.
- Licencia para otros fines: Como la producción de bienes de cáñamo, incluida la ropa.
Japón en el contexto global
La decisión de Japón de penalizar el consumo recreativo contrasta con las políticas de países que han avanzado hacia la despenalización o legalización del cannabis, como Canadá, Uruguay y varias naciones europeas. Sin embargo, al permitir el uso medicinal, Japón se suma a un movimiento global que reconoce los beneficios terapéuticos del cannabis.
Implicaciones para el futuro
- Mayor acceso médico: Pacientes con enfermedades crónicas podrían beneficiarse de tratamientos basados en cannabis, reduciendo la dependencia de medicamentos tradicionales.
- Impacto en jóvenes: La penalización del consumo recreativo podría reducir el uso entre menores de 30 años, pero también podría enfrentar críticas por su severidad.
- Industria emergente: La distinción de licencias podría fomentar una nueva industria alrededor del cultivo de cannabis para fines legales.
Conclusión
Japón ha adoptado un enfoque dual frente al cannabis: mano dura contra el consumo recreativo, pero apertura al uso medicinal. Este cambio refleja las tensiones entre preservar tradiciones culturales, responder a problemas sociales y avanzar hacia una integración limitada del cannabis en el sistema de salud. A medida que se implementen estas medidas, será crucial evaluar su impacto tanto en la reducción del consumo recreativo como en la mejora del acceso a tratamientos médicos.
Acerca del autor
Escritor especializado en cannabis y residente en Miami, combina su pasión por la planta con la vibrante energía de la ciudad, ofreciendo perspectivas únicas y actualizadas en sus artículos.